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El Telégrafo
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Afrodescendientes y su aporte a las sociedades

Afrodescendientes y su aporte a las sociedades
08 de septiembre de 2012 - 00:00

¿Qué tienen en común los ecuatorianos Limber Valencia, Adalberto Ortiz, Antonio Preciado, Alberto Spencer, Ernesto Estupiñán, Petita Palma, Alexandra Escobar y Sedelina Nieves con los estadounidenses Whitney Houston, Colin Powell, Martin Luther King, Aretha Franklin, Halle Berry, Diane Ross y Barack Obama?

Que todos ellos son afrodescendientes, que por su esfuerzo y dedicación han sobresalido en sus diferentes actividades, sean estas culturales, políticas, deportivas, entre otras, engrandeciendo la cultura y el grupo étnico al que pertenecen. Y es precisamente este aspecto el que se resalta en la exposición itinerante ‘Afrodescendientes’ que se inauguró el pasado miércoles en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo de Guayaquil (MAAC).

La exposición cuenta con decenas de imágenes, documentos y audios que describen momentos trascendentales en la historia de los pueblos afrodescendientes de Ecuador y Estados Unidos. No obstante, los elementos que tuvieron mayor acogida entre el público fueron los interactivos, por ejemplo, la marimba que reposaba al fondo de la sala, y el módulo destinado al baile de la bomba.

Allí, un grupo de jóvenes esmeraldeñas trataban de moverse con estilo y de equilibrar un envase plástico sobre sus cabezas, en un ambiente de risas y bromas. Otros visitantes, en cambio, apostaron por mirar las fotografías de personajes célebres que yacían suspendidas al otro lado de la sala, e intentaban identificarlos para evidenciar sus conocimientos.

Otilina Chalá, una comerciante de la Bahía de Guayaquil, quien se dio cita en la inauguración de esta muestra, se mostró consternada porque era la primera vez que entraba a un museo. “Me enteré de esta exposición porque vi el cartel que está afuera. Estaba cerca dejando unos encargos y sentí curiosidad de entrar. Nunca pensé que estarían hablando de los ‘negritos’ como yo. No comprendo mucho eso de la historia pero lo que sí entiendo es que siempre los negros hemos sido visto con desprecio. Ahora ya no es como antes pero en las personas todavía hay ese recelo”, comentó.

Mientras que a Wifredo Ordóñez lo que más le llamó la atención es que se hable de “los negros” en un museo. “Yo pensaba que solo habían cosas y cuadros. No sabía que en otros lados y aquí (Ecuador) habían personas negras importantes que pelean por los derechos de los demás”, dijo este estudiante colegial.

Unión de los pueblos

Para el Cónsul General de los Estados Unidos, David E. Lidwall, esta exposición resalta la lucha que por siglos han tenido los afrodescendientes y los nuevos retos a los que actualmente se enfrentan.

Aseguró que entre los afroamericanos y los afroecuatorianos existen similitudes, ya que en ambos grupos ha habido personas que han dejado un aporte importante para la cultura y el desarrollo de su nación. “En la literatura, en el deporte, en la política, en la economía y hasta en la música tanto los afroamericanos y los afroecuatorianos han engrandecido a sus naciones”, comentó el funcionario norteamericano.

Sin embargo, considera que existen otros afrodescendientes que a pesar de la grandeza de sus actos no se los ha reconocido. “Uno de los objetivos de esta exposición es que las personas conozcan de estos gestores y un poco más de la historia de este grupo minoritario que sigue luchando por esos espacios que generalmente son ofrecidos a las mayorías. Por eso mi país y el Ecuador quieren demostrar que tanto ellos como cualquier otro ciudadano contribuyen con su esfuerzo a su nación”, acotó.

El funcionario señaló que la música que hacen los afroamericanos y afroecuatorianos no es tan diferente porque en ambas se recoge el sentimiento y pureza que tienen los seres humanos.

Jorge Saade, director de Cultura de Guayaquil, señaló que en Ecuador se está viviendo un momento histórico con la reivindicación de las comunidades negras que cuentan con grandes exponentes de su cultura, y que cada vez existen más espacios y oportunidades como gestores importantes del progreso del país.

Carolina Navas, técnica educativa del Museo de la Ciudad de Quito, explicó que esta exposición recorre desde el 2007 varias ciudades del país como Riobamba, Ibarra, Cuenca, Loja, Azogues, Quito y ahora Guayaquil. Próximamente estará en Bahía de Caráquez, Portoviejo y Manta.

A partir de que los europeos descubrieron la existencia de América en 1492, el continente fue sometido a una explotación brutal de sus bienes. Para extraer sus recursos del lecho de la naturaleza los indígenas fueron sacrificados en masa, hasta ser exterminados completamente en las Antillas.

Con la introducción de las Leyes Nuevas de Carlos V se prohibió el tratamiento de indios como reses, por lo menos en papel. Como ya no quedaron tantos indígenas después de varias epidemias -pero la demanda de labor siguió creciendo-, empezaron a importar esclavos africanos. Incluso, el fraile Bartolomé de las Casas recomendaba la esclavitud de los africanos para aliviar la dura suerte de los indios.

En 1518 la Corona dio la primera licencia para introducir a 4.000 hombres africanos a las Indias (así se la conocía a América) durante ocho años. Este fue el primero de aquellos asentamientos de negros, que por mucho tiempo fueron una ensangrentada y lucrativa fuente de ingresos para los gerentes de Europa. Además del negocio oficial hubo también un negocio de esclavos, en contrabando, ejercido por piratas y comerciantes no católicos.

No hay cifras exactas sobre las víctimas de las atrocidades cometidas durante el periodo de conquista, pero se estima que entre el siglo XVI y XIX un total de catorce millones de africanos fueron traídos como esclavos al Nuevo Mundo. La esclavitud fue abolida en 1865, pero los afrodescendientes sufrieron discriminación hasta mediados del siglo XX.

Este grupo luchó desde diferentes posturas políticas y otros buscaron la conformación de pueblos negros autónomos y otros pelearon por integrarse a la sociedad como cualquier otro de los ciudadanos.

Y es precisamente este grupo el que engrandeció y luchó contracorriente para que todas las sociedades conozcan el sentir y pensar de los pueblos negros. Fue así como poco a poco los afrodescendientes han ganado espacios en la sociedad y actualmente esta minoría goza de los mismos derechos que los demás.

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