Retratar una ciudad que nunca ha visitado y captar su esencia a través de colores y formas no fue tarea fácil para la artista estadounidense Sandra M. Walsh, quien expone una colección de acuarelas bajo el nombre de ‘Flores, Música y Guayaquil’.

Para hacerlo tuvo que estudiar las fotografías en primera instancia y después valerse de las referencias que sus amigos guayaquileños le dieron sobre el clima, los colores del cielo a ciertas horas del día o de la tarde y por supuesto, de su gente.

De esta forma le dio vida a esta colección inaugurada en el Centro Cultural Libertador Simón Bolívar del puerto principal.

Sobre cartulina, los pigmentos multicolores diluidos en agua fueron formando en cada pincelada varios referentes de la urbe como el tradicional barrio Las Peñas, La Rotonda o La Torre Morisca, a las que agregó formas humanas para “darle calidez a la imagen, para darle vida”.

Esta exposición es la primera que la artista, nacida en Carolina del Norte, expone en Latinoamérica, región que ha podido conocer a través de los latinos que viven en Miami, ciudad en la que reside desde hace 18 años. Este aspecto contribuyó en su proceso creativo para la exposición, al considerar que existen varias similitudes entre esa ciudad estadounidense y este puerto ecuatoriano. 

Confiesa haber quedado emocionada cuando se encontró con aquellos lugares que hasta entonces solo había visto a través de fotografías, de tal modo que le gustaría regresar para pintar nuevas cartulinas desde el mismo lugar de inspiración, como la ribera del Guayas desde donde se observa una pintoresca vista de la ciudad.

Walsh también forma parte de la Orquesta Alhambra de Miami en donde toca la viola, actividad que tuvo que hacer a un lado para dedicarse por completo a la pintura de manera momentánea.

Como la música forma parte de su vida esta tuvo cabida en esta exposición al retratar a su esposo en uno de sus cuadros y también al virtuoso Jorge Saade, quien además de ser considerado como el mejor violinista de América se desempeña como Director Cultural de Guayaquil.

A la artista le fue fácil pintar a Saade debido a que como música conoce la postura del violinista.
“Me encanta pintar flores, los músicos en acción, la vida y la vitalidad de la escena callejera.

“Mis acuarelas son sencillas, pero realistas”, agrega la artista quien ha publicado trabajos de investigación científica.