Ecuador y México unidos por la música en festival artístico
“...Y en la penumbra vaga de la pequeña alcoba, donde una tibia tarde me acariciaras toda/ te buscarán mis brazos, te buscará mi boca, y aspiraré en el aire como un olor a rosas...”. Así reza uno de los fragmentos del poema ‘Cuando tú te hayas ido’ de la mexicana Rosario Sansores, poema que sirvió de base al pasillo ‘Sombras’ musicalizado por el compositor ecuatoriano Carlos Brito Benavides.
Ambos fueron recordados la noche del lunes, en el Aula Magna de la Espol, en donde el cuarteto Los Juglares de Yucatán hicieron un repaso musical por sus 20 años de carrera.
Esta agrupación interpretó el pasillo Sombras y algunos temas del inmortal Julio Jaramillo, así como reconocidas melodías del folclor mexicano, haciendo de este evento, organizado por la promotora y gestora cultural Gloria Ruiz Castañeda, una noche especial en la que se unieron los pueblos de Ecuador y México a través de la música.
Para el mexicano Roberto Mac-Swiney Salgado, periodista, locutor y presidente de la trova yucateca, recordar a Rosario Sansores treinta años después de su muerte es meritorio porque permite que las nuevas generaciones conozcan más sobre esta poetisa y sobre los versos que estuvieron incluidos en varios pasillos ecuatorianos.
“Gracias al Ministerio de Cultura y a la señora Gloria Ruiz se hace este evento que engrandece la cultura de estos pueblos y ver que todos somos iguales, más allá de la ubicación geográfica en la que nos encontremos”, comentó.
Este promotor comentó además que la figura de Julio Jaramillo se une a esta celebración porque “en México este artista guayaquileño tiene una presencia única y sigue vigente en el corazón de los yucatenses y de todo el estado mexicano como si fuera un hijo más. De esta manera estamos hermanados”.
Mac-Swiney lleva más de dos décadas divulgando las canciones de Jaramillo y de los músicos mexicanos desde los micrófonos de la Radio Universidad Autónoma de Yucatán y como presidente de la Asociación de Los Amigos de la Trova Yucateca.
A decir de César Marrufo, uno de los integrantes del cuarteto, Guayaquil es una ciudad encantadora con iguales características que Yucatán, sobre todo por la calidez de su gente, a la que califica como “amable y de gran corazón”.
“Sentimentalmente nos parecemos mucho porque el amor no tiene lenguaje ni cultura y todos los mexicanos como ecuatorianos sentimos de la misma forma. Qué más prueba de ello las poesías de Rosario Sansores incluidas en los pasillos de esta tierra como vivo testimonio”, comentó.
Sobre el recital, que se repitió anoche en La Casa de la Cultura de Milagro y hoy se llevará a cabo en el teatro centro Cívico Eloy Alfaro desde las 19:30, el público conocerá de otros temas que no habían conocido antes y que seguramente tendrán la misma acogida que los inmortales pasillos cantados por Julio Jaramillo y por otros intérpretes mexicanos.