El próximo 25 de diciembre no solo se celebra Navidad, sino que ese día se exhibirá el último proyecto audiovisual nacional del año, en las salas de cine de Guayaquil y Quito.

Se trata de ‘¿Quién es X. Moscoso?’, cinta que narra la historia de 2 amigos poco comunes y su viaje por ciudades de Estados Unidos, Colombia, Vietnam y Ecuador, descubriendo “la importancia de lo absurdo”.  

Tras 10 años, Juan Rhon se reencuentra con su mentor ‘X. Moscoso’, quien paseaba en su bicicleta por  Washington, y pretende realizar un documental sobre él.

Al hacerlo, Rhon y Moscoso terminan haciendo una película que toca una variedad de aspectos, desde la comida, el amor, la globalización, la amistad y el absurdo.  “Es un viaje que, además de buscar respuestas sobre la vida, busca compartir preguntas con el público. La película documental, sin duda, es el punto en que una historia termina y otra comienza”, señala Juan Rhon, artista audiovisual, gestor cultural y cineasta.

Durante los 54 minutos de la película, la historia se desarrolla con gran sencillez narrativa, que no quita la profundidad de los temas que el documental aborda.

“Lo que tengo en común con alguien tan poco normal, ambos tuvimos la misma necesidad en el momento que nos reencontramos. Y de ese encuentro, que puso a la vida en pausa, se nos abrió un mundo de posibilidades, aquellas que solo dentro de nuestro mundo podían crearse. Entonces aprovechamos, le sacamos jugo a nuestro encuentro. La cámara fue testigo de todo eso”, acota el realizador.

Durante 2 años la cámara no paró de registrar las vivencias que contagiaba a todos aquellos que encontraban por donde las circunstancias nos llevaban. “Nos llevaron hasta Vietnam!, pasamos por Woodstock, en donde ambos finalmente dejamos de ser hippies”.

Mientras se adentraron en cada aventura sintieron que tenían que contar todo lo que habían vivido tal cual como sucedieron las cosas. “... Mientras se hiciera desde el corazón, con la actitud en el pecho inflado y los bolsillos en constante riesgo, lo importante siempre sería compartir este mundo que se nos abrió a los dos a través de este divertido encuentro”.

“Me siento dichoso de compartir mi tiempo con mi amigo. Quiero que el público encuentre en esta historia un lenguaje sin complicaciones, que dice lo que tiene que decir sin miedo, pero con agrado. Deseo que la irreverencia con la que Moscoso y yo vemos la vida sea motivo de risas y demostrar que lo extraordinario también es parte de la vida”, agrega.

El director, quien además es el fundador de Sapo Inc, colectivo que investiga los contextos locales con narrativas experimentales, añade: “A todos nos tocó vivir este mundo, así que estamos obligados a soportarnos y no hay nada mejor que el humor negro para hacerlo. Siempre hay que tener buen humor y predisposición”.

Las películas experimentales de Juan Rhon, documentales y cortos que esta firma ha realizado se han presentado en diferentes festivales de países como Brasil, Estados Unidos, Italia, Argentina, Austria y Alemania.