Cuando Guillermo Dávila emprendió su carrera musical en el 82, tras ganar popularidad por su papel de “El Musiquito” en la telenovela Ligia Elena, tuvo que lidiar con aquellos que se negaban a colocar sus canciones en la radio por creer que su propuesta era un rock pesado.

Incluso hubo sellos disqueros que devolvieron sus canciones. “Ellos me decían, pero, oye, eso es muy rockero y no lo va a entender el público. Pero lo que realmente pasaba era que estaba muy adelantado musicalmente, para lo que se estaba escuchando en esa época”.

Ahora, con 57 años, de los cuales treinta los ha dedicado a la música, Guillermo se encuentra en una etapa en la que asegura se está sintiendo más libre. “Hago mi música como a mí me gusta. En lo personal, me encantan muchísimo las baterías bien pesadas, guitarras bien rellenas, alternadas con cuerdas, violín, chelos; pero eso no quiere decir que sea rockero, sino, más bien, tiene ver con la formación musical”.

Precisamente, todo eso de lo que habla es lo que tiene su nuevo disco, aún sin nombre, que espera presentar este año, después de pasar trece de no lanzar uno. Explica que la razón por la que dejó pasar tanto tiempo se debe a su exigencia. “El año pasado terminé de grabar un álbum, pero lo desbaraté porque no me gustaba y empecé de cero”.

Esta vez asegura que es diferente con su nuevo material, al que ya le da sus últimos toques. “Estoy bastante contento con la sonoridad que tiene, y si ya hay cosas que no me gustan, no les voy a hacer caso. Quiero que cuando mis hijos escuchen una música mía no digan eso componía mi padre, uy... que vergüenza. Mi propósito es dejar un trabajo bueno, de calidad, algo que sea mucho más que pegar una canción”.

Cuenta que el disco está compuesto por nueve temas inéditos. Uno de ellos se lo compuso a su hija María Elena. “Es una canción hermosa, de un romance de padre e hija y viceversa. Lleva la fuerza y energía de lo que sucede en la música”.

También contendrá dos de sus más clásicos éxitos, que escogerá de conciertos  grabados en vivo, entre ellos aparece como opción el famoso Sólo pienso en ti, que sonó por primera vez en el melodrama Ligia Elena. “La gente  tiene grabadas las canciones de hace muchos años, y es bueno que tengan un recuerdo de cómo suenan actualmente”.

Esa misma razón lo llevó a hacer una versión nueva del tema Si dices que te vas, que hiciera famoso el italiano Massimo Di Cataldo, en el que los riff de las guitarras y la batería le ponen el toque diferente.

El caraqueño relata que la canción que eligió como promocional del material la escuchó hace seis años. “Me gustó por la letra, que es muy buena. Cuando uno produce teatro o escribe, percibe ciertas cosas que se pueden manejar y transmitir. La parte de interpretación y teatro te ayuda a dibujar ese tipo de atmósfera”.

Por eso, para el videoclip del tema recurrirá a tener como locación las tablas. “Hay una escena en la que la modelo  abre el portón del Teatro Bellas Artes de Puerto Rico, en el que me voy a presentar, y cuando lo cierra, se ve que ya estoy adentro. Es un poco ilógico, pero simpático”.

Es la experiencia que le dejó el estar ligado al teatro. Y es que antes de incursionar en las telenovelas, que, según él mismo, lo ayudaron a “difundir mis cualidades como actor y cantante”, Guillermo estudió en en Arte y Venezuela, una escuela de capacitación integral para las artes escénicas.

Allí tuvo como profesores al creador de los Muppets, Jim Henson, y al ganador del  premio mundial de actuación, el  chileno Fernando Josseau, famoso por la obra El prestamista.

De su paso por ahí recuerda que a diferencia de cómo son formados los actores de ahora, a él lo “ponían a barrer los alrededores del teatro, hacer reparaciones, mantenimiento a los aires y otras veces estar en taquilla”. Todo era parte de su formación como actor, que más tarde supo combinar con la música.