‘El Pobre Diablo’ ofrece un ambiente rodeado de música, arte y comida típica
Veintidós años han pasado desde la primera vez en que ‘El Pobre Diablo’ abrió sus puertas para ofrecer al público comida típica nacional, jugos, licores y música en vivo. Todo ello en un ambiente de tranquilidad, donde ecuatorianos y extranjeros dejan de lado sus labores cotidianas para desestresarse.
Según comenta José Avilés, su propietario, el lugar se creó enfocándose en la imagen de las cantinas y bares populares, es por ello que la estética y decoración del local mantienen un estilo rústico.
“La idea fue crear un sitio en donde pudieran reunirse amigos que tenían cosas en común, con la fotografía, el arte, la música”, agrega Avilés, quien también habla acerca del nombre de este sitio. Según indica, se lo escogió refiriéndose a una palabra popular de nuestro medio, cuando a ciertos individuos se les dice que son unos pobres diablos.
“El nombre tiene una manera irónica de lo que es ser latinoamericano y ecuatoriano. Además hace referencia al barrio popular Ferroviaria Alta, ubicado al sur de Quito, al que se lo conocía como ‘Pobre diablo’. Hay varias razones por las que tomamos este nombre, refiriéndonos a lo popular. El logotipo del local es un escudo con la imagen de un mono”, manifiesta Avilés.
Comidas y bebidas
El local, ubicado en Isabel La Católica N24-274 y Galavis, sector La Floresta, atiende de lunes a sábado desde las 12:30, puesto que también ofrece servicio de restaurante.
El menú es variado y los platos que se servirán cada semana se encuentran en su página web ‘elpobrediablo.com’, esto con el fin de que el público conozca el menú de forma anticipada, antes de llegar al lugar. En las tardes está disponible el servicio de bar y cafetería. “Las comidas siempre están mezcladas, entre lo nacional, popular e internacional”, aclaran los dueños.
Entre los platos de la casa está ‘El pollo del pobre’ y ‘El locro del pobre diablo, que muchos de los clientes los acompañan con vinos hervidos o canelazos, bebidas típicas de la ciudad.
Asimismo no puede faltar en la carta el seco de chivo, encocados y las tradicionales empanadas de viento, morocho y verde. También cuentan con variados platos de carnes.
Música y arte
Los conciertos en vivo que se realizan, al igual que las exposiciones de fotografía y pintura que se presentan en la galería de arte ‘El container’, situada en la parte frontal del restaurante-café-bar, son los atractivos principales del sitio.
Muestras de arte contemporáneo se exhiben en distintos horarios para que el público pueda empaparse de arte. Además se ofrecen talleres de fotografía para quienes estén interesados en esta actividad.
“La galería está abierta a lo largo del día y los talleres se realizan en las tardes. Los conciertos se desarrollan en la noche, los miércoles, jueves y sábado. Siempre hay grupos en vivo que tocan los géneros que van por nuestro eje, como el jazz, blues, y con músicos que se relacionen con estos sonidos”, explican los propietarios.
Quienes participan en estos conciertos reciben un porcentaje del valor de las entradas. El bar les facilita un escenario con equipos para su presentación.
El valor de la entrada está entre 5 y 10 dólares, dependiendo de los artistas que se presenten. Cuando no hay conciertos en vivo, los clientes no pagan al ingreso, solo el consumo. Entre semana, el servicio de licores está disponible hasta la medianoche y los viernes y sábados hasta la 01:00.
Mañana se presentará el concierto ‘Uma Coisa de 9 Pare de Sofrer’, desde las 10:00. El valor de la entrada es de 6 dólares.
La siguiente exposición de arte, denominada ‘Fobia’, se inaugurará el 14 de agosto. Esta es una muestra de ilustración de Ernesto Salazar Rodríguez, que estará abierta al público con entrada libre hasta el 21 de agosto.