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Alejandra Paredes fue profesora de natación antes de ser actriz

Alejandra Paredes fue profesora de natación antes de ser actriz
06 de enero de 2013 - 00:00

Alejandra Paredes no continuó con la tradición de su familia que ha estado vinculada con la natación. De hecho, Lorgia Orejuela, su madre, fue campeona en este deporte. Dice que lo intentó, pero descubrió su vocación por la actuación con la que ha ganado reconocimiento del público y de la que asegura sentirse como “un pez bajo el agua”.

Recuerda que su tía Gesta la inscribió en un curso de teatro cuando tenía seis años de edad. Era un taller auspiciado por el Banco Central.

“Fue la semillita que sembraron en mí y desde ese momento me dije: yo quiero ser actriz”, señala Alejandra.

Desde entonces la actriz, quien hoy está de cumpleaños y prefiere no revelar su edad, ha participado en un sinnúmero de obras como ‘Alicia en el país de las maravillas’, ‘Nosotras que nos quisimos tanto’, ‘El amante’, ‘La gata sobre el tejado’ ‘Alguien voló sobre el nido del cuco’.

También ha sido parte de producciones televisivas como ‘El hombre de la casa’, ‘Mostro de amor’, ‘La Tremebunda corte’ y ‘La pareja Feliz’ y coqueteando con el cine.

El ballet y el modelado fueron otras de las disciplinas en las que estuvo involucrada. Aunque confiesa que, en su etapa de adolescente, físicamente era insegura, a los 17 años fue modelo de la agencia de Denisse Klein “a ella le debo muchísimo por haberme ayudado y recogido como una de sus hijas”.

¿Qué recuerdos aún guarda de esa época en el taller de teatro?

Asistía con mi hermano, para quien era un juego, pero yo me lo tomaba en serio. Me gustaba, me sentía bien. Los profesores me pidieron que sea la protagonista de la obra teatral, de la que no recuerdo su nombre, solo que la gente me felicitaba. El profesor que me preparó no pudo asistir antes de salir al escenario, porque había sufrido un accidente. Cuando terminé la obra, él, con un máscara en el rostro, acudió y me abrazó fuertemente y me decía con señas muy bien, muy bien. Fue uno de los momentos más inolvidables de mi vida.

Si pudiera decir de quién heredó la vena artística, ¿a quién nombraría?

Sin desmerecer a mi madre, puedo decir que se lo debo a mi padre. Desde que era chiquita sembró en mí la inquietud por el arte, los libros y la música. Cuando almorzábamos mi papá nos ponía música, desde Led Zeppelin, clásica, Queen y bossanova. Recuerdo esa sensación tan agradable que la música te producía, sin pretender nada, porque él era arquitecto. Eso influyó a que mi hermano sea pintor y escultor. Toda la música que pude conocer se la debo a él.

¿Tiene algún libro favorito?

Ahora me estoy leyendo ‘El viaje del elefante’, de José Saramago.

¿Qué heredó de su madre?

Su disciplina, lo dedicada que era en lo suyo. Provengo de una familia, de parte de mi madre, que son campeones de natación. De hecho, mi mamá, Lorgia Orejuela, fue gloria del deporte. Ella tiene récords súper buenos.

¿Alguna vez pensó en seguirle los pasos de su madre?

Sé nadar, competía por mi escuela, me exoneraban, pero nada. Veía el agua y me daba frío. Tenía esa presión de que mi familia fueron grandes del deporte.

¿Lo vio como un estilo de vida?

En realidad no. Me daba pena porque nunca ganaba medallas, mi físico no me daba, nunca me consideré como una niña fuerte. Era muy delgada, siempre fui menudita.

Como mi mamá tenía una academia de natación, fui maestra en esa disciplina. Ese fue mi primer trabajo a los 13 años. En 16 clases aprendes a nadar.

¿Y qué pasaba con el teatro?

Para ese entonces hice mucho ballet, por cuatro años. Desde los 10 hasta los 13, y luego de los 14 hasta los 18.

¿Qué recuerdos tiene de su época en el colegio?

No era ninguna niña popular. En una convivencia que tuve con mis amigas hice de Jesús. Aún recuerdo esa emoción de haberles transmitido ese mensaje bonito.
De todas las obras teatrales en las que ha participado, ¿existe una que sea especial en su vida?
No puedo decir que tengo una mejor obra, porque todas me han dejado una enseñanza pero sí el que cuando hice ‘La gata sobre el tejado caliente’ muchas cosas cambiaron en mi vida. La gata me transformó. No solo por la experiencia laboral y actoral sino por la humana. En mi etapa de cuestionamientos internos y de ese existencialismo que tenemos todos en algún momento. Aprendí muchísimo.

¿Qué le dejó su participación?

Un ‘Bienmesabe’... que es el nombre de un dulce. De esa experiencia aprendí que no te puedes beber el mundo de un solo sorbo. Tienes que ir poco a poco.

¿Por qué lo dice?

Cuando me propusieron el papel no estaba segura de aceptarlo. En esa época había tenido a mi último bebé y estaba con el tema de mi físico. Además, tenía mucha presión porque me encontraba grabando ‘Mostro de Amor’ y ‘Pareja Feliz 2’, del que pensé en renunciar.

Precisamente, esta serie guarda un personaje en especial con Penélope...
Es curioso, porque inicialmente a mí me propusieron el papel de la secretaria, cuando empecé a construirlo me dijeron ya no va. Creí que me quedaba fuera de la producción, pero después Guillermo Ushca (director) me dice vas hacer el papel de una amiga de la Mofle, que se cree española y se llama Penélope.

¿Qué considera que la ha llevado a gozar de aceptación en estos 4 años?

Su historia es súper buena. El antecedente de ella es que era una tipa ‘cruceta’, que hablaba toda sabrosa. De repente tiene la oportunidad de viajar a España por poco tiempo, y al regresar lo hace como Penélope, ridículamente españolizada, con todas las costumbres de allá. Vestidos de gitana y con castañuelas. Ella adoptó todo lo de ese país.

¿Continuará con su caracterización?

Existe la posibilidad de grabar una nueva temporada de ‘La Pareja Feliz’, pero no es algo inmediato. Por ahora nos hemos tomado un descanso. Lo que se vienen son nuevos proyectos, para seguir con el trabajo que ha venido realizando Orveluna, como el programa Vivos.

¿Toda su experiencia la ha llevado a definir la actuación como...?

Mi terapia de vida, que ha ayudado a descubrirme mucho.

¿Qué aún le hace falta por realizar en la actuación?

Me encantan los personajes complejos, un poco oscuros y misteriosos. No te digo que quisiera ser psicóloga pero me gusta analizar la psicología, cómo juegan los pensamientos y cómo es la mentalidad de este o aquel.

¿Cuál es la próxima meta para este año?

Tengo algunas propuestas en el cine. Estoy muy entusiasmada porque lo que está pasando a nivel nacional es muy bueno. En Ecuador las producciones cinematográficas han mejorado enormemente.

 

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