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Carolina Aguirre abre su corazón cargado de jazz

Carolina Aguirre abre su corazón cargado de jazz
10 de agosto de 2013 - 00:00

La noche del 29 de septiembre pasado la voz de Carolina Aguirre dejó boquiabiertos a quienes acudieron al Palacio de Cristal para la elección de Miss Continente Americano. Aquella noche ella cantó ‘Será’, una de las emblemáticas melodías de Ricardo Montaner. La adaptó a su estilo.

Quizás muchos la vieron por primera vez durante esa gala y en otras presentaciones cercanas y benéficas que tuvo como Miss Ecuador. Lo cierto es que ella siempre ha estado ligada a la música, desde su niñez. Y no es para menos. Su madre es la conocida cantante Mariel Córdoba y su tío es Nerio David, ambos argentinos radicados en Guayaquil desde hace muchos años.

Ahora tras dejar su corona en marzo pasado y un paso fugaz por la televisión (en ‘Al son de un nuevo día, de GamaTV’), Carolina le da rienda suelta a su pasión por el canto, desde el jazz y las baladas. En la comodidad de su hogar, en una urbanización situada, vía a Samborondón, deja claro que ella respira música, respira jazz. Lo confirma con algunos versos de ‘At last’, conocida en la voz de Etta James, que Carolina suelta durante la sesión de fotos previa a esta charla.

¿Por qué jazz?
Yo escucho jazz desde que tenía unos 14 años. Cuando era muy chiquita me gustaba mucho la música pop. Era muy popera. En esa época no escuchaba nada de baladas, pero después cuando crecí un poco conocí el rock a través de mi hermano mayor. Gracias a mi mamá, en cambio, empecé a escuchar baladas y boleros. Tengo un gusto músical muy amplio.

Lo que te contaba al principio es que cuando tenía 14 años, Omar Domínguez, quien es el productor musical de mi mamá y de mi CD, me dijo que estaba organizando un concierto que se llamó Boleros Jazz. Me propuso que escuchara a varios intérpretes de jazz, entre ellos, Ella Fitzgerald, porque para él ya hablaba bien el inglés. Me dijo ‘si te gustan esas canciones me avisas para empezar con los ensayos y seas tú la persona quien las cante’. Cuando escuché por primera vez a Ella Fitzgerald me quedé de rodillas. Para mí fue una de las más grandes cantantes de todos los tiempos.

Primera vez que la escuchaba...
La había escuchado mientras estudiaba historia de la música en el colegio, pero no había tenido la oportunidad de apreciarla realmente. En los ensayos la escuchaba una y otra vez. Mientras me la aprendía bien me di cuenta lo mucho que me gusta el jazz. Desde entonces no he dejado de escucharla.

¿Considera que el reinado de Miss Ecuador, que incluso le permitió cantar ‘Será’, de Ricardo Montaner, en Miss Continente Americano y otras canciones para eventos sociales, la ligaron nuevamente a Omar Domínguez y en consecuencia con el jazz?

Lo que pasa es que nunca dejé de cantar jazz. Desde que conocí esas canciones quise descubrir más. Empecé a oír más y mientras lo hacía le decía a Omar que ensayáramos. Entonces, en presentaciones de mi mamá, me llevaban para que cantara y siempre era jazz. Definitivamente ese género es el que más me gusta interpretar, además de las baladas que son la base del disco.

¿Quiénes eran sus referentes antes de conocer el jazz?
Era muy chiquita, creo que tenía unos 7 años. En esa época me encantaban las canciones de Britney Spears y Christina Aguilera. Después a los 10 interpreté Skater boy, de Avril Lavigne para las olimpiadas del colegio. Me metí tanto en el personaje que me alisé solita el cabello (el suyo es rizado). Me disfracé de ella. Mi mamá no tenía ni idea de mi plan, pero cuando me vio se impresionó mucho porque todo lo hice sola. No es que me dijo “ven, vamos a cantar, ni nada de eso”. Fue iniciativa mía. Me inscribí, escogí la canción. Le dije a Omar que por favor me hiciera un karaoke de Avril. Investigué la letra, me la aprendí, nunca había hecho eso. Entonces le dije a mi mami que fuera a verme en el colegio. En el escenario yo estaba convertida en otra persona, cantaba y me movía como Avril Lavigne. Mi mamá se sorprendió mucho y dijo “esta niña es artista, no hay nada que hacer”.

