El ‘Maestro luchador’ sigue los pasos de Rocky
Un despreocupado maes-tro de escuela encuentra un motivo por el cual luchar, echando mano a su afición de juventud en las Artes Marciales Mixtas. Ocurre que por problemas financieros, el director del colegio decide cerrar la clase de música dejando sin trabajo a un genial profesor que ha dado la vida por sus niños.
En síntesis, esa es la historia del nuevo ‘Maestro luchador’ que desde hoy se puede apreciar en las pantallas de cine de todo el país.
Este trabajo, que es protagonizado por Kevin James y dirigido por Frank Coraci (juntos una vez más después del ‘Guardián del zoológico’), inunda la pantalla con una cuota de buen humor en medio de producciones premiadas que aún se exhiben.
Si usted es asiduo al cine y gusta de filmes exquisitos es preferible que sepa que este no lo es y se trata del típico producto americano, donde las torpezas son la esencia de los filmes y roban más de una carcajada.
El ‘Maestro luchador’ es una de esas películas que juega muy bien con la ironía y lo subreal de manera superficial. No obstante, hay algo que entretiene y que se atreve a hacer una profunda crítica al sistema educativo estadounidense y a presentar un país donde la diversidad de razas y personas de todas partes del mundo forman esa nación.
Ese mensaje es uno de los grandes logros de la cinta, un mensaje crítico de diversidad, de aceptación y de la creencia en uno mismo. Otra de las características positivas es que no recurre al humor básico para llegar al respetable.
Además, para quienes gustan de las luchas, la película presenta una serie de bien armadas escenas en el cuadrilátero que no tienen nada que envidiar a cualquier buena escena de acción de otras cintas y que mantienen al espectador al borde de su asiento y que se ve el gran esfuerzo que hizo el actor para esas escenas.
En resumen, la clásica historia estilo Rocky, una fórmula conocida pero efectiva, da vida a esta simpática película, muchas veces emocionante, predecible hasta decir basta, pero que cumple su cometido de hacer reír y que sus personajes lleguen al público. Pero como siempre, son los espectadores quienes tienen la última palabra.
Acuda al cine más cercano y disfrute de esta película si quiere pasar un par de horas riendo a más no poder.