Más de seis tendencias en redes sociales provocó la entrega de los Globos de Oro, la noche del pasado domingo, desde el auditorio del hotel Beverly Hilton, de Beverly Hills, en California. Casi todas eran relacionadas a los ganadores, especialmente porque se cumplieron casi todos los pronósticos, puesto que los actores, actrices y películas favoritas llegaron a ese privilegio casi de forma unánime entre la prensa extranjera de Hollywood.

Fue así como La La Land se convirtió en la primera película de estos premios en llevarse todos los galardones a los que estaba nominada, incluyendo a Mejor actriz y actor protagonista  de una comedia o musical que recayó en Emma Stone y Ryan Gosling, respectivamente.

Tendencia fue su director, quien para muchos su nombre es desconocido, pero que hizo ruido hace dos años cuando escribió y dirigió Whiplash, filme que desde que se presentó en el Festival de Cannes de ese año se llevó varios premios, entre ellos tres premios Oscar al Mejor actor de reparto (J.K. Simmons), Mejor montaje y Mejor sonido.

En 2016, Chazelle volvió a la palestra de la industria y convenció a la crítica con esta historia sobre un músico de jazz y una joven aspirante a actriz que ya se llevó ocho galardones en los Critics’ Choice Awards.

La propuesta del director de 31 años también ganó en la categoría de Mejor guion, es una historia de amor y sueños de la época de oro de Hollywood, con la estética de los musicales de la década del 40, pero en clave actual.

En la película, que además obtuvo los reconocimientos a la Mejor banda de sonido y a la Mejor Canción por City of stars, Gosling (Sebastian) es un talentoso pianista de jazz que se niega a seguir los dictados del mercado para imponerse musicalmente y Stone (Mia), una agraciada joven que busca insertarse en la industria del espectáculo mientras atiende un bar y corre de audición en audición buscando su oportunidad.

Pero quién es Damien Chazelle y por qué ha llevado la música en sus historias. Hijo de una profesora y un científico informático de origen francés,  Damien tuvo sus inclinaciones por el cine desde chico cuando jugaba con una filmadora con sus amigos, pero al entrar a la secundaria sintió pasión por la música. Ingresó a estudiar la batería de jazz en Princeton High School, donde conoció a su profesor que tenía un fuerte carácter y fue la inspiración para crear el personaje de Terence Fletcher, en Whiplash.

Aunque cultivó su amor por la música, Chazelle asegura que sabía que no tenía talento para ser un gran músico, así que después de la escuela secundaria volvió a centrarse en el cine, al cual describe como su primer amor.

Acudió a la Universidad de Harvard donde se graduó en Estudios Visuales y Ambientales. Ahí escribió Whiplash, guion que al principio fue rechazado por varios productores hasta que logró hacerlo como un cortometraje, que resultó el favorito de Sundance y convenció a la productora Helen Estabrook para que se haga la película y se contratara a J.K. Simmons para el papel del profesor Terence Fletcher.

En 2014, ese filme musical se llevó más de 45 galardones de 15 festivales y eventos. Con La La Land se ha llevado 15 en apenas dos premiaciones y con un nuevo musical.

“El cine y la música son mis pasiones y aquí tengo la oportunidad de unirlas. Creo que seguiré en esta misma línea, y no porque me ha funcionado, sino porque es algo que me gusta. Hay música en varios aspectos de la vida”, manifestó en una reciente entrevista el director que posiblemente se lleve un Oscar en febrero próximo.

Streep y su postura política

Con la voz entrecortada, Meryl Streep decidió asumir una postura política al defender el derecho de los extranjeros y de la libertad, además de mostrar un rotundo rechazo a la violencia, especialmente la fomentada desde lugares públicos.

Tras agradecer emocionada el premio Cecil B. DeMille a su carrera, la veterana actriz pronunció el más claro alegato contra el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sin siquiera mencionarlo.

En su discurso, la actriz de Mamma Mia mencionó a actores y actrices nacidos y criados fuera de Estados Unidos. “El único trabajo de un actor es entrar en las vidas de personas que son diferentes a nosotros y permitirles sentir lo que se siente, y hubo muchas, muchas, muchas actuaciones poderosas que hicieron exactamente eso, trabajos sobrecogedores, compasivos”.

Recordó que fue testigo de cómo un político se burlaba de la discapacidad física de un reportero. “Y este instinto de humillar cuando es modelado por alguien en una plataforma pública, por alguien poderoso, gotea en la vida de todo el mundo porque da permiso para que otras personas hagan lo mismo. La falta de respeto invita a la falta de respeto, la violencia incita a la violencia, y cuando los poderosos usan su posición para intimidar a los demás, todos perdemos”.  

La actriz hizo un llamado a “la prensa con principios” para que “obligue al poder a rendir cuentas, que les llamen al banquillo por cada escándalo”. (I)

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En televisión, los resultados fueron los menos esperados para la audiencia

Menos previsible resultaron ser los premios entregados a lo mejor de la televisión, ya que la miniserie The People vs. O.J. Simpson: American Crime Story, que narra el histórico juicio contra la leyenda del fútbol americano acusado del doble homicidio de su esposa y un amigo de ella en la década del 90, se llevó solo dos de las cinco estatuillas posibles: Mejor miniserie o película para la televisión y Mejor actriz en el mismo rubro, para Sarah Paulson.

Dos fueron las grandes sorpresas: la primera fue The Crown, la serie de Netflix sobre la juventud de la reina Isabel II de Inglaterra que se llevó el premio a Mejor serie dramática por delante de Game of Thrones, Westworld y Stranger Things y el premio a Mejor actriz de drama para Claire Foy.

La segunda se trató de The Night Manager, miniserie británica basada en la novela homónima del prolífico autor de historias de espías John Le Carré, sobre un exsoldado británico y gerente de hotel en El Cairo, Egipto, que es reclutado para infiltrarse en la red internacional de venta ilegal de armas. Si bien perdió a manos de The People… el galardón a la mejor miniserie, se llevó los premios a Mejor actor de miniserie o película para la televisión, para Tom Hiddleston, y los de Mejor actriz y actor de reparto de televisión, para Olivia Colman y Hugh Laurie -el tercero para él, tras ganar dos por su papel en Dr. House. (I)