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Drew Barrymore la rebelde domesticada

Drew Barrymore la rebelde domesticada
08 de agosto de 2012 - 00:00

De aquella dulce Gertie con la que hace 30 años una entonces niña Drew Barrymore cautivó a millones de espectadores en la película ‘E.T. The Extraterrestial’ no queda nada. La de hoy es una Drew atractiva y madura que a sus 37 años espera su primer hijo, sin dejar de trabajar en los sets.

De hecho, ahora está al frente de ‘The End’, su segundo largometraje como directora (el anterior fue ‘Whip it’ en 2009, donde también fue una de sus protagonistas).

‘The End’, según la web de Hollywood Reporter, se trata de un drama apocalíptico. Su historia se centra en la reacción humana acerca de cómo sería vivir el último día en el planeta.

Como fuere, la actriz nacida el 22 de febrero de 1975 en la localidad californiana de Culver City, está feliz por su reciente matrimonio. En junio pasado se casó con Will Kopelman.

Para ella es su tercer matrimonio y se confiesa convencida de que es el definitivo tras su fracasos conyugales con Jeremy Thomas, el propietario de un bar, cuando ella tenía 19 años; mientras que el 7 de julio de 2001 contrajo nupcias con el actor cómico canadiense Tom Green. El enlace duró hasta el 15 de octubre del año siguiente.

Con Thomas ni siquiera llegó al año (solo tres meses), sin mencionar los romances juveniles con Leland Hayward, nieto del productor de la célebre ‘Easy Rider’. Tenía 16 años. Al año siguiente se comprometió con el actor Jamie Walters con quien, incluso, posó desnuda en la revista Interview.

Aunque heredó el talento histriónico de su familia, su vida no ha sido fácil. John Drew Barrymore (1932-2004) fue su padre, mientras que John Barrymore (1882-1942) fue su abuelo. El clan Barrymore también incluía a sus tíos abuelos Lionel (1878-1954) y Ethel (1879-1959).

Pero la famosa intérprete de Gertie no solo recibió en sus genes el talento actoral de sus ancestros. De ellos también obtuvo sus vicios, los que desarrolló cuando era una niña, a causa de una familia disfuncional y un padre alcohólico.

A los 9 años ya había sido nominada al Globo de Oro por su interpretación de Casey Brodsky, una niña con problemas con sus progenitores durante la cinta ‘Irreconciables diferences’ (1984). A esa edad ella vivía su propio drama que la condujo al alcohol y las drogas como la cocaína y marihuana. La Drew rebelde siendo menor de edad frecuentaba en sitios nocturnos como el famoso Studio 54, conducta que derivó en la internación a un centro de rehabilitación.

Incluso estuvo dos veces en el mismo centro. La segunda vez fue por intento de suicidio. Tras haber pasado por algunos novios, Drew celebró sus 20 años de edad mostrando sus senos durante el programa de David Letterman, al que había sido invitada.

Drew no había asimilado la prematura fama en la que el mismísimo Steven Spielberg fue su padrino, al igual que la actriz italiana Sofía Loren. Eso le permitió debutar en 1979 para la película ‘Altered States’. Otro de sus filmes infantiles fue ‘Firestarter’ (1984).

El cariño que Spielberg siempre le ha tenido se reflejó en la adultez de Drew cuando le envió un edredón con un mensaje que decía “cúbrete”, tras su escándalo en el show de Letterman.

Luego de superar sus adicciones, la actriz volvió al ruedo cinematográfico en 1995, de la mano de la productora Flower Films que ella había creado ese año. Una de sus apariciones en esa etapa fue durante la criticada ‘Batman Forever’ (1996) de Joel Schumacher, y luego en ‘The wedding singer’ (1998) junto con Adam Sandler.

De hecho, esa cinta marcó su faceta de actriz de comedias románticas -un título que entonces se disputaban Jennifer Aniston y Cameron Díaz, su mejor amiga en la vida real-.

Con Sandler volvió a trabajar en el largometraje ‘50 First Dates’ (2004), luego de haber pasado por otras producciones como Never been kissed (1999), ‘Donnie Darko’ (200), ‘Charlie’s Angels’ (2000) y ‘Charlie’s Angels: Full Throttle’ (2003).

La rebeldía de la intérprete estadounidense también se refleja en sus tatuajes (tiene uno en el tobillo, otro en el pie, dos bajo su vientre y otro par en sus glúteos.

Fan de Los Beatles y de los macarrones con queso, es también madrina de Frances Bean Cobain (la hija del fallecido líder de Nirvana, Kurt Cobain, y de la no menos conflictiva Courtney Love) junto con Michael Stipe, el vocalista de la disuelta banda R.E.M.

La también exvegetariana también se caracteriza por su perfil solidario, que se reflejó en el millón de dólares que donó en marzo pasado para combatir la hambruna de los niños en África.

Con 53 películas sobre sus espaldas, Drew Barrymore espera a su primogénito, mientras dirige ‘The End’, ahora con el perfil de una rebelde domesticada. (RVA)

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