Bakú es la nueva opción para divertirse
Desde finales de octubre del año pasado, en el sector de La Mariscal, al norte de Quito, ecuatorianos y extranjeros cuentan con una nueva opción para distraerse y pasarla bien entre amigos y familiares, mientras disfrutan su bebida favorita, escuchan música, o bailan. Se trata de Bakú Bar, un local de diversión que funcionó durante tres años en El Coca y ahora está en la Capital, en las calles Reina Victoria y Foch.
Su propietario, Patricio Boada Mendoza, cerró el establecimiento que tenía en el Oriente para instalarse en Quito, luego de que tuviera algunos problemas personales. Ahora en nueva nueva casa ha comenzado a ganar clientela poco a poco. “A uno de mis familiares le dio cáncer y por consiguiente los gastos que demandó esta enfermedad me dejaron desfinanciado. Fue así que me vine a Quito y compré este local con el poco dinero que me quedó para seguir manteniendo a la familia y salir adelante.
Sé que antes funcionaba en este lugar un bar de rock, que es el estilo que tenía Bakú en El Coca, pero ya en Quito preferimos ofrecer todo tipo de música porque acá los bares de rock están ubicados en una misma zona y no quiero llegar a pelearme con nadie o romper esas reglas; además mi familia prefiere que ya no tenga un bar de rock”, dijo el dueño de Bakú, quien para atender el sitio cuenta con el apoyo de su esposa, hijos y otros familiares.
Este establecimiento abre sus puertas de martes a jueves desde las 17:00 hasta la medianoche, mientras que los viernes y sábado de 16:00 a 02:00. La capacidad de este local de dos plantas es de máximo 80 personas (60 arriba y 20 abajo).
La primera planta funciona como bar para quienes deseen sentarse a conversar y tomarse una bebida, mientras que en la segunda hay una pista de baile y en el techo luces de colores para darle el ambiente de discoteca. Quienes ingresan al bar no pagan un valor, pero se les pide un consumo mínimo de 10 dólares por persona.
Los que deseen reservar el lugar para festejar su cumpleaños o cualquier otra fecha especial contarán con todas las comodidades. “Se les puede alquilar horas locas o preparar una fiesta al estilo de la persona que reserva el local; por ejemplo, si hay alguien aficionado al fútbol, el personal del bar se puede vestir con camisetas de su equipo”, explica Jeff Santamaría, uno de los administradores.
Además, su propietario explica que si son muchas personas las invitadas a celebrar una fecha importante se cierra el local solo para ese grupo. “Podemos llegar a un acuerdo económico para ofrecerles una buena fiesta, o si viene un grupo grande podemos dejarle el consumo mínimo en 7 dólares por persona”, indica.
Las promociones de cerveza es algo que se mantiene en el bar y tienen bastante acogida, al igual que los combos de varias bebidas, como las jirafas (cerveza), shots, micheladas; y los fines de semana, la promoción de 2x1 en cocteles. “Mi esposa y mi hijo saben mucho sobre cocteles, pues han seguido varios cursos y como se acostumbra en muchos bares a tener un licor de la casa, nosotros también lo tenemos y lo denominamos Sex on the Bakú”, cuenta el dueño del negocio.
El nombre de este bar le vino a la mente a Patricio cuando recordó que durante los 29 años que trabajó en el Oriente, en Petroecuador, algunos de sus compañeros viajaron a Rusia a estudiar a la Universidad de Bakú (la capital y ciudad más poblada de Azerbaiyán) que brinda muchas ayudas a los latinos. El nombre de esta ciudad siempre le gustó, así que bautizó igualmente a su negocio.