‘Evita: pasión y acción’ recoge la vida de la ‘abanderada de los humildes’
El lado humano de la ex primera dama argentina Evita Perón, un mito que trascendió las fronteras de la vida política y social del vecino país, desembarcó en Brasil con la exposición ‘Evita: pasión y acción’, inaugurada en Sao Paulo.
“Queremos compartir con los brasileños la fuerza y la acción de Eva”, afirmó el ministro de Turismo de Argentina, Enrique Meyer, encargado de inaugurar la muestra en el espacio Ruth Cardoso, de la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp).
Evita, quien fue esposa del tres veces presidente Juan Domingo Perón y murió de un cáncer a los 33 años hace más de seis décadas, es uno de los personajes de la vida pública argentina que se mantiene todavía como un ícono de los avances y logros sociales del país.
“La exposición es un testamento vivo de una de las personalidades más grandes de la historia argentina”, subrayó Meyer en el acto que reunió a empresarios y público brasileños junto con diplomáticos y representantes del gobierno argentino.
La faceta más humana de la carismática exprimera dama podrá verse por los brasileños hasta el próximo 7 de junio en una muestra que reúne vestidos, zapatos, accesorios personales, fotografías, documentos, artículos donados y frases célebres enmarcadas que forman parte del acervo del museo Evita, de Buenos Aires.
Entre los vestidos destaca el confeccionado en seda azul usado por Evita en las recepciones de gala en Recife y Río de Janeiro, durante una gira que hizo por el país en 1947 como embajadora de la paz.
Uniformes y pelotas de fútbol de torneos aficionados promovidos por Evita en las barriadas y los juguetes de los niños desamparados que atendía la fundación creada por ella son otros de los objetos de la muestra. La exposición sobre la intimidad de la llamada “abanderada de los humildes” forma parte de la programación cultural con motivo del Día de la Revolución Argentina de 1810, que se celebrará mañana.
En la muestra, el artista plástico Juan Maresca recrea la idea imaginaria de si Juan Domingo y Evita Perón hubiesen nacido en Brasil, con una serie de pinturas en la que los dos personajes de la vida política argentina son retratados con trazos brasileños, en particular de la cultura del nororiental estado de Bahía.
Maresca, argentino radicado en Brasil, hace la misma comparación con el ex presidente brasileño Getulio Vargas y su esposa Darcy Vargas, en el hipotético caso que ambos hubiesen sido argentinos.
La presidenta del museo Evita y sobrina nieta de la exprimera dama, Cristina Álvarez Rodríguez, señaló que la muestra llega a la céntrica avenida Paulista “para mostrar a una mujer de coraje”. “Su trabajo hizo una revolución social en paz, otorgando derechos a los niños, a los ancianos con el sistema de pensiones, el derecho al voto femenino y al trabajo digno”, apuntó Álvarez Rodríguez.
El curador de la exposición, Gabriel Miremont, expresó que la intimidad de Evita, a través de sus objetos personales, muestra “una mujer fuerte, con mucho que decir, proponer y hacer”.
Eva Perón enfermó de cáncer de cuello uterino. Su primera manifestación sucedió el 9 de enero de 1950 cuando sufrió un desmayo en el acto de fundación del Sindicato de Taxistas.
A comienzos de 1951 vuelve a desmayarse en la Fundación Eva Perón, razón por la cual trasladó su oficina a la residencia presidencial, ubicada en aquel entonces en Austria y Libertador, donde hoy se encuentra la Biblioteca Nacional.
El 15 de octubre publicó su libro ‘La razón de mi vida’, escrito con la ayuda del periodista español Manuel Penella, entre otros, con una primera edición de 300.000 ejemplares. Después de su muerte se convertiría en libro de lectura en las escuelas.
El 18 de julio de 1952 entró en coma por primera vez. Recibió radioterapia en varias ocasiones. Se presume que recibió una lobotomía para paliar el dolor provocado por el avance del cáncer. Murió a la edad de 33 años, el 26 de julio de 1952 a las 20:23, pero al comunicar el fallecimiento el subsecretario de Informaciones, Raúl Alejandro Apold, cambió la hora por la de 20:25, que consideró más recordable y a partir de entonces y hasta la caída de Perón cuando llegaba la hora indicada en todas las radios se escuchaba que eran “las 20:25, hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad”.