Documentales critican legado del mundial de Brasil
La Copa Mundial de fútbol del año pasado en Brasil fue posiblemente inolvidable para los aficionados, pero para los contribuyentes brasileños, quienes desembolsaron cerca de 11.500 millones de dólares para el torneo de un mes, sus efectos han sido negativos, de acuerdo con dos nuevas películas.
"Brazil vs. Brazil" y "The March of the White Elephants" muestran el lado oscuro del megaevento deportivo en el que miles de personas pobres fueron expulsadas de sus tierras, y miles de millones de dólares se gastaron en estadios, algunos de los cuales son usados ahora como estacionamientos o para celebrar bodas. Los documentales críticos, que se presentaron en el Festival de Cine de Río de Janeiro que concluye el miércoles, surgen en un momento en el que Brasil entra a la recta final antes de las Olimpiadas de Río y ante la crisis de corrupción en la FIFA.
"Me parece que es terrible para los brasileños", dijo Laura Colucci, coproductora brasileña de "White Elephants" junto con su esposo sudafricano Neil Brandt para la agencia AP.
"Se sintieron traicionados, se sintieron avergonzados, se sintieron derrotados", dijo Colucci, quien agregó que el daño provocado por el torneo supera la derrota 7-1 que sufrió Brasil ante Alemania en las semifinales.
En el año previo al torneo de 2014, muchos brasileños protestaron por los costos desenfrenados de los preparativos ante el estado deplorable de las escuelas públicas y los hospitales en el país. Miles salieron a las calles para participar en manifestaciones enormes. Pero tras el primer silbatazo, la mayoría dejó la política de lado y apoyó a la selección brasileña, campeona en cinco ocasiones, y la oportunidad de ser anfitriones de la máxima cita del fútbol.
Los directores de los documentales tienen orígenes muy diversos. "Brazil vs. Brazil" es del reconocido director brasileño Marcos Prado, quien produjo el drama policiaco "Elite Squad", mientras que "White Elephants" es del documentalista australiano Craig Tanner. Pero ambos llegan a conclusiones similares sobre lo que implicó que Brasil fuera sede del mundial.
Ambas películas tienen entrevistas con fuentes similares. Incluyen activistas contra el Mundial, académicos, políticos y gente que se vio obligada a abandonar sus casas para que se construyeran los estadios y otras instalaciones.
Los documentales muestran que los contribuyentes acabaron pagando los platos rotos por el costo de los estadios, bastante más caros que su presupuesto inicial. Algunos fueron construidos en ciudades como la remota ciudad de Cuiaba, que ni siquiera tiene un equipo de primera división. En algunas ciudades, como Río, los habitantes de las favelas fue expulsada de sus viviendas, para dejar que se construyeran estacionamientos.
Y los precios de las entradas para los partidos eran tan caros para los brasileños, que la mayoría de los espectadores eran de la élite del país, lo que aumentó la brecha entre pobres y ricos en esta sociedad desigual.
En la actualidad y sin un equipo permanente, los "elefante blancos", como se le conoce a los estadios, sirven para festejar bodas o como estacionamientos.
La única ganadora del mundial 2014, según dan a entender los documentales, es la FIFA. La organización, con sede en Zurich, Suiza, tuvo ingresos por cerca de 5.000 millones de dólares por el Mundial brasileño.
Se intentó establecer contacto con la FIFA para conocer sus comentarios al respecto de los documentales sin obtener respuesta.
Las imágenes de los altos funcionarios brasileños, incluyendo a la presidenta Dilma Rousseff y su predecesor y mentor Luiz Inacio Lula da Silva, abrazando al presidente de la FIFA Josep Blatter y otros importantes representantes de la organización provocaron abucheos entre el público del festival de Río.
Curiosamente, tanto las autoridades de la FIFA como los gobernantes de Brasil han tenido fuertes reveses tras el Mundial. Investigaciones penales en ambos continentes por acusaciones de corrupción a gran escala llevaron la semana pasada a la suspensión de Blatter, quien había estado al frente de la FIFA por 17 años.
En Brasil, el futuro político de Rousseff parece incierto entre los problemas económicos y una fuerte investigación por corrupción en la gigante petrolera estatal Petrobras por la que han caído varios legisladores de su partido, el Partido de los Trabajadores.
"No hay nada en la película que sea nuevo, toda la información que hay ahí se puede encontrar en Google", dijo Brandt, coproductor de "White Elephants". "Pero cuando unes todas las piezas dices ¡eureka!". (I)