Las luces tenues, el sonido de campanas y piano fue la señal de que Tilo Wolff y su banda, Lacrimosa, empezarían su ‘Revolución’, nombre del último disco y de la gira Latinoamericana.

A las 21:10, el primer tema que interpretó Lacrimosa fue Komet, del single Stolzes Herz publicado en 1996, y que es uno de sus éxitos más conocidos a nivel mundial.

La canción solo sirvió para atrapar a los seguidores, además la teatralidad que ofrecía Wolf en cada canción reafirmaba que Lacrimosa tiene fieles seguidores.

Al finalizar el primer tema, Wolff bastante emocionado atinó a decir “muchas gracias” y sostuvo que es muy gratificante volver a Ecuador y compartir con sus fanáticos.

Los siguientes temas que interpretaron fueron Schakal, Alleine Zu Zweit y Alles Luge, pese a que la mayoría son cantados en alemán los fanáticos se daban modos para corearlos.

En la quinta canción, Not every pain, la finlandesa Anne Nurmi fue la encargada de cantar, mientras que Wolf se apoderó de los teclados y demostró sus capacidades para tocar varios instrumentos.

Durante las dos horas y media que duró el concierto el set list de la banda tenía una mezcla de éxitos anteriores y canciones de su nuevo disco, haciendo un recuento breve por sus más de 23 años de trayectoria.

“Lacrimosa, Lacrimosa, Lacrimosa” coreaban los asistentes en cada pausa, para recordarles a los músicos alemanes que no están solos en su ‘Revolución’.

En la rueda de prensa previa al concierto, Wolf manifestó que el concepto del último trabajo discográfico se refiere a los cambios internos que cada persona puede hacer para mejorar a la sociedad.

“Si un amigo te llama y dice que necesita de ti, qué haces. En este disco las letras están enfocadas en los sentimientos y las emociones que tiene cada persona para mejorar su relación con los otros”, expresó.

Además, el vocalista comentó que este trabajo tuvo la participación de dos músicos de reconocida trayectoria en el mundo del metal, Mille Petrozza de Kreator y Stefan Schwarzmann de Accept.

Precisamente por los dos artistas, Wolff expresó que siente gran admiración y gusta de su música, por lo que la participación de ellos en este disco fue importante.

El frío quiteño y aún más por el lugar escogido para realizar el concierto, el parqueadero del Teleférico, no fue impedimento para que los asistentes no pararan de admirar las capacidades musicales de la banda y de cada uno de sus integrantes.

Mayra Ortiz, amante del gótico, quien actualmente está incursionando en la música del mismo género, afirma que Lacrimosa se ha convertido en una influencia importante para ella.

“La capacidad vocal de Anne es sorprendente, tiene una preparación académica que envidio”.

Cerca de las 22:40, Wolff anunció que la última canción sería ‘Revolution’ y afirmó que los cambios nacen de uno para mejorar las cosas, tras finalizar el tema los seis integrantes de la banda alemana bajaron del escenario pero los gritos de los fanáticos los hicieron volver y entregar otra descarga musical de metal gótico.

Parecía que esta sería la última aparición de los ‘revolucionarios’, pero otra vez subieron a la tarima, para terminar con los tres últimos temas.

Finalmente la oscura y fría noche, propicia para la temática del concierto terminó con broche de oro, Copycat, que es la melodía que enganchó a nuevos o viejos seguidores cuando la escucharon.

Wolff y Nurmi agradecieron profundamente toda la entrega del publico ecuatoriano y la fidelidad que han tenido con la banda durante los más de 23 años de vigencia y con el bichito de empezar la ‘revolución gótica’.