El cantante colombiano Alberto Barros escogió Guayaquil para grabar su cuarto disco de cumbia en vivo, ante más de 10 mil personas que acudieron a la Concha Acústica del Parque Samanes.

El trompetista aseguró que Guayaquil es una de las ciudades más queridas por él y sus músicos porque dijo: “Aquí son salseros por excelencia” y “bailan cumbia como los mismos colombianos”, palabras que causaron júbilo entre los asistentes que no pararon de corear “Guayaquil...Guayaquil”.

Fue así como inició el espectáculo que incluyó temas tradicionales del folclor colombiano como ‘Tabaco y ron’, ‘Bonita, pero mentirosa’, ‘Cobarde’, ‘El hombre que yo amo’ (que popularizó Myriam Hernández) y ‘El ciclón’, entre otras.

Los graderíos se convirtieron en una pista de baile improvisada. Cerca del escenario se encontraba Magali López y su esposo, Antonio Vargas, quienes llegaron desde la ciudadela La Pradera para escuchar a “su artista favorito”. “Me encanta todo lo que canta Alberto. Tenemos todos sus discos, videos y en nuestra casa lo escuchamos siempre”, dijo el ama de casa, quien asegura haber visto en vivo al colombiano cada vez que ha visitado la ciudad.

Junto a ellos, Germán Rodríguez se movía al son de ‘Tabaco y ron’, mientras rodeaba a su esposa, María Luisa, una colombiana radicada en el país desde hace 28 años.

“Solo vea por qué me casé con ella (se refería a la manera de bailar)”, dijo el guayaquileño, entre risas. “Alberto es mi paisano y donde hay un colombiano sobre el escenario... ahí estoy”, dijo la agente vendedora de productos de belleza.

El panorama era similar en varias zonas del recinto. El amarillo, azul y rojo de las banderas de Colombia y Ecuador ondeaban en los brazos de los asistentes, muchos de ellos con vaso de cerveza en mano.

Uno de los momentos de mayor comicidad de la noche fue cuando el artista preguntó: “¿Dónde están esos barcelonistas?”, y obtuvo como respuesta gritos y chiflidos de los hinchas toreros que alzaron sus brazos. La música continúo sin que nombrara a los emelecistas, quienes increparon al músico, pero este siguió cantando.

“Vamos mi gente con las palmas... pau, pau, pau, pau” cantaban los músicos a ritmo del tema ‘En Barranquilla me quedo’, tema de Joe Arroyo, cuya estrofa era cambiada en ocasiones por “En Guayaquil yo me quedo”.

Para entonces, el público ya estaba ‘entonado’ y las parejas hacían gala de sus destrezas dancísticas al ritmo de ‘Patacón pisao’, ‘El caleño’, ‘La trampa’, ‘Periódico de ayer’, ‘Gotas de lluvia’, ‘El amor todo, todo perdona’, ‘No soy un juego’, ‘Buscándote’, entre otras.

El tema ‘Sin sentimientos’ fue el más coreado de la noche. Varias personas aprovecharon la interpretación para grabarla con sus celulares y cantar. “Gracias Guayaquil”, repetía Barros con trompeta en mano anunciando el término del espectáculo, no sin antes interpretar un popurrí de Celia Cruz y Joe Arroyo y un segmento de canciones de “salsa erótica”. (I)