Haber sido una de las bailarinas del programa infantil Nubeluz, a la edad de 10 años, le hizo pensar -por un momento- a Anna Carina que lo suyo sería la danza.  

La historia se desarrolló de manera diferente. Precisamente en Nubeluz, en el que estuvo 5 años, descubrió su habilidad para componer y su pasión por la interpretación.

Anna Carina cuenta que aunque tenía claro lo que quería, aún faltaba algo que le hiciera sentirse segura de lo que había elegido: dedicarse a la música. Esa señal llegó cuando conoció al cantante Pedro Suárez Vertiz, a quien considera su maestro.

La cantautora, de 29 años, relata que Suárez la animó a participar como representante de Perú en el Festival Viña del Mar de Chile, con el tema “Hay un modo”, que él compuso. El resultado fue el segundo lugar en la categoría Internacional.

“Fue mi primera presentación en el escenario ante miles de personas y a ese nivel”, recuerda la artista, quien el próximo 12 de julio -en Perú- abrirá el concierto del boricua Marc Anthony.

El siguiente paso de la cantante fue viajar a México para participar en el vigésimo octavo festival OTI de la canción, en el que quedó entre las diez semifinalistas. Con estas dos experiencias, Anna Carina decidió trabajar en su primer disco “Algo personal”, el que lanzó en 2002.

El álbum fue su debut como cantante y compositora. Y aunque no obtuvo la aceptación que esperaba, volvió a intentarlo en 2005 con su segundo material “Espiral”, con el que avanzó un poco más lejos. 

Así, Anna Carina  empezó a trabajar en la internacionalización de su figura y en los videoclips de sus temas “Más allá de ti”, “Dime” y “Sólo un segundo”, dirigidos por Percy Céspedez, lo cuales consiguieron rotar en las cadenas  MTV, HTV y Ritmo Son Latino. Después de esto, la artista decidió alejarse por dos años de la escena musical. Según cuenta,  el tiempo que se tomó le sirvió para preparar su tercer material titulado “Annacarinapop” que presentó hace un par de años.  

Anna Carina explica ahora que el primer álbum fue como un experimento, porque tenía variados ritmos como pop, baladas, canciones rockeras, el segundo  -dice-  empezó a definir su estilo musical; mientras que “Espiral fue un disco más orgánico, inclinado hacia el pop rock y en el que prescindía de muchos efectos”.

Con el tercero álbum la cantante asegura que se reinventa y renace con fuerza. “Sentía que quería dar algo más, no solo agarrar la guitarra y cantar sino incluir el baile, otra de mis grandes pasiones. Este álbum es mucho más dance, explosivo y rítmico”, señala.

El material está compuesto por 10 temas de su autoría y la  producción corrió a cargo de Francisco Murias, quien trabajó también en sus anteriores discos. La producción fue masterizada en Audio Vision Studio, en Miami, por donde han pasado artistas como Whitney Houston, Pink y Ricky Martin.

La artista asegura que a diferencia de las anteriores producciones esta le ha generado más de una satisfacción. Entre ellas nominaciones a premios y que sus temas vuelvan a rotar en MTV.