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El Telégrafo
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Guillermo y Kate sellaron su amor con dos besos

Guillermo y Kate sellaron su amor con dos besos
29 de abril de 2011 - 07:34

El príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona británica, y su novia Kate Middleton se casaron hoy en la abadía de Westminster en una ceremonia llena de pompa que atrajo una enorme audiencia en todo el mundo e insuflado una nueva vida a la monarquía.

Guillermo, de 28 años, y Middleton, de 29, intercambiaron sus votos ante casi 2 000 invitados en la abadía y ante una audiencia en televisión e internet de millones de personas.

Fueron declarados casados formalmente por el arzobispo de Canterbury Rowan Williams, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra.

"Pronuncio que sean hombre y mujer juntos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén", dijo Williams.

guillermo_katePreviamente, los novios prometieron "amarse, confortarse y honrarse" en los votos matrimoniales que intercambiaron frente al altar y el príncipe Guillermo puso el anillo a la novia, una alianza de oro regalado por la reina, procedente de una mina del País de Gales, tal y como establece la tradición de la monarquía británica.

La pareja utilizó para la ocasión la ceremonia prevista en la Serie Uno del Libro de Oración Común de la Iglesia de Inglaterra.

Eran las 11.14 hora local (10.14 GMT), momento en el que Catalina se convirtió en su Alteza Real la duquesa de Cambridge, un título que Guillermo recibió por la mañana de su abuela, la reina Isabel II.

Todos los ojos estuvieron puestos en una contenida y emocionada Catalina, vestida con un elegante vestido color marfil, diseñado por Sarah Burton para la firma del fallecido Alexander McQueen.

La pareja sonrió y se miró constantemente a los ojos mientras intercambiaron los votos matrimoniales, flanqueados por el príncipe Enrique, hermano de Guillermo y padrino en esta boda, y de Michael Middleton, padre de Catalina.

La ceremonia se desarrolló con precisión matemática y solo hubo un momento de duda cuando Guillermo tuvo problemas para poner el anillo en el dedo anular de la mano izquierda de su esposa.

El príncipe Guillermo no llevará alianza de casado.

El "sí quiero" fue recibido con júbilo en todo el país, donde millones de personas siguen en las calles y en sus domicilios la que ha sido declarada como la primera "boda del siglo XXI".

Durante la ceremonia se escuchó música de otros famosos compositores británicos del siglo XX como Edward Elgar, Vaughan Williams y Benjamin Britten.

Guillermo y Catalina han querido recordar el matrimonio en 2005 del príncipe Carlos y Camilla, la duquesa de Cornualles, incluyendo una composición de Maxwell Davies, titulada "Farewell to Stromness", que sonó ya en aquella boda.

Catalina quiso además incluir una popular canción del folclore de origen isabelino, titulada "Greensleeves", a la que hace ya referencia William Shakespeare en su comedia "Las alegres comadres de Windsor".

El toque de modernidad lo puso una fanfarria especial titulada "Valiant and Brave", lema del escuadrón de búsqueda y rescate de la Royal Air Force al que pertenece el príncipe de Gales.

La fanfarria, de medio minuto de duración, fue interpretada por siete trompetas y un tambor de la Banda Central de Royal Air Force en el momento en el que los recién casados iniciaron su camino hacia la salida por la Gran Puerta Occidental de la abadía.

El recorrido en carroza

Tras un servicio religioso de poco más de una hora de duración y de firmar en el registro de casados, los nuevos duques de Cambridge salieron del templo al repique de campanas y entre gritos de la multitud congregada.

Los recién casados se subieron a una carroza 1902 State Landau tirada por cuatro caballos blancos y acompañada por cocheros y dos jinetes en caballos negros, seguidos de la guardia real montada a caballo.

La State Landau es la misma que utilizaron el príncipe Carlos y Diana en el recorrido que hicieron entre la catedral de San Pablo y el palacio el día de su enlace matrimonial, el 29 de julio de 1981.

Los novios realizaron un breve recorrido por las avenidas céntricas de Londres, como Pall Mall y Whitehall, para saludar a las miles de personas que flanquean las calles, hasta llegar al palacio.

En las céntricas calles de Londres, miles de ciudadanos desafiaron hoy a los partes meteorológicos -que preveían chubascos- para agolparse a lo largo de la ruta que siguió el cortejo nupcial.

Ese riesgo de chubascos no impidió a los numerosos curiosos celebrar por todo lo alto en las calles de la ciudad este casamiento, ataviados con parafernalia propia para la ocasión como gorros, banderas o camisetas.

El beso esperado

No fue uno, sino dos. Los nuevos duques de Cambridge regalaron a la población el momento más esperado al darse hoy dos tiernos besos en el balcón del palacio de Buckingham ante miles de personas congregadas en el lugar.

La pareja repitió la escena de los padres de Guillermo -el príncipe Carlos y Diana de Gales en julio de 1981- al darse un beso ante miles de personas que gritaban "Guillermo y Catalina".


Después de los recién casados, salieron al balcón la reina Isabel II y el duque de Edimburgo; los padres de Catalina, Michael y Carol; el príncipe Carlos y Camilla, duquesa de Cornualles.

El balcón fue adornado por una cortina de color carmesí y contaba con ribetes amarillos, color que sintoniza con los tonos dorados de algunas de las rejas de la residencia oficial de Isabel II.

Tras la aparición en el balcón, el vuelo rasante de varios aviones de la Real Fuerza Aérea británica (RAF) irrumpió en el cielo sobre el palacio, dando punto final a la ceremonia del enlace.

Los aviones utilizados en este vuelo fueron un Lancaster, un Hurricane, un Spitfire, dos Tornado GR4 y dos Typhoons.

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