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Mañana será el primer festival de acetatos en el guayaquil social club

El vinilo se resiste a morir en la era del disco digital

El vinilo se resiste a morir en la era del disco digital
30 de enero de 2015 - 00:00

Roberto Arias no recuerda el nombre de aquella estadounidense que vivió durante tres meses en su casa cuando él tenía 10 años.

Lo que sí rememora con claridad es que esa ‘gringuita’ llevaba consigo un long play de The Rolling Stones, que lo escuchaba varias veces al día, quizás para concentrarse en las tareas colegiales que le mandaban. Ella había llegado a casa de Roberto como parte de un intercambio cultural, mientras Monsi, la hermana de él, había viajado a Estados Unidos.

Era 1968. La ‘gringa’ se fue, pero el disco ‘Between the buttons’, que había comprado un año antes, quedó en manos de Roberto. Fue su primer LP, aunque en su casa había varios, de sus padres. Uno de los Iracundos se llevó la estadounidense, quien durante su estadía nunca pudo aprender el castellano.

Roberto Arias, quien durante tres décadas fue diseñador gráfico de un diario guayaquileño y ahora tiene 57 años, no se considera un coleccionista de discos de vinil. Más bien se define como un melómano, pues aprecia tanto el rock clásico como la salsa dura de la Fania, pasando por el blues y el jazz. Reconoce que lo suyo es más bien por convicción. Para él, el sonido del vinilo es más fiel que la música digital.

En la planta alta de su casa, en la ciudadela Nueve de Octubre, tiene su propio refugio:una habitación donde permanecen sus casi 1.200 discos en sus estanterías. Entre las 3 y 5 cinco de la tarde suele tocarlos en una de las 5 tornamesas que tiene y dejar que el sonido salga de los 10 parlantes que posee.

Él participará del primer festival del vinil que se realizará mañana en el Guayaquil Social Club. Ahí llevará algunos de sus acetatos, entre ellos otro de los Stones, el ‘Sticky fingers’ original, que tiene la censurada portada de un pantalón con una cremallera para subir y bajar.

A la cita es posible que acuda el septuagenario Carlos Wong Silva, considerado como el más grande coleccionista de vinilos en Guayaquil.

“Creo que tengo unos 300 mil discos que he adquirido durante 60 años. Los primeros que tuve fue de tangos argentinos y pasodobles españoles que estaban de moda. El primero  fue a los 13 años y se llama ‘Yira, yira, de Enrique Santos Discépolo. No cambio los vinilos por su sonido especial”, dice el también contador jubilado, quien es padre de los músicos Willy y Lalo Wong.

Antonio Vergara, músico, productor y docente, coincide con Arias y Wong. Él explica por qué el sonido del vinil es mejor que el de los CD y reproductores.

“Los discos de acetato fueron creados a partir de una cinta. Esta es una banda impregnada con microscópicas limaduras de hierro. A esas cintas se las conoce técnicamente como máster análogo, mientras que los discos compactos fueron creados desde un máster digital, es decir unos conversores de señal electromagnética, que al reproducirlos permiten una lectura de datos”, indica el docente.

Vergara añade que “el vinil está grabado con una frecuencia de 48 kHz. Eso quiere decir que la música almacenada en ese formato puede dividirse en 48 mil pedazos por segundo. En cambio, un CD está hecho con una frecuencia de 44.1 kHz, con lo que se pierde el sonido real de la grabación, es decir lo que conocemos como ‘fidelidad’.

“Una ventaja de los acetatos es que al grabar se puede sobrepasar el límite de señales, mientras que en el compacto se pierde la originalidad y pureza sonora porque su formato no permite sobresaturaciones al grabar”, finaliza.

No obstante, existe una nueva generación de amantes de la música que está conociendo la riqueza del sonido del vinil, al punto de dejar a un lado lo digital.

“Es posible que algunos lo hagan por esa curiosidad. Otros más viejos por la nostalgia de escuchar los discos que antes se fabricaban. Eso conlleva a conseguir rarezas, la mayoría importadas. Yo he conseguido mis discos en Panamá, Estados Unidos y, por supuesto, Ecuador”, concluye Roberto Arias, un defensor confeso del vinil.

Datos

La primera feria del vinil tendrá la participación de 10 exponentes que vendrán desde Quito. El resto de participantes serán coleccionistas que viven en Guayaquil.

Guayaquil Social Club, sede del festival, está situado en Rocafuerte 304 y Loja. Estará abierto desde las 10:00. Las exposiciones tienen previsto terminar a las 19:00. Serán unos 2 mil discos en exhibición.

Los géneros que se apreciarán son el rock, blues, pop, metal, new wave, hip-hop, electrónica, salsa, jazz y rarezas, importados de EE.UU., Inglaterra y Alemania, más ediciones nacionales.

En la feria se podrá vender e intercambiar discos. Estará el DJ Rob (Chile). Después de la feria habrá una electro fiesta con dub, reggae, rap y más géneros.

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