El sábado 6 de julio se cumplirá el 94º aniversario del natalicio del fallecido maestro Oswaldo Guayasamín. Con el propósito de rendir un justo tributo al pintor, el Ballet Nacional de Ecuador presentará ‘Las estaciones del pintor’, obra que intenta destacar las etapas que marcaron su trayectoria artística.

El recorrido iniciará a las 19:00 desde la Capilla del Hombre (Bellavista), en el norte de Quito, con la coreografía ‘Vuelvo’, del Ballet Metropolitano. Con ello se rinde un homenaje a los desaparecidos y a los artistas que mantuvieron su compromiso con la sociedad.

“El golpe militar en Chile desató la ira y el grito plástico del pintor, quien inicia la serie ‘Lágrimas de sangre’ en homenaje a tres de sus entrañables amigos: Víctor Jara, Salvador Allende y Pablo Neruda. El maestro dice: A mí me ha tocado pintar para indignar, herir, arañar y golpear el corazón de la gente; para mostrar las monstruosidades de América y del mundo y lo que el hombre hace en contra del hombre. Y seguiré haciéndolo, mientras duren las causas de la ira”, indica Rubén Guarderas, director del Ballet Nacional de Ecuador.

En la segunda estación, el elenco Ballet Contemporáneo escenifica un fragmento de ‘Tatuaje’, obra que realiza un recorrido por la simbología del ser humano con música de Quimera, Julio Jaramillo, entre otros.

En esta parte, la pintura de Guayasamín se representa en ‘La edad de la ira, un grito de rebeldía’. “Se hará un llamado a la paz y a la fraternidad de los hombres, dichos en cuadros que resumen la tragedia del hombre en la primera mitad del siglo, la frustración universal, la angustia de la humanidad frente al sadismo, la sangre, la orfandad, la muerte”.

La tercera estación contará con la presencia de los bailarines del Ballet Metropolitano, que interpretarán la obra ‘Ángeles’. Sus movimientos evocan oraciones y rezos acompañados de la música de Enrique Males, quien transmite el amor y la inocencia que plasmó Guayasamín en la ‘Edad de la ternura’.

“Sobre su obra el pintor comenta: Quiero expresar lo esencial del amor, la idea de darnos la mano, de abrazarnos, de vivir juntos a pesar de las ideologías, de las razas o de las religiones. Que nos dejen vivir a cada grupo humano con sus propias esencias culturales, pero sin fronteras, sin banderas, que nos hacen a unos enemigos de otros”.

Dos elencos del Ballet Nacional presentan en la cuarta estación un nuevo fragmento de la obra ‘Tatuaje’, que muestra la fuerza y la tenacidad del ser humano cuando alberga esperanzas de cambio, en donde sus marcas y signos de identidad son la fortaleza para construir una historia distinta. “Es que el maestro sabía bien, por su pasado, que el futuro debía ser distinto. Estaba convencido de que el porvenir estaba por nacer”.

Tatuaje es una creación coreográfica del maestro cubano Pepe Hevia, que cuenta con la participación de 36 bailarines y una banda sonora que mezcla la diversidad de la música ecuatoriana. Según su creador, la obra relata los signos historiográficos ecuatorianos y latinoamericanos, resaltando el lenguaje corporal como transmisor de historias, para suscitar en la ciudadanía el orgullo y valoración de lo nuestro.

Las presentaciones que realiza el Ballet Nacional de Ecuador son gratuitas. Quienes estén interesados en asistir deben retirar los pases de cortesía en la institución, ubicada en Manuel Abascal y Gaspar de Villarroel, al norte de Quito; o en la Metrodanza de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (6 de Diciembre y Patria).