Hace cinco años, cuando terminó sus estudios universitarios, ingresó a efectuar una pasantía como reportera en el programa ‘Cosas de Casa’, de TC Televisión, y luego se vinculó con el departamento de noticias del mismo. Esa fue la primera experiencia en un medio de comunicación que tuvo la quiteña Ana María Suárez.

A los dos años de haber ingresado a dicho medio se involucró con la comunicación organizacional al aceptar el cargo de directora de comunicación en el Cuerpo de Bomberos de Quito, por lo que se desvinculó de la televisión. Sin embargo, en febrero de 2011 regresó a formar parte del equipo de TC, pero en esta ocasión, como presentadora del programa matutino DespierTC, en el que espera continuar por más tiempo, según cuenta Ana María, quien el pasado viernes festejó su cumpleaños número 29.

¿Cuál fue la mayor diferencia que notó al pasar de reportera a presentadora?

Tuve que probar en otro ámbito a lo que estaba acostumbrada, aunque me encanta estar en las calles como reportera, ir al lugar de la noticia y narrar lo que sucede. Como presentadora tengo más responsabilidades, para muchos es algo fácil, algunos colegas o amigas me decían: “chévere, solo vas a leer”. Eso no es así, incluso, a Santiago Naranjo y a mí nos dieron una capacitación y se hicieron prácticas antes de lanzar el proyecto.

¿Qué le gustó de esta propuesta que la hizo regresar a Tv?

Considero que es diferente al resto de noticieros locales porque tratamos inmediatamente de buscar resolver el problema. Nosotros receptamos la denuncia, vamos al barrio, y al siguiente día ya estamos con las autoridades, y máximo en una semana ya le damos la posible solución a la comunidad.

En las mañanas se dedica al noticiero.... ¿y por las tardes?

Yo duermo poco porque tengo la costumbre de acostarme después de las once de la noche y me despierto a las cuatro y cuarto de la madrugada, pero cuando amas tu trabajo eso no te cuesta. En el noticiero estás al aire desde las seis hasta las ocho y media, luego tenemos una reunión editorial para ponernos de acuerdo en los temas. Por las tardes trabajo en el Municipio, desde febrero de este año estoy a cargo del departamento de comunicación del Mercado Mayorista, que se convirtió en empresa pública metropolitana. Es una experiencia la que vivo y nuestra meta es convertirnos en grandes mercados, como los de México y Brasil.

¿Y luego del trabajo?

Ya en la noche llego a casa y comparto con mis padres y mis tres perritos que son mi pasión. Apolo tiene 8 años y es el primero que tuve, es un pastor alemán. Luego adopté a Bull y hace poco rescaté a una que encontré en un redondel cerca de mi casa. Cuando llego me gusta sacarlos a pasear, igual los fines de semana. Desde las siete de la noche hasta las ocho tengo una rutina de gimnasio, tres veces a la semana.

Muchas personas la conocen por su apoyo a fundaciones de rescate animal...

Sí, participo con las fundaciones ‘Camino a casa’ y ‘Defensa vida animal’, son animales rescatados de la calle, atropellados, en situaciones vulnerables. Somos un grupo de rescatistas que nos reunimos a veces los fines de semana, pero cada quien tiene sus obligaciones por lo que cada vez es más complicado, pero cuando existen casos de emergencia lo que hacemos es llevar al animal al veterinario. La mayoría de los rescatados son perritas preñadas por lo que cada uno de nosotros adoptamos uno, Bull precisamente fue de una de las rescatadas.

¿El deporte ha sido parte de su vida?

Desde niña me interesó la gimnasia olímpica, y como vivo cerca de la Concentración Deportiva de Pichincha siempre estuve practicando. Me gusta ir al gimnasio por salud, más que por estética, y así me mantengo activa con el horario pesado que tengo, el ejercicio es lo que me permite estar de pie.

¿Le costó adaptarse al horario y ritmo de vida que lleva actualmente?

Sí, bastante. Cuando uno está en la universidad se duerme más y se levanta solo a hacer deberes. El despertarme en las madrugadas no fue fácil, incluso un par de veces me quedé dormida en el trabajo por la tarde porque no me acostumbraba a despertarme a las cuatro. Además es una jornada entera y no había un lapso en el que podía dormir una siesta, por lo que cuando termino mi jornada voy a mi casa, ya en mi cuarto caigo rendida, y así descanso para estar lista al siguiente día.

¿Piensa continuar en el noticiero o tiene otros planes en los medios?

Yo quiero seguir en DespierTC. Buscamos consolidarnos como un noticiero de familia, de casa. Trabajaremos en varios proyectos muy lindos, en los que entraremos a los hogares de nuestros televidentes, por lo menos una vez a la semana, queremos transmitir el programa desde una casa, compartir un café, desayunar con ellos, salir con los niños y niñas hasta el expreso. En los 45 minutos que dura el espacio, compartir con una familia. Tenemos varios proyectos a futuro y la idea es posicionarnos cada vez más, en febrero apenas cumpliremos 3 años, y queremos irnos de largo.

¿Ha recibido propuestas de otros canales de televisión?

No de televisión, pero recibí una propuesta para la página web de El Ciudadano, pero aún no he tomado una decisión porque debería ajustar mis horarios, sé que es un proyecto de ocho a nueve pero lo estoy considerando. Eso sería algo adicional a lo que estoy haciendo, sin dejar a TC mi canal.

Dejando el trabajo a un lado, ¿qué le gusta hacer en su tiempo libre?

Pasar con mi familia. También le dedico tiempo a la fundación, conociendo las necesidades, viendo muchas realidades y tratando de aportar en algo. Hay gente que no cree en esto (rescate animal), pero quisiera consolidar este proyecto, por eso incentivo a amigos, a personas que crean en estos animalitos que no tienen voz, y que sean tratados como un ser vivo y no como un objeto. He visto casos tan impactantes que no puedo creer tanta maldad en el ser humano. Esa es una de mis metas a futuro, sacar adelante la fundación y conseguir recursos y alianzas internacionales; incluso, tenemos una señora en Houston que nos pide que le enviemos perros porque les consiguen un hogar y los tienen bien cuidados.

¿Hace qué tiempo se involucró con este tema?

Toda la vida me ha gustado esto del recate animal, pero  hace cuatro años soy parte de la fundación Defensa Vida Animal (DVA). De niña decía que quería ser veterinaria porque siempre me han gustado los perros.

¿Y por qué cambió de profesión?

No soporto ver cuando los están operando, justo esta semana rescaté a una perrita y vi parte de su operación, casi me desmayo. Pero sigo con esto porque a pesar de todo el maltrato que reciben su ley es brindarnos amor.