Cada humorista tiene su fórmula. La de Adal Ramones es sacar provecho a cada situación -desde la suya-, a través de relatos cotidianos, cargados de gesticulaciones y comparaciones con las que su público se siente identificado. Su “rollo” -parafraseando con el nombre del programa que lo hizo famoso en 1997- es contar generalidades del comportamiento humano, desde sus propias experiencias.

Durante los últimos meses de su vida su situación sentimental no ha sido la mejor, pues está divorciado tras 15 años de matrimonio, aunque reveló que actualmente tiene una novia. Yesa es la base de su más reciente show ‘Monólogos 2014’, que el mexicano trajo a Ecuador. Primero se presentó en Quito y la noche del jueves pasado lo hizo en el Centro de Convenciones Simón Bolívar en Guayaquil.

Tras un entremés con su colega quiteño Daniel Machado ‘El Jack’, Ramones apareció a las 21:15. Se suponía que el auditorio debía estar lleno, pero aún así el azteca supo manejar la situación con un “no sabía si subir al escenario o quedarme. Es que se armó un embotellamiento en ‘Pelucolandia’. ¿Qué dicen? Mejor me espero hasta que lleguen los que tienen carro bonito”. Él recibió un “noooo” unánime como respuesta de unas dos mil personas.

Ramones, quien actualmente interpreta al malvado Lord Faquad en el musical de Shrek junto a su hija Paola, de 13 años, recurrió a temas como el abuso del uso del celular.

“Ni saben lo que me ocurrió antes de subir. Fue algo terrible, la peor de las pesadillas, peor que un asalto o que la devaluación de la moneda. Bueno, a ustedes les vale madre, porque manejan dólares, nosotros seguimos con el peso. Sucede que se me había perdido el celular. Y es que ahí tienes toda tu vida”, narraba el mexicano, quien hizo algunas escenas como Fernando ‘Mantequilla’ Soto en el reciente estrenado filme ‘Cantinflas’.

Añadió:“Y es que ahora usamos el celular para todo. Le tomamos foto a la comida. A ver si alguien le toma foto a lo que queda de la comida. Y es que ahora los teléfonos son inteligentes, pero para estúpidos. Sí, imagina que te quedas sin batería y no te acuerdas el teléfono de tu mamá porque todos tus contactos están guardados en el pinche celular, entonces ¿qué haces?, mientras que con el antiguo de rosca te aprendías todos los números”.

Su cotidianidad tenía que ver con hechos como viajar en avión. “A mí me gusta viajar en la clase turista, por eso es que la madre de mis hijos me mandó a la ‘chingada’. Imaginen para ir a la turista, tengo que pasar por la de primera. Me ven y como soy artista creen que me voy a quedar ahí, pero sigo de largo y luego dicen “pobre diablo”.

La esencia de su show se enfocaba en lo que para él es el inconformismo y manipulación de las esposas con la famosa prueba de amor. “Uno les da casa, les da ropa, todo y aún quieren una prueba ¿Qué quieren que me saque un riñón? Aún así siguen inconformes”, relataba.

Abordaba su actual estado como soltero, pero con novia. “El noviazgo, no es como nos pintan. La realidad es otra. A ver díganme si alguna mujer sale tal como se levantó a recibir al novio. Eso es mentira. A veces uno no es honesto, por ejemplo en casos en que uno tiene gases y quieren tronar en el estómago de uno”, soltaba Ramones, quien como la mayoría de los comediantes está informado sobre hechos recientes en el país que visita como el Récord Guinness del periodista Alfonso Espinosa de los Monteros, a quien le dedicó una broma, pero eso es otra historia, “otro rollo” con Adal Ramones.