Fernando Vargas cantó los temas atípicos de Jota Jota
A 36 años de su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1978, Julio Jaramillo sigue estando en la memoria y el corazón del pueblo.
Su música se sigue escuchando en las estaciones radiales del país, y cualquier excusa es buena para evocar aquellas canciones con la que se enamoraron nuestros padres, aquellas que cautivan a los jóvenes de ahora, quienes mantienen vivo el legado que el llamado Ruiseñor de América dejó en los escenarios de toda Latinoamérica.
Y fue precisamente un joven cantante guayaquileño quien evocó su recuerdo y música con el mismo fraseo y sentimiento que Jaramillo tenía en la esquina de cualquier cantina, o las lágrimas de amor y despecho que provocaba desde una rocola.
Se trata de Fernando Vargas, artista juvenil que desde que salió del colegio Vicente Rocafuerte ha mantenido vivo el recuerdo de Jota Jota en todos los escenarios en el que ha podido cantar.
Es un admirador de los boleros, pasillos, valses, pasacalles y todo lo que ‘el machuchín del pueblo’ -como diría Fernando Artieda- cantó y dejó a su pueblo como testimonio del sentimiento ecuatoriano.
Fue así como Vargas, una vez más, subió al escenario de la Escuela Politécnica del Litoral (Espol) para dejar en claro que Jaramillo sigue vigente y convocando gente. Prueba de ello fue ese recinto que lució completamente lleno e inclusive una treintena de personas permanecieron de pie durante todo el evento.
Cerca de las 20:00 del lunes, mientras una leve llovizna caía sobre ese sector de Guayaquil, Vargas subió al escenario ataviado en un terno gris y corbatín de lazo o moño en medio de aplausos y gritos del público como si se tratase del mismísimo Jaramillo.
“Amada es imposible borrar de mi memoria/ me persigue el recuerdo de tu extraño mirar/ Esa risa tan tuya tus labios tentadores/ que dejaron su encanto prendido en mi ansiedad”.
Así comienza el pasillo ‘Reminiscencias’, tema con el que este cantante, de 25 años, abrió su recital acompañado de José Solano (requinto), Jerónimo León Jr. (guitarra), Juan Naranjo (bajo) y Walter Coronel en los timbales.
El vals ‘Para qué se quiere tanto’, fue el siguiente tema de Vargas y uno de los más coreados del público que aprovechó la oportunidad para tomarle fotos con sus celulares.
Tras agradecer al público por abarrotar el recinto y a los auspiciantes, Vargas pidió un aplauso para Jaramillo y dijo que este recital era “muy especial” porque interpretaría algunos temas que grabó Jota Jota pero que el público muy poco recuerda y “siempre piden los mismos en los conciertos”.
De esta manera entonó los pasillos ‘Endechas’ y ‘Limosna de amor’ y el vals ‘Hombre con H’ que fueron bien recibidos por la audiencia que se dio cita desde las 18:00 cuando se abrió el recinto.
“Cantando quiero decirte/ lo que me gusta de ti/ las cosas que me enamoran/ y te hacen dueña de mi/ tu frente, tus cabellos y tu rítmico andar/ el dulce sortilegio de tu mirar...”.
Así empieza el bolero ‘Cantando’ que -según Vargas- muy pocas personas recuerdan y que “es uno de los temas más hermosos que grabó Julio y que se está olvidando por pedir las mismas de siempre, y debemos recordar que él grabó tantos temas que sería injusto cantar las de siempre”.
Pese a ello, los asistentes seguían solicitando sus canciones favoritas como ‘Azabache’, ‘Tu y yo’, ‘Fatalidad’ y ‘El aguacate’. Este último fue el que Vargas complació el pedido del público que enmudeció por la posta de cantantes que tomó.
Mientras hizo un receso, Jacinto Fajardo, reconocido animador y locutor de radio Cristal, se encargó de complementar la función al narrar vivencias de Jaramillo, aunque el público más de una vez le pidió que se callara para que Vargas siguiera cantando.
Fernando se fue de largo con los boleros e interpretó ‘Canta pajarito canta’, ‘Rosario de besos’ y ‘Migajas’.
En la última parte del show, aquel tema que consagró a Jaramillo como el Ruiseñor de América, ‘Nuestro Juramento’, fue coreado de principio a fin por todos los asistentes que estaban dentro y fuera del recinto.
Antes de despedirse interpretó ‘Senderito del alma’, que popularizó Lisandro Meza, pero que Jota Jota ya la había grabado antes que el colombiano. Al final, Fernando Vargas cerró su concierto con un mix que incluyó ‘Chola cuencana’ y ‘Guayaquileño madera de guerrero’. De esta manera, comenzaron los eventos en memoria de Julio Jaramillo, considerado el más grande exponente de la música nacional.