Fernando Vargas cumple el sueño de ser 'JJ'
Desde los once años soñaba ser Julio Jaramillo. Catorce años después Fernando Vargas cumple aquel sueño que lo ha motivado a recorrer los escenarios ecuatorianos desde que empezó en la música, siendo un estudiante del Vicente Rocafuerte.
Hoy no solo debuta como actor, sino que ‘oficialmente’ será ‘JJ’ en el musical con el que el Teatro Sánchez Aguilar cierra su temporada 2015-2016, bajo la dirección de Christian Valencia, autor y director de obras como ‘Amante a la antigua’ y ‘Enredos’, en el mismo espacio cultural.
“Estaba lavando mi carrito cuando me llamaron y me dijeron que fui elegido como Julio y me quedé en shock. No lo podía creer, tanto así que me fui a caminar por largo tiempo y, soy muy honesto, hasta me puse a llorar porque estaba cumpliendo mi sueño de ser Julio Jaramillo”, relata Vargas, muy emocionado, minutos antes de trabajar con sus ahora colegas.
En los ensayos se muestra cómodo y trata de aprender lo que más puede de sus compañeros, quienes en su mayoría cuentan con una amplia experiencia en este tipo de propuestas.
El elenco de ‘Julio, el musical de JJ.’ lo integran Verónica Pinzón (Elsa), Ana Passeri (Nancy), Nicole Rubira (Coralia), Pepe Sánchez (Ernesto), Francisco Aguiñaga (Marcelo), Florencia Lauga (Gloria), Silvio Villagómez (Hilario), Marcelo Gálvez (Roberto), Prisca Bustamante (Raquel).
“No soy actor, siempre fui claro cuando me presenté a los dos castings que realicé, pero me he sentido muy cómodo y trato de aprender de todos mis compañeros. Estoy muy emocionado porque en el tercer ensayo el director se me acercó y me dijo que estaba muy bien y que debería dedicarme a esto. Me quedé con esas palabras y quiero estudiar actuación después de estas presentaciones, aunque nunca me voy a alejar de la música porque esta es mi verdadera pasión. Esta oportunidad es el reto de mi vida, es el sueño que se me cumple”, comenta Vargas, quien ensaya de cinco a ocho horas diarias desde el pasado noviembre.
Admite que los ensayos le han complicado un poco su agenda musical, pero trata de organizarse para no descuidar ninguna parte, porque, según dice, el buen profesional debe darse el tiempo y el espacio para atender a todas las personas y sectores que lo requieran.
“Para mí nunca es un sacrificio la música. Y cuando uno quiere algo, no importan los sacrificios que haya que hacer para conseguirlo”, afirma el cantante, quien para realizar el casting para el musical manejó desde Manta hacia Guayaquil en una madrugada, tan pronto se bajó de un escenario. “Ese día no dormimos nada, pero sabía que tenía que ir, más aún tratándose de Julio”.
Y es que esta pasión que Fernando tiene por el ‘Ruiseñor de América’ la lleva desde que tenía diez años, motivado por su abuela.
“Fue mi abuela quien sembró en mí ese gusto por la música ecuatoriana. Yo crecí rodeado de las canciones de ‘JJ’ y de las anécdotas e historias de él. Fue gracias a sus temas que me inicié en el mundo musical”, dijo el intérprete, quien se escapaba de la casa y corría al mercado a comprar sus discos.
“Realmente me encanta su música. Considero que en el mundo aún no nace un artista como él”, acota el cantautor guayaquileño.
Pero no fue hasta los 15 años, cuando estudiaba en el colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil, que fue descubierto como artista. Un día el joven se encontraba cantando varios temas de Julio Jaramillo en el auditorio principal, cuando las autoridades de la entidad llegaron y lo aplaudieron.
“Fue algo inesperado. Desde que los directivos me escucharon cantar, empecé a participar en varios intercolegiales. Algunos los ganaba y otros los perdía, pero lo importante era que ya me estaba dando a conocer como artista. Siempre canté los temas de Julio Jaramillo. Es más, la gente me conoce por ellos”.
A través de dichos concursos, Fernando conoció al profesor y compañero de canto Carlos Rubira Infante, quien también fue maestro de Jaramillo y formó hace años el dúo Vargas-Rubira.
Asimismo, tuvo la oportunidad de cantar junto a la artista ecuatoriana, Fresia Saavedra, quien también le dio lecciones de canto. Además, conoció a los grandes guitarristas ecuatorianos: los hermanos Pedro Vera (marcación) y Wilton Vera (requinto), con quienes ha grabado varios temas como: ‘Escucha mi ruego’, ‘Tú, mi inspiración’, ‘Al maestro Rubira’ y ‘Alma de Guayaquil’.
“Gracias a Dios inicié en la música en cuna de oro. Logré conocer a tantas personas involucradas en el medio, que me supieron ayudar y guiar. Solo me faltó Julio Jaramillo para estar completo. Me hubiera encantado nacer cuando él aún se encontraba vivo”, expresó entre risas.
La admiración y devoción por el intérprete de ‘Fatalidad’ llega hasta el punto que desde que tiene 14 años acude al Cementerio General cada 9 de febrero para rendirle tributo a Jaramillo e interpretar algunos de sus éxitos, junto a su mausoleo. “Es mi mejor terapia. Yo antes de subir al escenario me tomo unos minutos para evocarlo y dar una buena presentación”.
Sobre la obra, está contento de que llegue a un espacio como el Sánchez Aguilar, evidenciando que Julio era de todos los ecuatorianos y no solo de cierto sector.
“La música de Julio nos pertenece a todos los que amamos nuestra música, y también le pertenece a todos los latinoamericanos que disfrutaron sus temas. Me siento complacido de que en la obra se presenten otras canciones muy bellas que él (‘JJ’) grabó y que son muy poco conocidas. Sé que a todos les va a gustar”, concluye el intérprete. (I)