“Con Calle 13 documentamos situaciones” (Video)
Hay quienes consideran que Residente no practica lo que predica, es decir aquello de no formar parte del capitalismo. Una ropa Adidas (al menos cuando no anda descamisado) como parte de un convenio. No obstante, en un video quema su auto Maserati Quatroportte.
Es René Pérez Joglar (1978, Hato Rey, San Juan, Puerto Rico), quien como artista es más conocido como Residente, el controversial ‘frontman’ de Calle 13, la banda boricua que tiene 5,1 millones de seguidores en Twitter, otros 4,5 en Facebook, dos premios Grammy estadounidenses y 19 Latinos.
Enamorado de la actriz argentina Soledad Fandiño, a Residente le apasiona el boxeo. De hecho, es muy amigo del pugilista argentino Sergio Martínez, ex campeón mundial de peso mediano. Y lo es tanto que ‘Maravilla’ le regaló una réplica en miniatura de su cinturón que lo acreditó como el mejor en los cuadriláteros.
Ha visitado muchos países con sus líricas corrosivas, cargadas de denuncia contra el capitalismo. Uno de esos países que visita con frecuencia es España (donde estuvo por primera vez en 2003 cuando era un desconocido y seguía a su entonces novia que estudiaba ahí). Esos viajes le han permitido vincularse con artistas tan influyentes como Alejandro Sanz o La Mala Rodríguez, la rapera que guarda un estilo semejante al de Calle 13.
Una de las influencias de Residente es el fallecido Gabriel García Márquez. “Dentro de las canciones lo utilizo un montón, Macondo es Puerto Rico, además de muchos lugares”. Otros que le impulsan a crear son el uruguayo Eduardo Galeano (que recita en el primer tema de su último disco MultiViral) y el compositor panameño y exministro Rubén Blades (que lo hizo en la canción ‘La perla’).
Y aunque tiene la pinta de un patanzuelo por andar descamisado (aunque a veces lo demuestra con gestos obscenos o una que otra expresión fuera de tono), Residente fue educado en Bellas Artes, con masterado en el Savannah College of Art and Design, de Estados Unidos (curiosamente eso, para muchos, contradice a su ideología).
Con un aire de orgullo se considera como la primera estrella del reggaetón con estilo intelectual o un autor de rap alternativo. También ha dicho que la música de Calle 13 no es reggaetón sino un género urbano. Residente responde a su estilo, sin pelos en la lengua.
A ritmo de reggaetón, hip hop, rap, salsa, bachata, cumbia y hasta rock, ¿cuál fue el germen de Calle 13?
Recuerdo cuando vine por primera vez a España, hace nueve años, y mi plan era quedarme ahí. Mi novia de ese entonces, con la que me iba a casar, vivía en Barcelona. Comencé a buscar trabajo para quedarme. Iba a buscar trabajo y todo. Debía volver a casa en navidades y volvía acá. Fue un gran cambio. Durante el periodo que estaba en Cataluña me di cuenta de que quería hacer otras cosas. Cuando regresé a Puerto Rico -hace justo una década- armé Calle 13 con mi hermanastro (Eduardo Cabra Martínez, alias Visitante). Después se uniría mi hermana materna Ileana Cabra Joglar (alias PG-13). Dos años después estábamos tocando en el Sonar Festival en España. Otra vida. Ha sido difícil llegar a muchos lugares porque no todo el tiempo sonamos en las radios.
A su estilo le llaman cambio, acción, reacción, evolución, ¿por qué?
Lo que pasa es que ha sido una transformación que hemos ido viviendo poco a poco. Ha sido un proceso de crecimiento orgánico. No ha sido forzado. Siempre hemos querido hacer lo que estamos haciendo con la música. Con el primer disco pasó y se logró que sea orgánico, mientras que en el segundo primó la armonía y consonancia. Por eso es duro, porque no es de repente, porque no es una moda. Tiene honestidad y fuerza.
La cotidianidad es la musa de Calle 13...
Documentamos momentos y situaciones. Desde nuestras vivencias personales a las de la gente también. Y dentro de ese proceso hay espacio para todo. Para la religión, la sexualidad, la política, la fiesta, para la vida. Documentamos todo. Y ocurre que, cuando pasan cosas como las que suceden en Gaza, lo documentamos por medio de música y letra.
¿Conciencia o militancia?
