Dos arriba y una abajo, las hazañas de un donjuán al descubierto en el Centro de Arte
Entre panas casi siempre resulta cómico y hasta cierto punto heroico –sin rayar en el machismo- contar las hazañas del “gallo bello del grupo” más aun cuando ha salido bien librado de un posible “te cogieron en roja, pana”.
Esto le pasó a Andrés, un donjuán enamoradizo que tiene tres amores, tres hermosas azafatas que un día le llegaron por sorpresa a su departamento y se metió en tremendo lío en el que tuvo que intervenir su mejor amigo, Leonidas y hasta su empleada doméstica para salir bien librado de esta.
Si usted quiere conocer cómo lo hizo Andrés, pues tiene que visitar estar noche la sala experimental de teatro Centro de Arte en la presentación de la obra ‘Dos arriba y una abajo’, que la directora Marina Salvarezza pone en escena desde las 20:30. Las entradas tienen un valor de 15 dólares.
Esta obra es la adaptación del clásico ‘Boeing Boeing’ del francés Marc Camoletti y se convirtió en Récord Guinness por ser la puesta escénica francesa más representada a nivel mundial.
Cuenta con las actuaciones de los reconocidos actores Santiago Carpio y Elena Gui (Pareja Abierta), acompañados de Fabo Doja, quien desde que retomó su carrera en 2012 ha destacado en diferentes propuestas teatrales como ‘María Estuardo’ y ‘Monogamia’. A ellos se suman las emergentes actrices Noralma Reeves, Melissa López y Priscila Negrón que poco a poco se abren camino dentro del argot teatral guayaquileño con gran proyección.
Andrés es el típico hombre que saca partida de sus atributos físicos y su encanto natural para traer “loquitas” a estas tres mujeres, aunque realmente es él quien está loco por la genuina personalidad y estilo de cada una de ellas, tal como lo explica el actor Santiago Carpio, Bárbara (Melissa López) es una americana muy segura y fuerte y dominante; Dominic (Elena Gui) es una francesa que lo mantiene conectado con la tierra y le brinda estabilidad, mientras que Ninfa (Noralma Reeves) es la dulce brasileña que tiene una mezcla de ingenuidad y sensualidad arrolladora.
Según el actor lojano, estas actrices se adueñan de cada uno de los personajes y logran escenificar en completa armonía sus roles dentro de cada escena sin dar cabida a las comparaciones. “Melissa es una joven que tiene muchas ganas de aprender, Noralma es muy creativa y Elena es una actriz completa que se ajusta a cualquier situación escénica de manera impresionante”, acotó, no sin antes admirar el aporte humorístico de Priscilla Negrón y el profesionalismo y dominio escénico de Fabo Doja.
Son precisamente estos últimos actores que le dan el toque humorístico a la alocada vida de Andrés. Priscilla representa a la “fiel” empleada doméstica que hace todo lo que sea por defender a su patrón y a su trabajo, ya que en ocasiones recurre al chantaje emocional para lograr un pequeño aumento de sueldo.
Mientras que Leonidas, el personaje que interpreta Fabo Doja, es chispeante en todo momento. Sus ocurrencias y lealtad con Andrés es la que cualquier amigo quisiera tener. Hasta tuvo que fingir ser gay para que Andrés no sea descubierto. Ah pero no es del todo un santo, también quiere enamorar a la primera azafata que caiga en el más mínimo descuido y en medio de la confusión. Como explica el mismo actor, “Los verdaderos amigos siempre ponen el pecho a las balas”.
Para el actor Fabo Doja, interpretar a Leonidas supone uno de los retos más importantes de su carrera porque se descubrió como actor cómico, faceta que no había explorado hasta que le llegó la propuesta de Marina Salvarezza.
“No sabía que tenía esa facilidad porque soy un actor más de carácter porque me gusta más el drama y como me gusta romper el molde lo acepté y más aún cuando era Marina quien me va a dirigir porque ella es un icono de la actuación en este país”.
Sobre la obra, Fabo Doja considera una historia divertida y fresca que “no raya en lo vulgar como otras propuestas teatrales y monólogos” que tienen un tono elevado. “Al público hay que darle otras opciones y demostrarles que existen otros tipos de comedias y situaciones que pasan en la realidad”.
Sobre el cliché de usar un personaje afeminado dentro de una de las situaciones que tiene que lidiar Andrés, el actor guayaquileño asegura que fue manejado sin ninguna intensión de ofender ni denigrar a nadie, tal como ocurre con su personaje de Leonidas, quien es un campesino de Babahoyo. “No es ningún ignorante ni nada de eso, más bien si es un poco inocentón y viene a la ciudad a comprarse una casa, pero es un personaje inteligente y de buenos valores”.
Dos arriba y una abajo se presentó con éxito en Loja y llenó cuatro funciones en el Teatro Universitario Bolívar y el próximo año estará en Machala, Manta y Cuenca.