Luego de 50 años de carrera ininterrumpida, son muy pocos los artistas que pueden presumir una voz impecable y volverse atemporales al congregar a un público diverso en edades, como lo hizo el español Dyango, en Guayaquil.

Y no era para menos, ya que tras medio siglo de carrera y 74 años encima, el español tomó la decisión de despedirse de los escenarios del mundo con una gira internacional que lo llevará por varias ciudades de Latinoamérica y Estados Unidos.

En Ecuador logró introducir su música por el apoyo de la conductora Betty Pino (+), a quien el intérprete recordó durante su intervención en la plataforma del Centro Cultural Libertador Simón Bolívar junto a la Orquesta Sinfónica de Guayaquil.

‘Un poco más’ fue el tema que escogió José Gómez Romero, nombre de pila de Dyango, para abrir su concierto denominado ‘Gracias y adiós’ ante 4.000 personas aproximadamente que lo ovacionaron de pie durante esa intervención.

Entre los asistentes fue común ver a parejas abrazadas, cantando y llorando, tomadas de la mano y acurrucándose por la brisa del río Guayas, que minutos antes se iluminó con una sesión de pirotecnia que la Gobernación preparó como parte de los festejos por los 194 años de provincialización del Guayas, los 7 años de creación de Ecuador TV y los 65 años de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil.

Temas como ‘Cuánto te quiero’, ‘A usted señora’ y ‘Amor de tango’ hicieron vibrar al público, tal como lo hacía sobre el escenario este catalán, quien derrochó carisma y puso la piel de gallina a más de uno con su singular e inconfundible estilo.

El intérprete empezó su gira de despedida en abril de este año, en el Teatro Gran Rex de Buenos Aires. “Jamás me he sentido más acompañado en mis años de carrera como esta noche. Estar con la Orquesta Sinfónica es algo maravilloso. "No sé cómo David (Harutyunyan, director sinfónico) hace para dirigir esto de manera tan perfecta. Hay que ir con pie de plomo. Esto es un sueño”, comentó el artista que en 2010 editó el disco Puñaladas en el Alma con la Orquesta Sinfónica de Praga y arreglos del maestro Carlos Franzetti, grabado entre Praga, Nueva York y Barcelona.

‘Alma mía’, ‘Regálame esta noche’ y el tango ‘Cada día te extraño más’ fueron la antesala para uno de sus éxitos más coreados ‘Querer y perder’, que robó algunas lágrimas a varios asistentes que cantaron a todo pulmón desde sus sillas.

Lo mismo ocurrió cuando interpretó ‘Desde que no te tengo conmigo’ y ‘Alma, corazón y vida’, llevando casi al delirio a los presentes. “Definitivamente es maravilloso. Gracias a esta orquesta me siento como en casa y no hay manera de decir con palabras lo fantástico que me siento y solo puedo cantar”, expresó un coqueto intérprete que galanteó a una violinista ‘japonesa’ que forma parte de la sinfónica.

Dyango continuó con su interpretación con ‘Cuando quieras, donde quieras’ y ‘Nostalgia’, temas que avizoraron la parte final del concierto que duró hora y media. “Gracias al Gobernador por esta invitación. Estar aquí en Guayaquil y cantar cerca del río Guayas era algo pendiente que tenía. He venido varias veces y debo agradecer el gesto a una mujer fantástica que nos abrió las puertas de varios artistas españoles. Estoy hablando de Betty Pino, a quien le debemos mucho”, comentó el cantante, haciendo que el público aplaudiese.

De inmediato cantó ‘Cómo te amo’, ‘Si me faltas tú’, ‘Corazón mágico’ y ‘Qué tristeza’, mientras el público convirtió en una pequeña feria el recinto al solicitar canciones como ‘Un loco como yo’, ‘Esa mujer’, ‘Penas de amor’, temas clásicos que forman parte del amplio repertorio de este artista, quien los recogió en una antología musical editada en 2008.

Dyango se disculpó por no poder cantar todas esas canciones por el tiempo programado, que resultó corto, pero extendió diez minutos su espectáculo para ofrecer ‘Cómo es posible’ y ‘El que más te ha querido’, temas con los que se despidió de los escenarios ecuatorianos con casa llena, entre llantos, aplausos y memorias de una carrera exitosa.