Ana María Polo: "Los casos sí son reales, aunque protagonistas sean actores"
Este 2019, la doctora Ana María Polo cumple 18 años al aire con Caso Cerrado, un programa de televisión que en América Latina se ve en más de 20 países, desde el río Bravo hasta la Patagonia. Y que no es menos popular entre la extensa comunidad hispana en EE.UU.
La abogada cubano-estadounidense es considerada una de las 25 personas más influyentes del mundo hispano, según la revista People en español.
Un promedio de alrededor de un millón de latinos miran "Caso Cerrado" diariamente, según la producción del programa, mientras otros siete millones lo ven cada mes desde el canal de la abogada en YouTube.
"No sé por qué la gente se engancha. Podría ser mi forma de manejar los casos. Hay una magia difícil de explicar: si yo tuviera la respuesta, hubiéramos hecho diez mil shows más", dijo Polo en una entrevista a la BBC News Mundo.
Pero ¿por qué una persona iría a contar su vida privada en televisión? Hay dos respuestas. La primera: por dinero. La segunda: por atención.
"¿Tú no estás viendo que hoy en día la gente quiere ser famosa, aunque sea por cinco minutos?", responde la abogada Polo a la BBC.
"Todo el mundo es youtuber o influencer. Yo creo que al ser humano intrínsecamente le gusta que le presten atención. Verse propagados, repetidos, que los aprueben, que los miren. Hoy tenemos todas las plataformas para eso", agrega.
El talento no lo reclutan solamente en Miami. Una búsqueda rápida en internet arroja al menos una agencia de audiciones (auditionsfinder.com) que ofrece a personas en América Latina participar en Caso Cerrado, a cambio de tres días en un hotel en la ciudad del sol (con boletos de ida y regreso y comida incluidos), más una "pequeña suma" que oscila entre US$200 y US$250.
La propia página oficial del programa también ofrece el contacto de los productores, para que los interesados llamen y se informen.
La abogada dice que esta parte es la que menos debe importar. ¿Qué relevancia tiene si el demandante y el demandado son actores cuando hay "un mensaje", "una lección"?
Según Polo, "los casos sí son reales o están basados en hechos reales, aunque muchas veces no vienen las personas del problema. Pero lo que importa es el análisis que hacemos de los problemas, lo que estamos reflexionando".
Los casos a veces ya están escritos por un grupo de productores, que siempre están en la calle escuchando las tendencias de hoy. Ellos también sacan los problemas de las noticias, de casos que están pendientes por resolverse en la Corte Suprema, de las redes sociales y las rarezas que están pasando en internet, que nos abrió un mundo de casos diferentes".
En esos casos, el dictamen de la abogada no es más que simbólico.
Mientras tanto, hay un porcentaje más pequeño de personas que, según Polo, sí vienen a resolver sus problemas porque la creen una abogada justa. Para ellos sí es obligatorio cumplir con los veredictos.
Ella dice que el hecho de que Caso Cerrado haya superado la prueba del tiempo (que es lo mismo que la prueba de los ratings) es digno de celebración. Y que recibe suficiente correspondencia para pensar que el programa es útil en la vida de miles.
Datos
De la doctora Ana María Polo se sabe que antes de mudarse a Miami vivió en Puerto Rico, que antes de ser exitosa trabajó en una floristería y en una tienda, que hace 16 años tuvo cáncer de mama y lo superó, que tiene varias guitarras y le gusta cantar, que todavía quiere ser actriz -si es en una película de Pedro Almodóvar, mejor-, que ya no sale de fiesta y que su casa es su templo.
Antes de que "Caso Cerrado" adoptara ese nombre se llamaba Sala de Parejas y solo abordaba problemas conyugales.
Muchos latinos le escriben cartas contándole los dramas personales que viven en sus países y pidiendo ayuda para resolverlos.
De esa correspondencia la abogada hizo dos bests-sellers ("Querida Dra. Polo: las cartas secretas de Caso Cerrado I y II").
Cuando Caso Cerrado empezó en 2001, estaba pensado para 52 episodios. Pero el formato fue tan exitoso que siguieron transmitiéndolo, hasta que la temática empezó a quedar pequeña.
En la entrevista, Polo precisó que si bien es abogada de profesión, hace 20 años que no ejerce. (I)