Aunque Bertín Osborne dice que “canta mejor en inglés” y que parece “el que pasa por casualidad por los sitios, sin quedarse en ninguno”, son varias las ocasiones que ha visitado México sentimental, física y discográficamente, como en su último álbum, ‘Corazón ranchero’.

“Tengo una relación maravillosa con ese país (en referencia a México), lo adoro y he pasado allí momentos inolvidables”, reveló el cantante tras el lanzamiento de su vigésimo tercer disco que presentará a partir de enero en América.

‘Corazón ranchero’, que se publica esta semana, inicia con ‘María bonita’, de Agustín Lara, canción de la que se enamoró en un viaje a Acapulco. A partir de ahí, su estadía por México se refleja en otros clásicos como ‘Ay Jalisco’ o ‘Juan Charrasqueado’, con la que su padre lo “martirizaba” en el auto.

A él le debe el haber escuchado rancheras desde que tuvo “uso de razón”.

Luego, con 17 años, viviría un momento imborrable cuando tuvo la oportunidad de subirse a un escenario con Pedro Vargas y sus mariachis para interpretar ‘México lindo y querido’.

Un día se le ocurrió proponerle a su discográfica grabar un álbum de rancheras “y ahí empezó todo”. Ha pasado más de una década desde que Osborne lanzara ‘Sabor a México’ (2000) y estableciera definitivamente su idilio con este género.

“Sobre todo porque me divierten, a todos nos gusta. Cuando entra un mariachi todo el mundo se alegra”, explica.

Su nuevo álbum, en el que canta ‘Que seas feliz’ o “Si nos dejan”, incluye temas que interpretó en vivo en el pasado pero que nunca grabó, como ‘Se me olvidó otra vez’.

Además, con la mexicana Edith Márquez canta a dúo ‘Todavía’, un clásico ligado a su imaginario musical por la versión que hace años realizó Bambino, que para Osborne “era lo máximo”. Queda tiempo para llevarse a este estilo dos baladas, ‘Yo no me doy por vencido’, de Luis Fonsi, y “Cuando la vida aprieta”, que él mismo compuso en homenaje a su familia para su anterior disco.

‘A mi manera’ (2012), el álbum en cuestión, supuso su regreso a la música después de un largo parón de cuatro años en los que estuvo “absorbido por la televisión”. Con el lanzamiento de este nuevo disco, Osborne reafirma su vuelta definitiva a la música.

Osborne tiene la televisión. “Como dije una vez, soy el mejor en nada y bueno en muchas cosas, pero lo prefiero, porque si se te acaba eso en lo que eres el mejor, tu vida pierde sentido. Así siempre tengo cosas que hacer”, sostiene.

“No soy Pavarotti, pero canto bien. Y no soy Johnny Carson, pero presento bien (programas de televisión)”, ratifica Osborne, quien próximamente confirmará el inicio de una nueva gira bien escoltado por sus mariachis.