Más de treinta trajes autóctonos de la cultura china se exhiben en el Museo Municipal de la ciudad, gracias a la cooperación con el departamento de Gestión Cultural de la Embajada de China en el Ecuador.

La muestra es un agradecimiento por la apertura que Ecuador le ha dado a China a lo largo de las décadas, según Wang Weihua, cónsul general de ese país asiático en esta ciudad.

La muestra tiene como objetivo dar a conocer las costumbres de las personas de esta región asiática divididas en 33 etnias diferentes.

En cada uno de los trajes se puede constatar la situación política, económica, social, militar, religiosa que a través del tiempo han hecho de la cultura china un arte milenario.

Entre las culturas representadas en este espacio consta la Bai, Yao, Kirgiz, Lhoba, Hani, Maonan, Blang, Mongol, Miao, Gaoshan, Manchu, Tata, Hezhen, Zhuang, Doi, Mulán, Bouyei, Lahu, Oumi, Xibe, Han, Galeo, Dong, Tibetana y Shui, entre otras.

Las minorías chinas comprenden el 8 por ciento de la población de ese país, cuyos trajes varían en gran medida dependiendo el ambiente natural en donde se desarrolla la cultura, así como su producción e historia.

La gran calidad de los estilos, así como la abundancia de los colores y telas, describen los cambios sociales experimentados por estas agrupaciones. Sus trajes son la narración viva de sus creencias religiosas.

El diplomático comentó que uno de los aspectos más interesantes de la exhibición es la similitud entre la cultura oriental y la ecuatoriana. “Visiblemente podemos darnos cuenta de que los trajes de ciertas etnias de mi país se parecen bastante a los de las pequeñas poblaciones de la zona andina de este país. Es interesante ver cómo los colores y las texturas armonizan perfectamente con lo tradicional de Ecuador, un país que está miles de kilómetros distante”, comentó.

Leyendas y tradiciones

La vestimenta de las minorías orientales son famosas en el mundo por sus vivos colores, su refinada factura y su hermoso diseño. Las características de los vestidos de cada minoría están estrechamente vinculadas con la cultura y sus hermosas leyendas que se generan.

En estas antiguas leyendas, la gente puede ver que las características de estos ropajes no solo son parte de la exquisita artesanía de las minorías, sino que también constituyen una herencia de la tradición cultural, en la que se enraízan las ricas costumbres sociales y la cultura.

Los sombreros, debido a la importancia de su imagen y a que son parte clave del vestido tradicional de la etnia, reciben la máxima atención y son una muestra de la especificidad de una cultura. Algunos sombreros reflejan el origen de la etnia, mientras otros son reflejo de la sabiduría de los antiguos.

Todas las muchachas de la etnia Yi llevan un hermoso sombrero con cresta. La historia que cuenta el origen de este peculiar sombrero es la siguiente: Hace mucho tiempo, había una pareja que vivía felizmente. Un día, un demonio destruyó su pueblo. Para proteger a los habitantes, la pareja luchó contra el maligno, pero fracasó. En un momento crítico, un gallo cantó y el sol salió, lo cual asustó al demonio, que salió huyendo, permitiendo a la pareja escapar.

Desde entonces, la etnia Yi cree que el gallo puede traerles seguridad y felicidad. Por ello, hasta hoy, todas las muchachas Yi llevan un sombrero con cresta que simboliza el gallo y trae buenos auspicios. Los grupos étnicos Hani y Bai también usan sombreros con cresta, pero de forma diferente. Por ejemplo, en la provincia meridional de Guizhou vive una rama de la etnia Miao, conocida como ‘Miao de la cornamenta’.

Con una población de 6 mil personas es una de las etnias que cuenta con menor número de individuos de toda China. Guardan su estilo de vida tribal originario en el Monte Daqing, a 1.600 metros de altura.

Todas las mujeres de esta minoría tienen el pelo largo, con una cabellera que pesa entre 3 y 6 kilogramos. Enrollan su pelo con una pieza de madera en forma de cuerno de vaca que mide entre 0,5 y 0,7 metros. Para hacer que el recogido parezca más grande, las mujeres también enrollan lana junto con el pelo. El nombre de esta minoría procede precisamente de este tipo de peinado.