Eran las 18:00 y varios grupos de adolescentes ensayaban con sus instrumentos musicales, pulían sus pasos de baile o se acomodaban los vestuarios que recordaban al Guayaquil de antaño, mientras algunos pasillos, pasacalles y valses suenan de fondo dando la bienvenida a las aproximadamente 200 personas en el patio del Archivo Histórico de Guayaquil (AHG) ubicado en el norte de la urbe.

Todo eso fue previo a la verbena organizada por esa institución para dar por terminadas las fiestas patronales de la ciudad.

En el evento participaron varios planteles educativos y grupos de danza, como Jardín Escuela Makarenko, Academia Naval Almirante Illingworth (ANAI), Colegio República de Francia, Colegio de Bellas Artes, alumnos de la Escuela Superior Politécnica del Litoral y de la Universidad de Guayaquil, la academia Dance Pirouhette, entre otros.

También hubo puestos que vendieron dulces y piqueos tradicionales del antiguo Guayaquil, además de una muestra de fotografías de cómo era la ciudad a inicios del siglo XX.
Asimismo, este Diario estuvo presente con un stand donde se dio a  conocer a los presentes sobre las diferentes publicaciones con las que consta este medio de comunicación.

Cerca de las 19:00 comenzó el acto de celebración con un saludo de parte de la directora del AHG, Mariela García, a todos los asistentes, para dar paso a una introducción sobre el proceso de fundación de Guayaquil.

Después, las estudiantes de 8º año del Almirante Illingworth hicieron una exhibición con varias banderas de Guayaquil, formando figuras y marchando alrededor del público; seguida de una estudiante que interpretó ‘Guayaquil de mis amores’ y ‘Guayaquil pórtico de oro’.

Las demostraciones escénicas tampoco faltaron, estudiantes del Colegio de Bellas Artes bailaron el pasacalle ‘Guayaquileño madera de guerrero’, así como el semillero de Dance Pirouhette que demostró su talento en ballet con varios pasillos.

Los estudiantes de la Universidad de Guayaquil también se lucieron con una adaptación de la obra ‘Diles que no me maten’, de Juan Rulfo.

Luego de las presentaciones, la verbena culminó con la venta de dulces tradicionales y bebidas como chicha resbaladera y chocolate caliente con clavo de olor.