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Ecuador, 24 de Diciembre de 2024
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El Telégrafo
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Alicia Machado: Miss Universo fue el trampolín para actuar

“Soy una mujer de mente muy abierta. Me considero ciudadana del mundo. No condeno nada. No soy quién para dar un consejo. Cada quien hace con su cuerpo lo que quiera, mientras no le haga daño a nadie. Cada quien hace con sus nalgas una plaza de toros y le vende los tickets al que sea”.

Así habla Alicia Machado al referirse a las mujeres que han optado por ser prepago. La actriz fue escogida por RTI para protagonizar ‘La Madame’, un nuevo seriado para Univisión que se estrenó esta semana en Colombia, basado en la vida de la polémica Madame Rochy y el mundo de las trabajadoras sexuales de alto nivel. Despojada de cualquier actitud de diva, llegó sola a la exclusiva sesión de fotos.

Es inevitable preguntarle por su título de Miss Universo (1996), y lejos de pensar que le brillarían los ojos al recordar su faceta de reina, la venezolana aclara que su paso por el reinado fue algo accidental. “Muy poca gente lo sabe, o si lo saben no le dan la importancia que le doy yo. No soy actriz por accidente. Fui reina por accidente. Soy artista de nacimiento, fui bailarina profesional durante 12 años, he realizado 14 musicales, he hecho mucho teatro, he hecho novelas, seriados y cine. Toco piano desde los 13 y estudié en un conservatorio. Miss Universo fue un trampolín para realizar mi gran pasión, que es actuar. Me he preparado en diferentes países y llevo 16 años de carrera. Mi mejor papel fue Miss Universo (risas).

¿Qué tan complicado fue ese personaje?
Ser Miss Universo no es cualquier cosa. Le guste a quien le guste, sea gorda, chaparra, enana, te engordaste, no debiste... es una gran presión. Durante estos 16 años de trabajo he tenido mis ‘pelones’ (errores), me he tropezado, he hecho una que otra pendejada y he dicho: ‘¿En qué andaba pensando cuando me metí en esto?’ Por haber sido Miss Universo, la gente te exige más. Cuando hice Playboy (dos veces posó desnuda para la publicación) fue como si hubiera matado a mi mamá. Entonces manifesté que si a las Miss Universo venezolanas nos dieran una pensión vitalicia, igual que a un presidente, nos quedaríamos en casa manteniendo en alto el nombre del país con el título. Yo no puedo ir al supermercado a comprar y pagar con la corona y la banda. Con eso no pago el colegio de mi hija o las operaciones de la familia.

¿Y cuando le piden consejos para llegar a ser reina?
¡Nooo! Yo no hablo de política (risas). Voy a ser muy sincera: me molesta profundamente que Colombia no tenga otra Miss Universo, no puede ser, no es justo. Ahora, en la serie grabando, veo unas mujeres que digo: ‘¿Esta de dónde salió?’ ¡Son divinas! Llevo una semana haciéndome masajes con la mejor, el mejor cirujano, el mejor botox, la mejor pastilla para adelgazar.

Colombia es un país que le mete tanto culto a la belleza y no tiene nueva Miss Universo. Esto es igual a un técnico de un equipo de fútbol: si su equipo no gana partidos, no da resultados, hay que cambiarlo. Yo tengo una Miss Universo, Amelia Vega. La preparé, le di ‘tips’ y ganó. Desde mi experiencia, les doy lo que yo creo que se deben hacer para ganar el título.

¿Por qué no había trabajado en Colombia?
Dos veces he estado a punto. Una fue con ‘El cartel de los sapos ‘y la otra con ‘Las muñecas de la mafia’. No acepté pues no me gustaron las historias. Esta vez me pareció un gran reto hacer a alguien que es de verdad. Es un escalón más en mi carrera como actriz. Hace un mes me mandaron la sinopsis y me gustó.

¿Por qué escogió ser Madame Rochy?
Es algo verdaderamente emocionante. Madame tiene de todo un poquito… es difícil definirla. Me sale mejor interpretarla. Estoy muy a gusto con lo que estoy haciendo, pues es un personaje que tiene mucha carne. He tenido una gran conexión con Julio Sánchez Coccaro, nos la hemos llevado increíble, él es la mano derecha de Madame en la historia.

