Arlene Martel, la actriz que dio vida a T-Pring en Star Trek, falleció ayer, a los 78 años, en el Hospital West Hills de Los Ángeles, debido a complicaciones cardiacas surgidas después de una reciente cirugía.

Como humanoide en la aclamada ficción, rompió los moldes que Vulcano tenía estipulados, al rechazar a Spock a pesar de tener concertado su matrimonio con él desde que ambos tenían siete años. Aunque en un principio ella estuvo a un paso de dar vida a Elizabeth Dehner en el episodio «Un lugar jamás visitado por el hombre» y Sylvia en «Catspaw», se convirtió en uno de los mitos de «Star Trek» con tan solo una aparición en el que está considerado como uno de los mejores episodios de la saga: «El tiempo de Amok».

Nacida un 14 de abril de 1936 en el neoyorquino barrio de El Bronx, pasó sus primeros años en una de las zonas más pobres de la ciudad. Cuando el jefe de su madre vio sus malas condiciones de vida, él, de manera personal, financió la asistencia a un colegio internado para familias de clase alta en Connecticut. A los doce, Arlene se subió a las tablas por primeras vez en su audición para entrar en la famosa Escuela Superior de las Artes Escénicas de Nueva York.

A modo de preludio de lo que sería su futura carrera se graduó con un premio especial por su grandes actitudes en el género del drama. Tras su salida, su carrera profesional comenzó en su adolescencia con el papel de «Esther» en la producción de Broadway, «Tío Willie», en la que fue protagonista junto con Normal Fell («Aeropuerto 75», «El graduado»).

62 producciones de televisión

Después de su corto periplo por los escenarios, Martel tenía muy claro a qué medio quería dedicarse. En su primera aparición en la pequeña pantalla, en 1958, Martel «volaba hacia la libertad» en el episodio de la serie «Behind Closed Doors» titulado «Flight to Freedom». Desde ese momento y hasta 1985, la actriz estadounidense apareció en 62 producciones para la televisión. Martel comenzó a hacer apariciones especiales en series como «The Restless Gun» (1958), «This Man Dawson» (1960) y «Dimensión desconocida» (1959-1961).

Su facilidad con los acentos y los dialectos le permitió conjugar gran variedad de personajes, lo que le valió el apodo de «El Camaleón» y le permitió ejercer su profesión hasta casi su muerte. Entre sus momentos memorables se encuentra su siniestra frase «¡Habitación para uno más!», pronunciada una y otra vez a la entrada de un depósito de cadáveres en su papel de enfermera en la morgue en el episodio «Twenty-Two» de la serie «Dimensión desconocida». Recordadas serán sus apariciones en «El agente de CIPOL» (1964), «Los intocables» (1960-1961), «Battlestar Galactica» (1978) y sus tres apariciones en «Colombo» (1972-1974).

Casada y divorciada en tres ocasiones, Arlene era madre de tres hijos: Adam Palmer, Avra Douglas y Jodaman Douglas. Su última aparición pública la hizo el pasado 28 de junio en Santa Mónica junto a Marc Cushman, autor del libro «Estos son los viajes...», en el que repasaron la historia de la serie original de «Star Trek». Martel estaba anunciada en el cartel de la última convención de Star Trek en Las Vegas, pero debido a su última hospitalización, no pudo acudir.

Hoy, todos los fans rememoran su única aparición en «Star Trek: la serie original». Pero de entre esos miles, destaca uno por encima de otro, el que estaba destinado a ser su compañero de este viaje interestelar, Leonard Nimoy, o mejor dicho, el capitán Spock: «Despidiéndome de TPring, Arlene Martel. Un talento encantador».