Antes de que subiera Daddy Yankee al escenario, levantado en los exteriores del Centro de Convenciones de Guayaquil, la proyección de dos vídeos anticiparon su arribo. El público comenzó a bailar y corear ‘Andas en mi cabeza’, que el puertorriqueño interpretó junto a Chino y Nacho, y ‘Nota de amor’, que grabó con Wisin y Carlos Vives.

Al instante, un grupo de jóvenes se puso de pie cerca de la tarima y entre los pasillos que dividen las localidades del recinto, incomodando al resto de asistentes que pidieron ayuda a los guardias.

“Siéntate o te bajo” se escuchó entre las sillas, lo que provocó risas.

Pocos segundos después, diez bailarines con sensuales movimientos y un set de pirotecnia le dieron la bienvenida al ‘Rey del reguetón’. Los gritos y los flashes de las cámaras de los celulares no se hicieron esperar. “¿Estamos ready (listos) Guayaquil para la rumba?” fueron las primeras palabras del también productor antes de cantar ‘Rompe’, uno de sus éxitos.

Los juegos de luces LED y el buen sonido de los amplificadores envolvieron al público en la fiesta urbana más esperada del año. ‘Lo que pasó pasó’ fue el siguiente tema del boricua. “¿Dónde están las mujeres? Por favor agarren a su novio, su marido o a quien haya venido porque vamos a sandunguear en este momento. Yo sé que aquí se sabe sandunguear muy duro”, dijo.

Canciones como ‘Descontrol’, ‘Llamado de emergencia’, ‘La despedida’ y ‘Pasarela’ fueron entonadas de principio a fin por las cerca de 8 mil personas que acudieron al lugar.

Pese a ello hubo malestar entre varios asistentes de la zona Playground, la localidad más barata del evento, porque estaba distante del escenario.

“No sé por qué lo hicieron aquí afuera (parqueadero del Centro de Convenciones) y muy lejos. La tarima de controles tapa una parte del escenario y las pantallas no son suficientes”, dijo María Belén Gómez, manabita que acudió al show con sus hermanas.

Sin embargo, la zona se convirtió en una pista de baile improvisada al no haber sillas.

“Aquí está la cosa que arde”, dijo Juan Hernández, quien andaba con la prima de su novia. “A mi prima le tocó trabajar, no le dieron permiso y me vendió la entrada más barata”, dijo la moradora de Sauces 4.

El panorama era diferente en la zona Golden Box. Ahí  casi todos los presentes se pararon en sus sillas a pesar de las advertencia de los organizadores. “No me dejan ver los de adelante y yo soy chiquita”, dijo Valeria Rivera.

“Quiero tomarle una foto a Daddy y no puedo. Al menos hago relajo y bailo aquí”, agregó entre risas.

Para entonces, Daddy Yankee ya había interpretado éxitos como ‘Sígueme y te sigo’, ‘Gasolina’, ‘Hula Hoop’, ‘Perro salvaje’, ‘Playa Limbo’, ‘Shaky Shaky’, entre otras. “Gracias Guayaquil por ese apoyo de siempre. Ustedes me han tratado como uno más de casa y nunca como alguien de afuera. Siempre están en mi corazón”, dijo el cantante antes de cantar ‘Despacito’, uno de los temas más coreados de la noche, mientras la pirotecnia sobre el escenario iluminaba todo el recinto.

Tras despedirse, el boricua volvió a salir ante la insistencia del público a quien complació con ‘La Rompecorazones’, al calor de los vasos de cerveza que iban y venían. (I)