¿Conoció a Madame Rochy?
No. Pero sé que es una mujer extremadamente inteligente y encantadora. Lograr que niñas educadas, bellas, inteligentes y exitosas aceptaran ser prepago, es ahí donde está el tema de la serie. Ella sabía cuánto le podía ofrecer a cada una. No todas lo aceptan, pero hay gente que tiene un precio.

¿Actoralmente, el personaje tiene muchos matices?
¡Demasiados! ¡Me va a dejar loca! (risas). Menos mal es una serie, si fuera una novela, ¡sería terrible! Tiene muchos elementos, todos los sentimientos que todas las mujeres tenemos. Es una mujer definitivamente muy ambiciosa; esa es su principal característica.

¿Cómo es Alicia, la mamá?
Soy una mamá muy consentidora, vivo para mi hija (Dinora, de 4 años y medio). Desde que nació vivo dedicada a ella. He estado muy estable, duré siete años y medio viviendo en México y ahora, desde agosto pasado, estoy entre Miami y Los Ángeles. Tengo una mamá maravillosa que ayuda en todo... ¡Qué vivan las abuelas! Soy una mamá muy mamá: le cocino, le juego, le compro su ropa, la paseo… es mi vida entera. Me la llevo a todos lados. Cuando la llevo al trabajo se pone un poco intensa porque ella quiere hacer todo lo que yo hago, quiere actuar, bailar…

¿Y si quisiera ser reina?
No. Reina no me gustaría. Para mí fue un bonito trampolín y fue una buena puerta para estar en este negocio. Creo que ya tiene bastante trabajo e imagen de su mamá que la puede ayudar y apoyar si quiere tener una carrera artística. No necesita ser reina.

Usted tiene una fundación…
Soy muy feminista. Y la fundación se llama Mamis Solas, la creé en México y ahora también está en Estados Unidos. Ayuda a madres solas por condición, por elección, porque se separaron, porque enviudaron y que son un poco discriminadas. En la fundación pueden ser gringas, latinas, de donde sea.

También es empresaria.
Sí, hace cinco años saqué mi perfume llamado Malicia, me fue muy bien y ahora tengo otros productos: cremas hidratantes, geles para el baño. En octubre lancé mi nuevo perfume llamado Malicia in love. También tengo una línea de zapatos y quiero aprovechar mi estadía en Colombia para realizar mi línea de ropa interior, Malicia, Maliciosas (risas).

A propósito de ‘realities’, ¿aceptaría participar en otro?
No, ya no. He estado en tres, uno de ellos, en España, fue un desastre (La granja, en 2005, donde tuvo candentes escenas con un conductor español).

¿Se arrepiente de alguno?
Sí, del primero. En mi carrera he tenido buenos proyectos, pero también he tenido desaciertos, y ese fue uno de ellos.

¿Ser polémica le ha ayudado?
No lo percibo así. De repente para el negocio sí, pero no pasa nada si no lo aprovechas, si no tienes talento. Pueden pasar dos años y llegas a un punto en que no das para más. Hay que estudiar. Es un compromiso que todo lo que hagas, lo hagas bien.

¿La persiguen los escándalos?
En algún momento de mi vida hubo polémica. Eso sí te aseguro que el 80 por ciento de lo publicado era mentira; pero eso fue hace muchos años. Sí me cuestioné por mis pequeños errores porque para mí fueron errores que no tuvieron importancia. Lo que pasa es que por ser figura pública se hace más escandaloso de lo que fue.

¿Y tiene novio?
(Risas) Estoy saliendo con alguien.

¿Qué nacionalidad?
Chileno (risas).

En su cuenta en Twitter habla abiertamente de política. ¿Le ha causado problemas?
Pues no. Uno que otro ignorante que te insulta, te ofende. Nadie tiene derecho a agredirte por no compartir una ideología política.

¿Hace cuánto no va a Venezuela?
Me fui desde los 17 años, pero he ido a pasar Navidad con mi familia. La última vez fue hace cuatro años. Al regresar a México duré 15 días llorando.

¿La tratan bien cuando va?
Ahora no me tratan bien. Ha sido de extremos, pues fui la Miss Universo que mejor han tratado y ahora a la que peor tratan. Me dicen que yo no vivo en Venezuela, pero aunque no esté, soy tan venezolana como el que vive allí. Me duelen las cosas y quiero a mi país.

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