Tras el éxito conseguido con El Chapulín Colorado, Roberto Gómez Bolaños desempolvó un personaje que tenía guardado desde el programa Los supergenios de la mesa cuadrada, en donde recreaba las ocurrencias de un niño, quien posteriormente se convertiría en El Chavo del 8.

“Estando en Acapulco, un pequeño lustrabotas me dio grasa a los zapatos y tan pronto le pagué salió a comprarse una torta de jamón. Se fue tan rápido que dejó olvidado en la banca un cuaderno de apuntes. Ahí había escrito varias cosas que le gustaría de la vida y fue de esas frases con faltas ortográficas que me inspiraron a crear a El chavo. De ahí saqué mis primeros guiones y lo demás ustedes ya lo conocen”, dijo Roberto Gómez Bolaños en una rueda de prensa pocos días antes de grabar el último capítulo del programa en junio de 1992.

Con la consigna de hacer reír a un público adulto, Chespirito tomo una escenografía antigua del canal para crear la vecindad a un bajo costo de utilería. De inmediato, empezó a buscar a personajes para este nuevo seriado.

El primer en unirse a la serie fue Ramón Valdés a quien lo había visto actuar en varias películas. En una entrevista para un diario mexicano, Roberto Gómez Bolaños dijo que “Valdés ha sido el único actor que me ha matado de risa de todo México. Me mato de risa en los ensayos y ahora que veo los programas me vuelve a matar de risa”.

Después se incorporó María Antonieta de las Nieves a quien conoció porque trabajaba en el canal haciendo doblajes y voz en off, para cuentos y programas para niños.

Dos semanas después, llamó a Florinda Meza, a quien vio trabajar en el canal como auxiliar de limpieza, aunque más tarde se cambió la historia y se dijo, que ella actuaba en una serie que nunca salió al aire. Después invitó a Edgar Vivar, médico de profesión pero con una vocación innata para la actuación. Chespirito le dio la gran oportunidad de lograr lo que más le gustaba.

Conoció a Carlos Villagrán en una reunión de amigos en casa de Rubén Aguirre. Villagrán hizo de ventrílocuo en un juego entre actores en la sala de la casa de Aguirre, llamando la atención de Chespirito.

Finalmente llegó Angelines Fernández, conocida actriz de reparto y Horacio Gómez Bolaños, quien nunca quiso figurar como actor, pero se dedicó al marketing de la serie. Con todo este elenco, empezaron las grabaciones del programa que se convertiría de inmediato en la serie número 1 de la “televisión humorística”.

CURIOSIDADES:
-Don Ramón vivía en lo que después sería la casa de Doña Florinda con la Chilindrina. Su vestimenta era una camiseta polo amarillo y sombrero nuevo. La chilindrina usaba el cabello largo con dos ‘colitas de caballo’ y lloraba diferente, abriendo la boca y quedándose así por un momento.

-Doña Florinda no usaba rulos en la cabeza, más bien andaba despeinada.

-Quico se ponía una medalla grande en el cuello, los cachitos de su sombrero eran de su mismo cabello, hablaba diferente y no lloraba en la pared, sino agarrándose la sien.

-La Bruja del 71 siempre ha estado con su mismo vestuario y enamorada de Don Ramón, pero ella era la que venía de una alta alcurnia (después se invertiría y seria Doña Florinda).

-El Señor Barriga era un empleado que venía a cobrar la renta. Lo dejó claro con un “Renuncio!!!”, luego de un golpe propinado por El Chavo. Con su frecuente presencia se sobreentendió que era el propietario de la vecindad.