La gala de entrega será este domingo en el teatro dolby
¿Cuánto afecta un escándalo a los nominados al Oscar?
En la especulación infinita que cada año rodea a los Oscar, siempre han existido conjeturas sobre la vida y milagros de los candidatos previo a la gala en la que pretenden llevarse la estatuilla dorada. Y muchos de ellos están en esa situación para la gala de esta noche en el Teatro Dolby, de Los Ángeles.
Julia Roberts, Leonardo DiCaprio y Cate Blanchett están sumidos ahora cómo viven en un circo mediático farandulero del que suelen ser víctimas y que rara vez alimentan de forma voluntaria. Esos asuntos personales y, por lo demás, ajenos al trabajo por el que compiten, son siempre caldo de cultivo para el debate constante entre críticos, analistas y periodistas de los más diversos ámbitos.
La pregunta es la de siempre en estos casos: ¿hasta qué punto esos escándalos condicionan a los miembros de la Academia de Hollywood a la hora de calificar el trabajo de los nominados en sus respectivas películas?
La respuesta, generalmente suele ser que no, con el antecedente más visible reflejado en la figura de Roman Polanski, un hombre perseguido por la justicia de Estados Unidos y que es acusado de violar a Samantha Geimer, entonces de 13 años, y que aún así, 37 años después de su delito, logró hacerse con el Oscar como Mejor director por ‘El pianista’.
Harrison Ford, quien trabajó con el director francopolaco en ‘Frenético’, fue el encargado de presentar la categoría en un emotivo momento, en 2003.
Aún así, la especulación siempre está presente por aquello de los ‘lobbies’ previos a la ceremonia, una campaña silenciosa de los candidatos que algunas veces surten el efecto deseado: el del voto.
Y en esa marea de comentarios han entrado de lleno este año tres de los nominados, algunos con opciones de gloria y otros no tanto. Para empezar está Julia Roberts, sacudida hace dos semanas por la muerte de su hermanastra, Nancy Motes, quien decidió quitarse la vida con una sobredosis de los fármacos a los que estaba enganchada.
Motes fue hallada en la bañera del apartamento de su prometido, una situación escabrosa que inmediatamente se relacionó con Roberts, no solo por el vínculo familiar sino por las duras críticas de Motes hacia su figura. La hermanastra, nueve años menor que la estrella, la culpó de muchas de sus frustraciones y de haberla abandonado en los peores momentos.
Las malas lenguas se cebaron con el infortunio de la protagonista de ‘Durmiendo con su enemigo’, aunque no parece que esa situación vaya a cambiar en demasía el rumbo de la cosas. De acuerdo a las apuestas, Roberts, quien se vio obligada a cancelar su aparición en el almuerzo de candidatos que se organiza cada año, no tiene ni la más mínima opción de llevarse la estatuilla por su trabajo en ‘August: Osage County’, muy lejos de las dos favoritas, Lupita Nyong’o, la keniata de ‘12 Years a Slave’, y Jennifer Lawrence, secundaria en ‘La gran estafa americana’.
Otra historia será la de Leonardo DiCaprio, también afectado por la detención de su hermanastro, Adam Farrar, por posesión de drogas en un condado de Texas hace unas semanas. El actor tuvo mucha cercanía con Farrar, pero se había distanciado en los últimos años de él por motivo que ninguno de los dos ha dado a conocer. Es una cuestión colateral que no debería afectar sus opciones a la hora de desbancar a Matthew McConaughey, máximo favorito al Oscar como Mejor actor.
DiCaprio, en su quinta asociación con Martin Scorsese, tiene posibilidades, aunque lo más probable es que deba esperar una nueva oportunidad, que sería la quinta en categoría individual si se llega a dar la situación.
El último de los tres casos salpicado por algún tipo de circunstancia escabrosa es el de Cate Blanchett. En su caso es más por asociación que por relación familiar.
En esta ocasión, le ha tocado lidiar con las críticas tras conocerse la denuncia de Dylan Farrow, hija adoptiva de Mia Farrow, quien acusó Woody Allen de abusar sexualmente de ella cuando era una niña.
Blanchett, protagonista de ‘Blue Jasmine’, tuvo incluso que salir al paso por alusiones tras verse inmersa en las circunstancias del escándalo.
Farrow la mencionó en una carta como una de las actrices que ha trabajado con Allen y a cuya hija le podría haber sucedido lo mismo, argumento esgrimido por la hija de la protagonista de ‘La semilla del diablo’ para despertar conciencia.
Blanchett aseguró entender por lo que estaba pasando, pero ha seguido a lo suyo, que este año no parece ser otra cosa que llevarse cuanto premio le ponen por delante. Ya tiene el Globo de Oro y el Bafta británico. El Oscar, parece, solo es cuestión de tiempo.
La incógnita será saber si levanta más polvareda al subir a recoger el premio y ensalzar las virtudes del director que la llevó a su segundo Oscar, uno menos que la legendaria Meryl Streep (nominada por 18 veces, incluida esta gala).
No sería la primera que se inclina ante el talento del director neoyorquino. Así, es probable que la Academia, una vez más, trate de mantenerse al margen de las circunstancias personales de los nominados.
Esta noche se conocerá todo en una ceremonia donde el mexicano Alfonso Cuarón podría hacer historia con uno o tres premios Oscar.