El Festival Funka Fest estuvo lleno de matices musicales pero con poco público en toda su jornada. Desde las 16:30 del sábado 29 de junio, la banda ecuatoriana Infinito Zen quiso encender los motores al igual que los quiteños Sexores, pero el sonido no les benefició.

La vocalista de este grupo quiteño, Emilia Bahamonde, interpretó los temas de su último trabajo pero su voz aguda poco imperó frente a las notas del bajo que sonaban estridentes.

En cambio, el guayaquileño Alex Eugenio sí logró el gancho perfecto al entrar con un rock pop y luego pegar con los temas de su disco salpicado de bossa, bolero y salsa.

Los asistentes pudieron disfrutar desde la tarde del ambiente de familiaridad del Funka Fest. Más de uno apuntó a vivir experiencias virtuales en diferentes estaciones de arte y multimedia. Vía: @gisesinger pic.twitter.com/M1BszKv95i

— El Telégrafo Ecuador (@el_telegrafo) 30 de junio de 2019

“Corazón abandonado” fue una de las canciones con las que puso a bailar al público a ritmo salsero y una trova similar a la armonía de La Fania All Stars.

“Lo que yo canto es el bolero contemporáneo e implemento acordes disminuidos”, explicó el cantautor a EL TELÉGRAFO, después de su intervención.

A un año del estreno de su álbum “Aurora”, Eugenio aprovechó este concierto para celebrarlo y rendir tributo a los géneros que reflejan el sentir Latinoamericano.

Ya caída la noche, Boris Vian rompió el esquema con sus samplers al son de un rap versado al compás del slam poetry.

Los sonidos del sampler de Boris Vian sacude a los espectadores, mientras el artista recrea un slam poetry con ritmos acompasados. #FunkaFest2019 Vía: @gisesinger pic.twitter.com/x4hQyHREiM

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La programación fluyó apegada al plan con los 30 minutos concedidos a cada músico. Sin embargo, a pocos minutos del show de Fito Páez, el lado sur del Palacio de Cristal no llegaba ni a la tercera parte de espectadores.

El turno de Pablito Ha$lo llegó con su trap y sus historias en diversos sitios de Colombia. En cada canción, el artista expresó una que otra palabra coloquial de su querida Cali, la cual explicaba con humor.

De la poca cantidad de asistentes que circulaba por las estaciones de comida y venta de productos, una gran parte disfrutó de las islas dedicadas al karaoke donde sonaba la clásica “Mariposa teknicolor”, de Fito Páez.

Mientras el público espera la salida de Fito Páez al #Funkafest los cantantes amateur cantan en el karaoke suena #Mariposatecnicolor pic.twitter.com/mQMx3JmEh2

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“Yo creo que los organizadores del Funka escogieron mal a las bandas, habían otras que hubiesen llenado más y que nunca han traído. Solo basta mirar los tres espacios de karaoke que están llenos de gente”, dijo Mario Vera, un ingeniero de 43 años que ha estado en las ediciones anteriores.

Gustavo Pérez coincidió con esta misma opinión. En su conocimiento musical, pese a ser seguidor del cantautor Fito Páez, consideró que la poca afluencia de espectadores se debía a por haber apostado a un artista que tiene un público selectivo pero no masivo.

La espera por el cantautor argentino terminó cuando los parlantes volvieron a encenderse y aunque las luces no lo enfocaron, el público reconoció las notas de “El amor después del amor”.

Imponente, carismático y con su guitarra, sonó su voz a dueto con su corista predilecta Anita Álvarez de Toledo.

Los celulares no tardaron en grabar esta escena donde esta excorista de Cerati lanzó sus afinados vibratos al compás de esta canción que grabaron juntos hace años.

Fito prosiguió con los clásicos que el público coreaba a todo pulmón. “Al lado del camino” cautivó mientras tocaba el piano y alzaba la mano izquierda dirigiendo a los guayaquileños y extranjeros que cantaban con él.

A ritmo de “Circo beat” las luces del escenario variaron sus colores hasta llegar a “Para darte amor”, momento en que Páez pidió a su público subir los celulares y filmar su actuación.

No podía faltar “Mariposa Tecnicolor”, la cual puso a brincar a los presentes.

Y la tan esperada "Mariposa teknicolor" no podía faltar en el #Funkafest. Todos cantan a una sola voz con Fito Páez su tema más representativo. Vía: @gisesinger pic.twitter.com/s32yKbzOCh

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Casi a punto de cerrar, Fito se refirió al Día del Orgullo Gay. “Hoy es un día importante, allá afuera se celebra una lucha y yo apoyo a las libertades”, manifestó a su audiencia que aplaudió fuerte sus palabras.

Con las notas de “Dale Alegría a mi corazón” se despidió de todos.

Muchos no dejaron de corear ni de grabar cada paso del argentino que se mostró agradecido todo el tiempo con Guayaquil.

Este domingo continua el festival con el entretenimiento de la DJ Paola Navarrete (14:45), la banda Tripulación de Osos (16:35) y El General Villamil (17:50).

Un mini museo de artes vivas
Ana Rosa Valdez, curadora de la exposición de las obras de artes visuales del festival, estaba satisfecha con la acogida de las piezas ubicadas en la urna sur del Palacio de Cristal.

Su trabajo se centró en seleccionar las obras que a su parecer representaban una interpretación crítica del verbo habitar, en la que se concentró el festival.

.@anarosavaldez, curadora de la muestra de artes visuales en el #FunkaFest2019, junto a la serie de Paúl Vela. Él es un ecuatoriano residente en Berlín que muestra en sus fotos la distancia entre las edificaciones y espacios urbanos en donde éstas se erigen. Vía: @gisesinger pic.twitter.com/jrTSpBvJjc

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En este sentido, señaló que dicha connotación debía apegarse al ejercicio de habitar el mundo en diversas maneras.

Algunas propuestas partieron desde la historia del arte como también de los territorios, la antropología, las ciencias sociales, el enfoque de género y la transformación urbana de algunas ciudades del mundo, entre otros más.

Respecto a esos procesos de transformación del paisaje de una ciudad, la obra de Andrea Ramírez lo aborda a partir de su experiencia de caminar por el centro de Guayaquil.

Lo mismo logra Paúl Vela, un artista ecuatoriano que vive en Berlín, en uno de sus cuadros, en el que muestra a esta ciudad frente a una transformación de espacios deteriorados o también llamado “en un proceso de gentrificación”.

Hay 12 obras que se presentan en acuarela, esculturas, fotografías, video arte, escultura contemporánea.

Una de las instalaciones que conmueven es la de Nikkita Felix, la cual parte de la forma en que la artista supo de animales abandonados en la ciudad por al estado en el que se encontraban y no podían ser rescatados.

La muestra continua hoy en el segundo día del festival Funka Fest, que tendrá un costo de $ 3 a todo público. (I)