En la entrega anterior sobre el origen y el paso de los DJ que animaban fiestas a mezclar música electrónica, tema publicado el sábado pasado, George Leví mencionó: “En la actualidad, con la digitalización de la música y la democratización que permite Internet, ahora cualquiera se autodenomina DJ, solo porque maneja un par de equipos y tiene programas para mezclar en su laptop. Pero en estos tiempos es necesario que el pinchadiscos sea un artista integral, no solo que junte dos canciones, sino que también cree nuevos temas. Si ahora no produces, no eres nadie”.

Ya sea por clases particulares o academias que enseñan a manejar equipos y softwares para combinar y crear música, algunos DJ opinan que es correcto que en estos tiempos se profesionalice la labor del ellos.

DJ Romo, de 24 años, se involucró en 2004 en la escena electrónica y luego se convirtió en ‘crossover’ (música variada). En 2010 se dedicó a las matinés de música electrónica en el sur de Quito, que luego se derivó en el movimiento Quito Rave.

Hace cinco años creó -con su padre- Romo DJ Academy, donde se enfoca exclusivamente el estudio necesario para ser un DJ profesional, con tecnología, software y otros trabajos orientados a transmitir este conocimiento.

“La idea es que ser DJ sea mucho más que un oficio, y a través de la academia lo tratamos como una ciencia. Se dan clases de música, pedagogía y demás. Se formó un círculo en el que trabajamos con los mejores DJ del Ecuador. La idea es que ellos se profesionalicen, sean puntual, responsable, que no tome licor en las presentaciones. Todo eso se inculca para que un pinchadiscos sea considerado un artista profesional”, manifestó Peter Romo.

El joven señaló que para que alguien sea identificado como DJ profesional, la Federación Nacional de Artistas Profesionales del Ecuador (Fenarpe) entrega una licencia que los acredita, luego de una prueba y al presentar los respectivos títulos de estudios.

Romo indicó que el costo para la audición es de $ 40 y el aspirante debe presentar una carpeta con toda su experiencia. Si aprueba, después de dos semanas se le da el documento, que cuesta $ 25.

Al respecto, Max Maldonado, conocido como DJ Imax y con más de 10 años de experiencia, cree que es necesario que los artistas electrónicos alcancen un mejor nivel para que lleguen a ser exitosos fuera del país, y que si toman un curso es para que aprendan cómo ser internacionales y a ser profesionales.

Él es el único pinchadiscos ecuatoriano que ha firmado con una agencia internacional (Elite Agency DJ). “Las famosas academias que sacan DJ por docenas cada semana deberían ser reguladas, pues hay muchas que enseñan a combinar con equipos obsoletos o solo en computadoras y listo, y en dos semanas ya les dicen que son pinchadiscos”.

El latacungueño dijo que eso crea un problema porque todos esos jóvenes lo que quieren es tocar, y por hacerlo se presentan gratis y hasta pagan con tal que los dejen participar en fiestas de bajo presupuesto y mala producción, lo que -según su experiencia- ha dañado el mercado musical electrónico nacional.

“Si hay una base firme, seremos más los referentes ecuatorianos de música electrónica en el extranjero. Atrás de mí vienen otros pinchadiscos que firmarán con la agencia”, expresó Imax.

Una opinión parecida sostuvo el duraneño Marcelo Itúrburo, conocido en el plano electrónico como DJ Ithur. “Pienso que en el país sí hace falta profesionalismo, ya que en otras naciones existen academias relacionadas con esta música (DJ, productores, remezcladores y masterizadores), como la aclamada escuela Dubspot.

El artista, con 7 años de carrera como DJ, manifestó que por muchos años se dialogó sobre el tema debido al avance de la tecnología que facilita que cualquier aficionado a la música desplace a los pinchadiscos con su servicio a bajo costo y dañando así el mercado.Considera que una licencia reconocería sus derechos laborales como los de cualquier profesional de otra rama.

“Como músicos que hacemos esto de forma seria, merecemos el mismo respeto que le dan a un artista. Una licencia evitaría que exploten a los DJ que laboran en discotecas y donde los empleadores o dueños de esos establecimientos no los aseguran al IESS. Los pinchadiscos desgastamos nuestro físico y mente arriesgando muchas veces nuestra salud, y necesitamos apoyo del Estado mediante leyes que nos protejan y que regularicen nuestra labor”, afirmó.

Sin embargo, Ithur recalcó que el verdadero DJ no solo se hace, sino que también nace con ese talento y que aprender a dominar lo que se lleva en la sangre. “El profesionalismo que daría un título solo sería la ‘imagen’, ya que los grandes dioses de la música electrónica muestran su preparación con la calidad de trabajo dentro y fuera de un estudio o escenario”.

Christian Carrión, conocido en el ambiente de los ‘rave’ como Chris C, se inclina más por la forma de aprender de cada persona. “Realmente tiene que ver mucho el que tan rápido aprenda, aunque cualquier persona puede ir a una academia, pero no se sabe qué tan bueno es”. Chris opinó que lo que identifica a alguien como DJ o productor son sus trabajos y cómo el público reacciona en sus shows, y si da una buena impresión, poco a poco lo irán conociendo.

Actualmente Carrión, quien tiene 22 años y mezcla desde los 19, tiene sus trabajos en la página de Internet de Beatport. Comentó que aprendió cuando unos amigos alquilaron unos equipos y puso atención a todo lo que hacían. Eso lo motivó a ser autodidacta y para la tercera canción ya estaba empapado. “Mi primera presentación fue en un ‘afterparty’, en donde a los organizadores les agradó tanto mis mezclas, que me invitaron a tocar en una fiesta con artistas internacionales”.

DUBSPOT, UN REFERENTE MUNDIAL PARA APRENDER A SER UN DJ ELECTRÓNICO

La primera escuela de música electrónica y de DJ, avalada por la compañía de software para pinchadiscos, Native Instrument, está ubicada en Nueva York.

El instituto ofrece 13 cursos distribuidos en 5 grandes asignaturas, que pueden verse de forma presencial o en Internet, y son: Fundamentos musicales, DJ, Producción musical, Diseño de sonido y Mezcla y masterización.

Cuenta con 40 profesores de base, vinculados con la producción y la mezcla de este género, además de músicos profesionales.

La página de la escuela es http://www.dubspot.com/.