Que un artista sea capaz de ganar los cuatro premios más grandes del cine, música, televisión y teatro no es algo frecuente. De hecho, algunos durante su vejez alcanzan uno o dos de esos premios.

Pero Barbra Streisand puede jactarse de guardar en sus vitrinas un par de premios Oscar, uno de ellos como mejor actriz en 1968 por ‘Funny girl’ y otro en 1976 a la mejor canción por ‘A star is born’. Acumula 20 premios Grammy, 5 Emmy y un galardón Tony.

“Siempre han dicho de mí misma que soy mandona y contestona. Supongo que es verdad”, expresó la noche del pasado 23 de abril.  Aquella vez Barbra Streisand celebraba dos cosas en Nueva York: su 71 cumpleaños y la entrega del premio Charles Chaplin de la Film Society del Lincoln Center a toda su carrera cinematográfica.

Al acto acudieron estrellas como Liza Minnelli, Pierce Brosnan, Michael Douglas o personalidades tan relevantes como el expresidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, quien le entregó el galardón. Pero nadie podía eclipsarla a ella, a la diva polifacética dueña de los cuatro grandes del arte contemporáneo.

Barbra Streisand, quien eliminó la segunda “a” de su nombre Bárbara para ser única, hace tiempo que podría haberla recuperado sin dejar de serlo. Simplemente no se le antoja recuperar esa letra porque ella es tal como es. La actriz y directora de “El príncipe de las mareas” reconoce que el cine es su vocación por encima de las demás artes.

Nacida como Barbara Joan Streisand en el seno de una familia judía y con la carencia de un padre, porque el suyo llamado Emmanuel murió de una hemorragia cerebral cuando ella tenía 15 meses de edad, asegura que siempre quiso escapar de la realidad y ser actriz era su manera de hacerlo. Se considera muy agradecida de Dios por su don vocal que le abrió las puertas de la actuación.

Sus inicios datan de 1956 cuando acudió a Broadway para ver una adaptación de la obra El diario de Anna Frank. Aquella vez decidió que quería convertirse en cantante y al año siguiente se inscribió en un curso teatral de verano, pues consideraba que lo uno debía ir ligado con lo otro. Entre 1958 y 1960 tomó parte en varias producciones teatrales independientes como ‘Driftwood’, ‘The insect comedy’, ‘The boyfriend’ y ‘Another evening with Harry Stoones’.

Las perspectivas de su naciente carrera comenzaron a mejorar en 1960 cuando, con la ayuda de su entonces novio Barry Dennen, ganó un concurso de nuevos talentos organizado en el club nocturno The Lion. A partir de ese momento realizó presentaciones como cantante en otros clubes neoyorquinos, entre ellos el Bon Soir y el Blue Angel. En 1961 realizó su primera aparición en la televisión interpretando la canción ‘A sleepin’ bee’.

Debutó en Broadway el 20 de marzo de 1962 en el musical ‘I can get it for you wholesale’ en el que interpretó a la señorita Marmelstein. El resto es lo que más se conoce en cuanto a una discografía de 30 álbumes de estudio y siete en vivo, una filmografía de 20 películas desde 1968 en las que ha participado en todo un poco (cantar, actuar, dirigir, producir y más).

Con esa belleza poco convencional en la que sobresale su grande y gruesa nariz se convirtió en la inesperada portada del Vogue en 1964. Aquello contrastaba con un carácter que recordaba a la Katharine Hepburn de los años 30. Como fuera, Streisand reinventó el rol de la mujer en la industria del cine no tanto con su debut en “Funny Girl” como con su carrera como directora, estrenada con “Yentl”.

“Él me enseñó que la verdadera creatividad no tiene límites”, revela la cantante de “Evergreen” sobre Charles Chaplin. Se detiene y repasa su carrera mentando al director que le brindó su primera oportunidad, William Wyler (quien le regaló un megáfono para animarla a dirigir), a su compañero de reparto en ‘Ha nacido una estrella’ (A star is born, 1976), Kris Kristofferson, al fallecido Sidney Pollack y otros.

Liza Minnelli, junto con Tony Bennett y el compositor de la canción “The Way We Were (Tal como somos) Alan Bergman, protagonizó los momentos musicales de este homenaje, en el que ella renunció a cantar y se centró en recordar “tal como era” y en mostrarse “tal como es”. “Si quieres ser bueno, tienes que ser real y auténtico”, afirma la misma que decidió que en los musicales para el cine no haría ‘playback’.

La transición de la estrella extrañamente romántica a la incómoda intelectual feminista de izquierdas vino, precisamente, con ‘Tal como éramos (de Pollack, 1973) pero, sobre todo, con el musical ‘Yentl’. “Fue muy difícil para mí llegar a dirigir. Para mí todo lo que quería contar era sumamente relevante, pero los productores no lo pensaban así. Tuve que convertir aquella historia en un musical para convencerles de que la financiaran”, rememora.

Steven Spielberg declaró aquella ópera prima como la más prometedora desde ‘Ciudadano Kane’, que se estrenó un año antes de que Streisand naciera. Para el Rey Midas de Hollywood aquella película de la cantante y actriz no ganó la cantidad de premios Oscar que merecía. Ella la dirigió, protagonizó y produjo. Apenas un galardón ajeno, el de mejor adaptación que fue a dar a las manos de Michel Legrand, Alan y Marilyn Bergman

Sin embargo, Streisand, la dueña de unos profundos ojos verdes,  descubrió el maravilloso acto de “explorar historias que están marcadas por lo que nos une a todos y tener una experiencia entre la moda, la arquitectura, la psicología y el arte en general”, refiere la artista que entre sus últimas cintas constan ‘Meet the Fockers’ (2004) y ‘Little Fockers’ (2010) donde explora la comedia como Rozalin Focker, una sexóloga.

También como directora, en la búsqueda de esa autenticidad, encontró un truco maestro: “Siempre les digo a mis cámaras que sigan grabando un poco más después de que yo diga corten”. Así consiguió llevar a las puertas del Oscar a Nick Nolte, a Amy Irving o a la mismísima Lauren Bacall en otras producciones.

Y así, antes de que sonaran las doce campanadas y llegara oficialmente su cumpleaños (el 24) Barbra Streisand dijo “corten” y “tal como es” se fue de su propia fiesta, que siguió rodando, claro con los demás invitados como protagonistas.