Como reconocimiento a la entrega en favor de la cultura, el Ministerio de Cultura otorgó el último jueves la Medalla Bicentenario al Mérito Cultural a varios fotógrafos ecuatorianos que se destacaron en el medio por su trabajo. El evento, en el que se reunieron familiares y amigos de los homenajeados, se llevó a cabo el último jueves en el Auditorio del Teatro Nacional Sucre con la presencia varias autoridades. En algunos casos la medalla fue recibida por los familiares de estos artistas gráficos (+).

Este reconocimiento se concede a quienes construyeron y fortalecieron referentes de identidad, que trabajaron por la conservación, protección, desarrollo y difusión de la memoria individual y colectiva de los pueblos, de sus procesos sociales y culturales.

Los fotógrafos homenajeados fueron César Moreno, José Paredes Cevallos, Augusto de la Rosa, Víctor Manuel Jácome y Luis Mejía. Algunos de ellos ya han fallecido, por lo que sus familiares fueron quienes recibieron el premio.
En la ceremonia también se reconoció la labor de los hermanos Luis, Francisco y César Pacheco Montesdeoca, quienes se dedicaron al arte de documentar acontecimientos cotidianos, rostros, fiestas y vestigios de una historia increíblemente diversa.

Algunos homenajeados

El fotógrafo ambateño José Paredes Cevallos (1906-1966) fue uno de los más representativos valores de la fotografía de la provincia del Tungurahua; sus gráficas constituyen una de las más importantes fuentes documentales para la historia de la ciudad de Ambato. En los primeros años de su infancia, sus padres le compraron su primera cámara fotográfica, despertando su espíritu artístico. En su juventud aprendió a revelar fotografías y montó un estudio para seguir con esta labor. Su hijo Eduardo Paredes Soria fue quien recibió la medalla en nombre de su padre.

El quiteño César Moreno (1935) empezó su oficio a inicios de la década de los cincuenta trabajando para el diario El Nacional, de Quito. Su padre, Rafael Moreno, le inculcó este arte fotográfico. Trabajó con Francisco Pacheco, con quien en 1954 se vinculó a los diarios La Nación y La Hora, de Guayaquil.

Augusto de la Rosa es considerado el más antiguo sobreviviente de los cronistas gráficos de la prensa nacional. Nació en Tulcán en 1916. Ha laborado con constancia en el ramo de su profesión, además de cooperar en la investigación fotográfica realizada últimamente en las instancias gubernamentales de nuestro país.

El ambateño Víctor Manuel Jácome (1925), con más de setenta años de experiencia, fue cronista gráfico de la Presidencia, reconocido por sus grandes condiciones de retratista con una larga carrera profesional que ha tenido sus estudios en la Plaza del Teatro, Centro Histórico de Quito, y que trabajó con fotógrafos de la talla de Miguel Wenguerow y Carlos Siman.

Luis Mejía (Guamote 1938), empezó en la fotografía hacia fines de la década de los cincuenta. Trabajó en los periódicos: El Tiempo de Quito, de 1961 a 1971; y Hoy de 1983 a 1985. Colaboró durante 20 años con las revistas Vistazo, Estadio y Hogar. Su trabajo ha sido condecorado por la UNP, la OEA y la Casa de la Cultura Ecuatoriana.

Los hermanos Luis, Francisco y César Pacheco Montesdeoca constituyen una dinastía de la fotografía ecuatoriana. El mentor fue Luis, el segundo de cuatro hermanos. Él empezó como aprendiz de un fotógrafo extranjero, retocando negativos, y después fotografiando. Al ganar experiencia se vinculó con agencias, periódicos y revistas del país.

Luego unió a su labor a Francisco, y a César, el menor de sus hermanos. Los tres crearon Foto Pacheco y fueron fundadores de la Sociedad de Cronistas Gráficos, además hicieron de maestros de algunos profesionales. Sus familiares estuvieron presentes para recibir la medalla.

Premio a la música. Durante el acto también se aprovechó para rendirle homenaje al músico Carlos Benítez, otavaleño que murió a los 90 años de edad, en 2005, y que formó parte del dúo ecuatoriano Benítez Valencia. Fanny Freile, viuda de Benítez, recibió el reconocimiento.