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Desde Japón, música y danza clásicas

Desde Japón, música y danza clásicas
23 de junio de 2014 - 00:00

Aunque el concierto del grupo japonés Wa League estaba anunciado para las siete de la noche del jueves 19 de junio, el público comenzó a llegar desde la cinco de la tarde. A las 6 y media, cuando se abrieron las puertas del Teatro Centro Cívico Eloy Alfaro, había una larga fila de personas que rápidamente se abrieron paso dentro de las instalaciones del teatro, buscando los asientos más cercanos al escenario ‘para tener una mejor vista de las danzas’, comentaban algunos de los asistentes.

No es la primera vez que este ensamble de danza tradicional japonesa visita Guayaquil. El año pasado y en 2012, además de esta ciudad, se presentó en Quito.

En esta ocasión, las palabras del representante de la embajada japonesa abrieron el concierto. Las luces enfocan dos tambores colocados horizontalmente sobre un podio, en el escenario. Se llaman taiko y son una pieza central para interpretar música tradicional nipona. Hibiki Touen, el tamborero, provisto de un palo en cada mano, toca un tambor a la vez arrancándoles sonidos, grandes y planos. El público escucha embelesado, mientras desde el fondo de la platea, una pareja de danzantes, Wakatsuki Sennosuke y Wakatsuki Ryou, avanza hacia el tablado, moviéndose al compás de la música que emite el taiko. Los bailarines interpretan a dos contendientes que danzan con las espadas, adoptando posturas y movimientos estilizados y elegantes. Al taiko se suma el sonido del tsugaru shamisen, en manos de Tsubaki Masanori, un instrumento muy particular que parece que, aunque es de cuerda, se toca como si fuera de percusión. Dos espectaculares volteretas ponen fin a la actuación de los bailarines, que se retiran para dar paso a Omodaka Akiko, la cantante, quien aparece ataviada con el kimono que usaban las geishas, pero sin el maquillaje de rigor.

Acompañada del tamborero y el tsugaru shamisen, canta temas populares de su país, mientras en la pantalla, situada al fondo del escenario, se suceden imágenes de varias ciudades japonesas como Okinawa, Tokio, Yamagata, entre otras. Un soberbio solo de Ibiki Touen en el taiko, que muestra su gran talento y también para confirmar la extraordinaria acústica del teatro, marca el fin de la primera parte. Las luces bajan y aparece Wakatsuki Sennosuke, con el típico maquillaje propio del teatro Kabuki.

Takaku Terutoshi, director de escena, explica que la danza tradicional japonesa se basa en el teatro Kabuki, una palabra que podría traducirse como habilidad para cantar y bailar. El kabuki era interpretado por mujeres en las primeras épocas. Sin embargo, después se les prohibió su práctica.

La diferencia entre el Kabuki y el teatro Noh es que en el primero se usa una gran variedad de instrumentos, mientras que en el Noh se emplean solo cuatro, dice Takaku.

En el teatro Kabuki el actor es el espectáculo, de allí que una de las características importantes de este arte es el maquillaje o keshō. Está también el kumadori, que realza o exagera las líneas faciales para representar animales o máscaras sobrenaturales, señala Takaku.

Y así luce Wakatsuki, que interpretará ‘La danza del león’ con su cara cubierta con una capa de polvo de arroz, donde se han acentuado las líneas para adoptar las facciones de este animal. Un cartel anuncia que esta danza es un baile varonil y dinámico. La danza se inicia con una serie de movimientos suaves que se van incrementando conforme la música aumenta en intensidad. Semeja un majestuoso animal que se desplaza por el escenario, sacudiendo la melena como un león en celo. Aunque a primera vista parecería que Wakatsuki se mueve por su cuenta, siempre es la música la que dirige sus cambios de posición: Bruscos cuando se escucha el taiko. Suaves, cuando Tsubaki Masanori interpreta el Tsugaru shamisen.

Omodaka Akiko cierra el programa con una última canción y pide al público, en un forzado español, que la acompañe con la frase ‘dokkoisho so-ran so-ran’, los espectadores la complacen y el estribillo es coreado varias veces.Aunque nunca se sabrá su significado, se oye que la gente continúa repitiéndolo aun cuando el espectáculo hace rato que terminó.

El Teatro Kabuki

integra la lista de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad de la Unesco. A diferencia de otras tipos de teatro clásico, el kabuki de hoy continúa siendo popular.

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