Considerando que existe el rag time, dixieland, swing y otros estilos, ¿en qué subgénero del jazz se siente más cómoda?
Me gusta la fusión, las baladas jazz como algo que hizo mi mami en un CD que se llama ‘Boleros Jazz’. También me encantan los clásicos, intérpretes como Ella Fitzgerald que ya te había mencionado o Ray Charles, quien además de jazz, interpretaba R&B y soul. Me gustan fusiones como, por ejemplo, tomar una canción de Cole Porter y hacerle un arreglo de jazz. Eso me parece increíble.

Ya que hablamos de arreglos y fusiones, ¿cómo adaptaría a su voz una canción de Ray Charles?
Ray Charles cantaba tan grave que yo podría tomar tranquilamente esa pista y hacerla a la octava arriba (se refiere a su registro vocal). Justo en las voces de los dos que te mencioné (Fitzgerald y Charles), hay una canción que compuso Cole Porter, que se llama ‘Every time we say goodbye’. Esa una de esas canciones que me ponen la piel de gallina.

Además de los clásicos que ya citamos, ¿qué otros cantantes la influyen?
Ellos, Etta James, yo creo que esos son los más importantes para mí. Si nos ponemos a hablar de eso, hay miles de referentes, está Nina Simone y otros. Pero los que te dije al principio son los que me han llegado al alma, los que escucho día y noche.

¿Qué es lo que más le seduce de ellos? ¿Quizás su lírica?
Más bien es la técnica que tienen ellos al cantar, su perfección vocal. Es como si acariciaran al oído con sus voces y además son atemporales. Se escuchan los mismos arreglos y no pasan de moda porque están tan bien hechos. Me impresiona la dedicación que entonces tenían para grabar. No había cómo editar, grababan de corrido, algo que con la tecnología actual ya no se hace. Eso convierte a esas canciones en joyas de la música, no solo de la historia del jazz.

¿Y de los contemporáneos?
Me encantan Jamie Cullum y Norah Jones...

...Y quizás aún más ella por el vínculo a través de Los Beatles, una de sus bandas preferidas (en referencia a la amistad que tuvieron Ravi Shankar, el padre de Norah, con George Harrison)...
Sí, por supuesto, Los Beatles me encantan. De Jamie Cullum puedo decir que toca como los dioses...

Quizás como una especie de Jerry Lee Lewis moderno...
Sí, exactamente...

¿Se atrevería a grabar duetos?
Dentro de mi carrera, claro que sí. Hay tantos grandes artistas con los que estaría honrada de compartir el escenario. Por ejemplo, hay duetos increíbles como el reciente entre Alejandro Fernández y Christina Aguilera, dos grandes voces y de géneros opuestos.

En Ecuador no hay una cultura tan profunda de escuchar jazz, más bien es un país que se identifica más por lo tropical, ¿teme no pegar mucho en su carrera? ¿contempla explorar otros géneros?
Como te dije al principio, tengo un gusto musical muy amplio y me encanta cantar de todo. Sí me gustaría empezar por el jazz y nunca dejarlo. Espero que a la gente le guste oírlo.

Y sino pues, de todos modos, este disco es como mi bebé. Le estoy poniendo todo el cariño del mundo. En cuanto a la producción todos los arreglos están maravillosos y únicos. Pese a que tiene clásicos, es un disco nada predecible porque cada canción tiene un arreglo diferente a lo que ya se ha hecho. En un futuro no descarto cantar otro tipo de música porque hay tanto de dónde escoger.

¿Qué carrera prioriza más la académica como futura periodista o la musical?
Actualmente estoy muy involucrada con mis estudios en la universidad. Por eso dejé el programa (Al son de un nuevo día, de GamaTV), pues debía viajar muy seguido a Quito y no podía faltar a clases. Equilibro eso con la música porque el canto es algo que nunca he dejado. A diario canto y me entreno.

¿Quién le da clases de canto?
Actualmente mi mamá (Mariel Córdoba), pero sí he tomado clases con otras personas, entre ellas el tenor Giovanni Molina, quien me enseñaba canto lírico. Durante del colegio me metí en todos los coros existentes. Con mi mamá son clases 24-7.

¿Cómo es eso?
Clases 24 horas durante los siete días de la semana. (ríe).

