El célebre cantante griego Artemios Venturis Demis Roussos falleció en Atenas a los 68 años, confirmó su hija Emily al diario francés Le Figaro.

Roussos, nacido en Alejandría (Egipto) el 15 de junio de 1946, vendió unos 60 millones de discos en todo el mundo en su larga carrera de tres décadas. Con éxitos como Goodbye My Love, Goodbye; Forever and Ever, From Souvenirs to Souvenirs o My Only Fascination, alcanzó en España y Latinoamérica gran popularidad en los ochenta con la versión en castellano de algunos de sus temas y canciones como Velvet Mornings, con su conocidísimo estribillo "Triki Triki Triki mana mou".

Roussos cantó en un tema de la banda sonora de la película Blade Runner, de Ridley Scott, compuesta por su amigo, Vangelis.

Según los medios franceses, la familia de Roussos ha esperado hasta hoy para dar a conocer la noticia del fallecimiento para no coincidir con la histórica jornada electoral vivida ayer domingo en Grecia, en la que el izquierdista Syriza se hizo con una amplia mayoría.

Con su voz de terciopelo, Roussos fundió en sus canciones melódicas, traducidas a numerosos idiomas, el cante tradicional heleno con la música pop. Roussos creció en su ciudad natal del norte de África hasta 1956, cuando a raíz de la crisis del Canal de Suez y la llegada al poder de Nasser en Egipto su familia —su padre era ingeniero de origen griego y su madre egipcia— fue despojada de sus posesiones y tuvo que emigrar a Grecia.

En suelo heleno comenzó en la música como trompetista en un bar. En los sesenta pasó a formar parte del grupo Aphrodites Child, en el que tocaba el bajo y cantaba. Sus dotes interpretativas le llevaron a emprender la carrera en solitario a partir de 1971.

Su último álbum lo publicó en 2009. Además de su particular timbre de voz, Roussos destacaba también por su inconfundible imagen: vestido con túnicas y zapatos de tacón, maquillado y con pelo y barba largos.

En 1985, Roussos fue protagonista, junto a otros 40 pasajeros, del secuestro perpetrado por un grupo radical islámico de un avión de la TWA en el aeropuerto de Beirut. Su popularidad y su origen griego hicieron que los secuestradores, chiíes, le liberaran a él y a su novia en primer lugar.

Entre las reacciones a su muerte, destaca la de su amiga la también cantante griega Nana Mouskouri, "muy, muy, emocionada", ha declarado a una televisión francesa.