Tiene que ver con militancia un poco. Pero no necesariamente. No es únicamente una militancia social lo que nos mueve. Es un todo. Es lo que ocurre en la vida. No nos deberían encasillar. Hay gente que nos califica como música política. Y nuestro último disco, por ejemplo, tiene 11 temas y cada uno es diferente. El único que mueve lo político social es MultiViral (donde participa Julian Assange, fundador de WikiLeaks). Fuera de ahí tienen: ‘Ojos color sol’ (con el cantautor cubano Silvio Rodríguez), ‘Cuando los pies besan el piso’, ‘Perseguido’. Son asuntos más universales, lo que ocurre día a día.
¿Cómo se identifica? ¿De izquierda, derecha, de la vida o de las consecuencias?
De ningún lado. Como dije antes, nosotros hacemos una documentación. Es buscar el punto más honesto desde donde uno puede disparar. Tratamos de ser objetivos. Porque cuando son opiniones personales se pierde fuerza.
¿Cómo explicar el Aguante? (que en su letra dice: Nacimos para aguantar lo que el cuerpo sostiene/ Aguantamos lo que vino y aguantamos lo que viene.../ Aguantamos cualquier tipo de dolor aunque nos duela/ Aguantamos Pinochet, aguantamos a Videla/ A Franco, Mao, Ríos Montt, Mugabe/ Hitler, Idi Amin, Stalin, Bush, Truman, Ariel Sharón y Hussein.../ Aguantamos más de 20 campos de concentración).
Es nuestra búsqueda de objetividad. Nadie puede refutar que nosotros aguantamos. Que el ser humano soporta lo imposible, lo increíble. Es eso mismo lo que se cuenta. Es un tema de todo lo que soportamos nosotros históricamente.
¿Cómo deciden filmar el videoclip de MultiViral en Gaza, en pleno territorio del conflicto? Parece planificado para este momento... (rodaron en diciembre pasado en las ciudades de Belén y Beit Sahour).
Más allá de cómo filmamos, hermano, cuando decidimos hacer esa canción, lo primero fue conseguir a Julian Assange (quien desde junio de 2012, vive refugiado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido como asilado político). Llamamos y le pedimos permiso al presidente de Ecuador (Rafael Correa). Lo visité. Hablo con él. Indago. Estoy en Londres acompañándole. Mi hermano, que está en Puerto Rico, nos sigue vía Skype. Empezamos a hacerle preguntas a la gente. Con esas respuestas compusimos la canción... Y de inmediato pensé que el país que más sufre la manipulación mediática, para mí, es Palestina y que vamos a grabar el video allá también. Fue difícil pero logramos entrar. Llegamos a Israel, a Tel Aviv. Y de ahí agarramos un carro y fuimos a Belén.
¿Duele el paseo por Palestina?
No mano. Lo que de verdad duele es lo que pasa en Gaza. Duele la guerra que está existiendo ahora y esas invasiones que no tienen nombre... En Palestina hay un montón de gente bonita. Estuve solo una semana pero es una ciudad donde no tuve ningún problema. Lo que vi es una urbe construida sobre los residuos de una guerra que lleva años.
¿Se consideran realmente auténticos?
Eso es lo que nos ha mantenido con vida. Y es un arma de doble filo porque a veces uno es tan y tan honesto que puedes exhibir tus vulnerabilidades. Cuando tienes una propuesta como la de Calle 13 que habla de lo que está sucediendo sin importar sonar en la radio o vender o no un disco, eso como prioridad, hay gente a la que le gusta o que no... Te haces más débil frente a la gente por ser tan honesto y real y te atacan por ese lado.
Hablemos de sus tatuajes, esas ideas multicolores... (una pintura de Basquiat, un Matisse, en otro se lee Acuarela, el nombre de la hija que un día tendrá). El más grande es el rostro de su madre, Flor...
Ella es actriz (Flor Joglar de Gracia, famosa en Puerto Rico). Ahora estuvo trabajando con los deambulantes (sin techo) en el viejo San Juan. Se levanta todas las mañanas, con un grupo de trabajadoras sociales también. Los atendían, les daban comida.... Mi papá (Reinaldo Pérez Ramírez, abogado laboral, músico y escritor) ha sido luchador también, de la lucha obrera. Siempre ha estado allí pendiente, en Nicaragua, en las brigadas (de solidaridad con el gobierno sandinista tras la caída de Somoza), en los 80. De allí, de ambos, yo saco del arte y de lo social. Allí está presente.