¿Cómo distribuye su tiempo para la música con su mamá?
Ella me ayuda con las canciones un par de horas al día. Me da muchas ideas, sugerencias. Me dice que si debo o no ponerle algún ‘adornito’ a alguna canción. Debo reconocer que es una enorme ventaja tener a esta tremenda cantante en mi casa. Actualmente trabajo en eso con mi mamá antes de grabar.

Es decir, que aún no está terminado el disco...
Sigo grabando. Faltan un par de temas que están en el proceso de arreglos y grabándose las guitarras.

¿Cuándo empezó el proceso de grabación de todo el álbum?
Empezó en enero cuando conseguimos el auspicio del Cuerpo Consular. Ahí Omar comenzó a escribir las partituras de todos los instrumentos que se emplean en el CD. Además, para entonces todavía era Miss Ecuador y por mis múltiples actividades como tal. Eso me impedía meterme de lleno al estudio. Cuando entregué la corona, me vinculé con el programa y eso lo alternaba a la par con las grabaciones. Iba escuchando los arreglos. Omar me daba los demos que escuchaba durante mi tiempo libre en el iPod. Desde hace unos meses pasamos a grabar las voces. Lo que pasa es que mi mamá y yo somos muy perfeccionistas con la voz. Cualquier defecto por más chiquitito que sea hace que grabemos de nuevo. Pero la producción marcha bien porque lo estoy haciendo con mucho cariño.

Entonces se han producido muchas repeticiones...
Hasta ahora no. Por ahora están las grabaciones originales, pero a veces me pongo a pensar que en determinada canción pude darle un final diferente. Como aún me faltan grabar canciones, a veces me provoca grabar todo de nuevo.

¿Cuando estará listo todo el producto?
Espero que como máximo un mes.

¿Ya tiene nombre?
No, todavía no. (ríe) Es que no se me ocurre aún porque tiene que ser algo muy personal. Es mi primer CD, tiene que ser algo muy especial para mi bebé (con un tono engreidor), así como la foto de la portada.

¿Cuántas canciones son?
Son nueve canciones.

¿Entre cuántas seleccionó las que tiene el disco?
Más de 20. Hay muchas que hubiera querido grabar. Quizás por eso el CD casi no tiene inéditas.

¿Qué canciones destaca de ahí?
‘At last’, ‘Tenderly’, ‘Mystic’, ‘Somewhere over the rainbow’. También hay baladas como ‘Será’, de Ricardo Montaner; ‘Después de ti’, de Alejandro Lerner y una inédita de mi tío Nerio David que se llama ‘Frágil’.

Hablemos de ‘Frágil’
Mi mami me decía que sí es importante poner al menos un tema inédito o cuantos yo quisiera. Entonces pensé de inmediato en mi tío que tiene muy lindas canciones, pero nunca las ha comercializado. Solo las canta en sus presentaciones privadas. ‘Frágil’ es una balada que fue compuesta cuando yo era chiquita y no entendía el contenido de su letra. Él la ensayaba, como era una niña, pasaba mucho tiempo ahí metida y se la escuché, aunque no comprendía me quedó grabada una imagen de su letra. Dice: “y mi corazón bajó a la calle/ y descalzo bajó detrás de ti”. Como era chiquita e inocente le preguntaba que cómo podía el corazón bajar a la calle o si le salieron patitas. Después entendí que se trata de una metáfora.   

¿Qué canción es la que más le ha costado grabar y cuál fluyó más rápido?
La que más rápido fue ‘Somewhere over the rainbow’, conocida en la voz de Judy Garland por la película ‘El Mago de Oz’, y la que más me costó fue ‘At last’, famosa por Etta James, aunque no lo creas. Pese a que la he cantado muchísimas veces, me costó porque estaba acostumbrada a los arreglos originales y tuve que adaptarme a los nuevos que le hizo Omar, especialmente en piano.

¿Quiénes forman la banda de apoyo?
Omar en el piano, Carlos Vera en guitarra y Ernesto Lamilla en la batería.

¿Cómo promocionará el disco?
Para lanzar el CD pretendo ofrecer un concierto. Me gustaría que sea ahí en el teatro pequeño del Sánchez Aguilar porque mi mamá se está presentando seguido ahí. Lo que sí tengo confirmado es una presentación durante la gala de elección del Miss Continente Americano en septiembre. Ahí quiero cantar ‘Frágil’.

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