Aunque Gustavo Cerati con Soda Stereo visitaron Guayaquil por primera vez en 1986, mucha gente recuerda el concierto gratuito en la Universidad Católica, aquel que se dio el domingo 12 de julio de 1987, un día después del pagado que ofrecieron en el coliseo Voltaire Paladines Polo.

Pedro Gambarrotti, un melómano que en ese año estudiaba Arquitectura en la Católica, recuerda lo que ocurrió aquella vez.

“Fue un golpe de suerte, algo inesperado. El promotor, de quien no recuerdo su nombre, debía cumplir con aquella ordenanza de la presentación gratis para los artistas extranjeros y no sabia dónde hacerlo. Un amigo de la universidad lo supo o escuchó de esto y se puso en contacto con él. Cuando nos dijeron fue que había que diseñar el escenario y que los compañeros de la Federación de Estudiantes de la Católica se encargarían del resto. Unos lograron que Coca Cola auspiciara y pusiera sus quioscos. Otros consiguieron el sonido y cuando nos dimos cuenta estaba todo listo para recibirlos”, recuerda Gambarrrotti.

“¡Nadie podía creerlo! Trabajamos en tiempo récord. Desde el viernes por la tarde hasta amanecer del domingo”, agrega el fanático sobre el espectáculo que fue al mediodía, duró 48 minutos y tuvo un repertorio de 10 canciones, que ahora se pueden apreciar por YouTube.

“A último momento el grupo Monitor, de Guayaquil, se quedó con las ganas de abrir el show a Soda. Ellos iban a telonear, pero llegaron los técnicos de Soda para calibrar los equipos. Nos dijeron que nadie los toque y que no había teloneros. Pero no importó porque lo principal era tener a Soda de cerca y gratis. Jamás imaginamos que se iba a llenar. Nunca un evento musical convocó a tanta gente en la universidad”, sostiene Gambarrotti sobre el concierto en que Cerati lució boina negra con camiseta redonda del mismo color y pantalón de camuflaje.

“Hubo publicidad en radio y algún boletín en el diario que salió el mismo domingo bastó para llenar el parqueo de las facultades de Arquitectura e Ingeniería. Dos cámaras captaron el show en video, entonces era betamax, que ahora con la tecnología ha sido transformado en digital. Pablo Palacios y Petronio Salazar, el hijo del fallecido periodista, pudieron atesorar este recuerdo en esa grabación. Hubo una tercera cámara pero nunca supimos de quién fue. Era un fan que logró infiltrarse, siempre creímos que era algún pariente. Hasta hoy no hemos podido encontrar esa grabación. Solo las dos primeras. Luego sucedió lo inimaginable. A Cerati se le rompió una cuerda y la llovizna casi provoca un cortocircuito en su guitarra Jackson azul. De pronto se quedó sin ella, improvisó como buen artista que es y apareció una guitarra de un pana de Ingeniería que permitió que el show continúe”, dice Gambarrotti, mientras que el baterista Juan Carlos Macio recuerda que le dieron una Ibáñez.

“La llovizna continuó e hizo que terminara la diversión. Soda Stereo nos brindó lo mejor de su show. El repertorio fue el que salió editado en su álbum de ‘Ruido Blanco’, con canciones de la gira ‘Signos’. Para nosotros, la Federación de Estudiantes, nosotros como Taller 77 y los demás compañeros que colaboramos nos resultó una experiencia inolvidable”, finaliza Gambarrotti.