Está más claro que el agua porque el mismo Marilyn Manson lo dijo: “el metal industrial sigue vivo con la música del anticristo”. Es lamentablemente su ideología, que muchos llaman como ‘horror show’ (es decir que se vende la idea de que todo es de ‘mentiritas’ y solo un espectáculo).

Los tatuajes de demonios y otros seres que lleva en sus brazos no son precisamente parte de un show que dure poco más de una hora. Son parte de la personalidad real de un ser que difunde valores anticristianos, criticados por muchos y aplaudidos por otros.

Existe un versículo biblíco que consta en Isaías 5:20: “Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas...”.

La pregunta es: ¿acaso es bueno declarar que el género musical que Manson representa vive con la música del anticristo? El título de uno de sus discos ‘Antichrist Superstar’ (1996, uno de sus más tristemente famosos álbumes) revela su realidad, aunque él diga que se basó en la filosofía de Friedrich Nietzsche.

El mismo Manson, apellido artístico que tomó de Charles Manson -considerado como uno de los peores criminales en la historia de Estados Unidos-, ha dicho acerca de ese disco sobre el impacto que premeditadamente causó: “se ha combinado todo tipo de simbologías, de cábalas, numerología, narcóticos y hasta el uso de la tecnología informática para crear una especie de “ritual musical” y sea lo más parecido a un Apocalípsis. Las letras y los ideales expresados en este álbum son las de un personaje llamado “anticristo superestrella”, interpretado por mí (...) Aprendí cómo la gente toma en serio la religión en Estados Unidos. Por eso fue importante realizar este trabajo musical, porque aprendí que la gente tiene un largo camino por recorrer cuando se trata de pensar en ideas diferentes, cuando se trata de Dios...”.

¿Acaso disfrazarse de Papa y comerse las hojas de una Biblia es bueno? (unos dirán, es solo un show. Si usted ha leído hasta aquí, repase nuevamente Isaías 5:20). Cada quien escoge lo que quiere ver porque al final “todo me está permitido, pero no todo es para mi bien”, tal como dice el pasaje bíblico que consta 1 Corintios 6:12. Usted decide qué es bueno y qué es malo.