Fincher salta del cine a la televisión con la serie ‘House of cards
Tras el éxito que tuvo ‘The social network’, el director David Fincher adaptó para televisión ‘House of cards’, una visión descarnada de la política estadounidense que se estrenará el próximo 31 de enero en Internet, a través del ‘streaming’ Netflix.
Al explorar el polémico origen de Facebook en el 2010, el aclamado realizador estadounidense se adentra por primera vez en la pequeña pantalla en la adaptación de una miniserie británica de la BBC, que se convirtió en una de las novedades más esperadas de la temporada.
La codicia, la ambición y la traición son algunos de los ingredientes que conforman el engranaje de ‘House of cards’, un fascinante thriller donde la lucha por el poder es el elemento central de la trama, presentada ayer en Londres por Fincher y los actores protagonistas, Kevin Spacey y Robin Wright.
Francis Underwood es un político manipulador y convincente, a la vez que seductor, que lidera el partido con la mayoría en la Cámara de los Representantes y a quien da vida el oscarizado Spacey.
Junto con su mujer Claire Underwood, una especie de lady Macbeth moderna como la califica Robin Wright (‘The princess Bride’), Francis perseguirá el poder de manera infatigable.
Para lograrlo, aparcará sus escrúpulos y no dudará en recurrir a la ayuda interesada de la joven y ambiciosa reportera Zoe Burns (interpretada por la protagonista de ‘American horror story’, Kate Mara), a la mentira y a la manipulación.
En un encuentro con los medios en la capital británica, Fincher, creador de ‘Zodiac’ o ‘The curious case of Benjamin Button’, explicó cómo se sintió fascinado con este proyecto al ver la serie británica original y comprobar que era “indudablemente un producto televisivo genial”.
Al igual que en la original británica ‘House of cards’, al director le “encantó” la idea que el personaje de Spacey (equivalente al Francis Urquhart de la serie de la BBC) hable continuamente mirando a la cámara, desvelando lo que realmente piensa.
Para él su proyecto, que ha contado con la ayuda del guionista Beau Willimon (“The ides of March”) y que de momento tiene programadas dos temporadas con opción a continuar, no refleja “una visión cínica de la política”, sino que presenta “una lectura bastante realista de cómo se comporta la gente”.
“Es bastante realista tal y como es. No hay nada que no sea humano en Underwood. Cree en un sistema en el que si sigues ciertos procedimientos, si apoyas al tipo adecuado, si le ayudas, se te recompensará. Y a él no le ocurre así. Es muy humano, muy real y muy vulnerable cuando llega a su casa y se sienta con lady Macbeth”, explicó el director sobre su “villano”.
Spacey, al igual que el reparto de actores de la serie, siempre fue “la primera opción” para Fincher, que derrochó elogios hacia las cualidades interpretativas del protagonista de ‘American beauty’ o ‘The usual suspects’, de quien destacó que es “un animal político, con facilidad y precisión verbal”, además de “guasón”.
“Tiene un don y no hay muchos actores norteamericanos que sean como él, excepto, tal vez, John Malkovich”, observó el realizador.
Tampoco tuvo dudas a la hora de decantarse por Robin Wright para dar vida a Claire Underwood: “Robin (Wright) es extremadamente seductora, bella y cálida, pero a la vez puede darle la vuelta a todo eso”.
“Le preocupa muchísimo la composición y la estética y presta una gran atención a cómo se mueve una persona cuando está dentro de su plano. Me pedía que no me moviera y que me sentara quieta porque ella (Claire) es un poco lady Macbeth, es un enigma”, dijo la actriz de 47 años.
Spacey, quien se entusiasmó con su personaje “diabólico y delicioso” y que “evoluciona continuamente”, calificó, por su parte, al director de “perfeccionista” y “obsesivo”.
“Te exige siempre más y más y cuando se obsesiona es realmente bueno”, afirmó el actor de 54 años y dos veces ganador de un Oscar a mejor actor por ‘American beauty’ (1999) y a mejor actor secundario por ‘The usual sospects’ (1995).