Carlos Zapata dejó el fútbol por la guitarra y las baladas
Aunque su padre Carlos Vicente Zapata es primo del reconocido grupo folclórico Los 4 del Altiplano, lo que sabe con respecto a la música no lo aprendió por parte de su familia paterna, sino de otros de sus allegados, estudiando en academias y conservatorios, y de una manera autodidacta. Así lo aclara el cantautor quiteño Carlos Zapata, quien hace dos años se dio a conocer en el medio artístico con el tema ‘No la dejaré de amar’.
“Mis padres son divorciados, así que no tenía mucho contacto con mi papá. Pero el novio de mi mamá fue quien me enseñó a tocar la guitarra, yo lo veía con el instrumento y me entró la curiosidad de aprender, pero en un principio no me llamaba la atención la música, sino el fútbol”, comenta Zapata.
La canción ‘Fuiste mía un verano’, del argentino Leonardo Favio, fue la que escogió para dar sus primeras tocadas con la guitarra, cuando tenía siete años. La experiencia que ganó con el paso de los años lo llevó a formar parte del grupo musical de la iglesia de su colegio, al que ingresó a los 14 años como guitarrista. Con esta banda participó en distintos intercolegiales, resultando ganadores en 2005, y como premio tuvieron un trofeo y la oportunidad de abrir un concierto de Verde 70.
Esta presentación fue la que lo motivó a seguir en el medio artístico. Clases en el Conservatorio Nacional de Música lo ayudaron a reforzar sus conocimientos.
“Aprendí mucho pero era muy desafinado para cantar, así que me propuse aprender por mi mismo. Fue un proceso largo, pero me fui dando cuenta qué es lo que debo y lo que no debo cantar”, dice el cantante, que se inclina por la balada pop, y que creció escuchando a Los Iracundos, Julio Jaramillo y Sandro.
Cuando Carlos terminó sus estudios secundarios, a los 17 años, tenía claro que quería dedicarse a la música de manera profesional. Esta decisión no fue apoyada totalmente por su familia, sin embargo, ingresó al Instituto de Artes Visuales de Quito (IAVQ), en donde aprendió a tocar el teclado y egresó como tecnólogo en sonido y acústica, y como productor en sonido y arreglista musical.
“Mi tesis para obtener mis títulos fue hacer una producción de cuatro canciones, y como desde los 15 años empecé a componer, tenía muchos temas para escoger. De este proyecto salió ‘No la dejaré de amar’, la que me abrió las puertas en los medios de comunicación de varias ciudades del país, y que fue nominada en la categoría ‘Artista en proyección 2011’ en los premios Mis Bandas Nacionales, junto a Fabricio Segovia y Valentina López. A partir de ese momento me empezaron a solicitar que participe en conciertos del Municipio y en campañas sociales”, cuenta, quien en su repertorio musical incluye temas de Hombres G.
En agosto de 2012 comenzó a sonar las radios con la balada ‘Tal vez’, la cual también produjo como parte de su proyecto de tesis. A inicios de 2013 lanzó ‘Besándonos el alma’, con la que se hizo escuchar durante el primer semestre del año. Desde junio pasado suena en las redes sociales y radios locales con ‘Hay amor’, letra que nació luego de tener una novia en el verano del 2011.
Vinculado con el mundo de la radio
La producción de Sonorama Retro está a cargo de Carlos, de miércoles a viernes. Durante el fin de semana se encarga de la parrilla musical, transmitir el fútbol y está a cargo de dos programas musicales de la radio.