En su natal Peguche, en Imbabura, el cantante Jesús Fichamba encuentra el entorno ideal para descansar y relajarse. En esta ciudad viven sus 3 hermanos y sus amigos de toda la vida. Aunque hoy se ocupa en otras actividades, no abandona la música; cada 3 o 4 años produce un disco.

Recuerda que hace 30 años representó al país en España, en la decimocuarta edición del Gran Premio de la Televisión Iberoamericana (OTI), que lo catapultó como artista.

Fue un 21 de septiembre de 1985, cuando apareció en el escenario vestido de poncho y alpargatas interpretando ‘La Pinta, la Niña y la Santa María’.

Fichamba rememora que en su familia siempre hubo un gusto especial por la música. Su padre tocaba muy bien el rondín y su hermana mayor se dedicaba al canto. “Yo era el más loco de los 4 hermanos. Nunca pensé en ser cantante, porque me encantaba el boxeo, al que me dediqué por casi 4 años cuando era muchacho”.

Tuvo más de 30 peleas aficionadas y aunque le gustaba este deporte, estaba consciente de que portaba un tesoro invaluable: su voz. En una ocasión, con arpas y guitarras, cantó en el ring. Sin embargo, tuvo que abandonar el boxeo debido a un accidente en la provincia de Imbabura, cerca de Chorlaví.

Allí sufrió un volcamiento que le provocó graves daños en la columna. Fue entonces cuando inició su vida artística en Guayaquil, en 1969.

En 1970 ganó 500 sucres en un festival que se efectuó en el cantón Milagro, Guayas. “En ese año me picó el bichito de ser cantante y, aunque incursioné en este campo, era muy duro luchar contra el racismo”.

En 1983 grabó su primer disco titulado Fichamba Internacional. Fue miembro del grupo de Aladino, con el cual hizo su primera aparición, el 15 de noviembre de 1984, en el programa Chispazos.

Quienes le componen su música son Alejandro Jaén, Mani Benito y Luis Padilla. Entre sus planes actuales está contemplado trabajar en España. “Tengo un proyecto que surgió hace 3 meses, pero aún no puedo adelantar de qué se trata”.

Una profesión que no es fácil

El intérprete asegura que la profesión de cantante no es nada  sencilla, porque requiere de arduo esfuerzo y dedicación. Por un  período de 14 años intentó grabar un disco sin mayor éxito hasta que conoció a Pablo Salame quien, además de educarlo musicalmente, fue su mánager.

En 1983, Jesús alcanzó la fama con el disco Fichamba Internacional, en el cual interpretó melodías de artistas nacionales y extranjeros. Vendió alrededor de 60.000 copias; después de este logro su mánager lo alentó para participar en el Festival OTI.

Aunque obtuvo el segundo lugar en el certamen, muchos coincidieron en que él debió ser el ganador. Recuerda que el primer día que ensayaron de forma general en Europa, su canción impactó.

Tanto así que al día siguiente los titulares en los periódicos más importantes de allá destacaban: ‘Un aborigen diminuto ha venido con un chorro de voz’, ‘Ecuatoriano es virtual ganador del Festival OTI’.

El primer lugar, sin embargo, fue entregado a Eugenia León, una mexicana cuyo país atravesaba un momento difícil debido a un terremoto que sacudió ese territorio, 2 días antes del evento, lo cual resultó un hándicap muy grande para el compatriota.

Su carrera musical fue reconocida en el país

En 2011, la trayectoria artística de Jesús Fichamba fue reconocida por la Asamblea Nacional, que destacó su aporte para fortalecer las costumbres y las tradiciones ecuatorianas.

El artista otavaleño nunca ha dejado de subir a los escenarios para interpretar sus melodías. De hecho, hace 2 años presentó un tema en homenaje al papa Francisco, quien visitó el país en 2015.

La canción ‘Taita Francisco’, que está disponible en español y kichwa -compuesta por Tony The G. y arreglos musicales de Paco Godoy-, formó parte del material discográfico Cantos de Amor y Esperanza, conformado por 18 melodías de varios intérpretes, entre ellos Eduardo Miño Naranjo, Pepe Jaramillo y Fresia Saavedra.

Fichamba considera que, hoy en día, el indígena ha dado pasos muy grandes en la sociedad ecuatoriana, pero lamenta las muestras de racismo que todavía existen. (I)