10 millones de dólares se utilizarán para mejorar las condiciones de los núcleos de la Casa de la Cultura
En agosto pasado, el escritor Raúl Pérez Torres se posicionó por segunda ocasión como el presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y como vicepresidente Gabriel Cisneros Abedrabbo.
Pérez se embarcó nuevamente en este reto bajo la consigna de trabajar para construir la ‘nueva Casa’, pues desde que indicó sus propuestas de campaña se enfocó en que debe renovarse la institución.
Tras cinco meses de estar al mando del organismo, comenzó a ver los cambios que se propuso, sin embargo reconoce que aún falta mucho que hacer.
¿Con qué novedades se encontró al posicionarse nuevamente como presidente de la Casa de la Cultura?
Hemos encontrado una Casa de la Cultura totalmente obsoleta en el plano económico. Hasta este momento no tenemos para viáticos o para viajar a los núcleos provinciales, definitivamente en lo económico estamos mal. He tenido la oportunidad de conversar con las ministras de Cultura, de Patrimonio, e inclusive con el Presidente de la República, el Vicepresidente y el alcalde de Quito y todos ellos me han ofrecido el apoyo necesario. Les hice conocer las necesidades de los 23 núcleos provinciales que también se debaten entre la miseria, y creo que próximamente tendremos el apoyo que nos han prometido.
Las principales necesidades que tienen los núcleos
Deben cumplirse varios proyectos porque apenas alcanza para pagar unos sueldos miserables en cada uno de los núcleos provinciales y no tienen dinero para proyectos. Ahora ya hay una posibilidad más grande porque se presentó al Ministerio de Cultura una serie de proyectos, he conversado con Érika Sylva, están aprobados 10 millones de dólares para mejorar los núcleos con propuestas que venían pidiéndose hace un tiempo.
¿En qué proyectos se utilizarían los 10 millones?
Por ejemplo, en la programación de la cinematografía, la modernización del fondo editorial porque no tenemos ni una hoja de papel, ni materiales, está dañada una de las máquinas y hay que mejorar todo eso. También se nos ha aprobado un pequeño monto para arreglar lo que falta en los medios de comunicación, que sería radio, departamento de cine y televisión y el de comunicación social, uno de los más importantes de la Casa, porque es el espacio que se encarga de llevar la nueva imagen que queremos.
¿Y cuánto es el monto para mejorar estas áreas?
Se nos aprobó 450 mil dólares porque presentamos el presupuesto con proformas y facturas de lo que necesitamos, y hay una gran sensibilidad con este Gobierno para ayudarnos y reencontrar el pensamiento con el que fue creada en 1944 esta Casa por Benjamín Carrión, es decir que sea un espacio democrático donde se expresen todas las ideas con libertad y donde pueda reflexionarse alrededor de lo que sucede en el país y en el mundo.
¿En qué otros proyectos se concentrarán este año?
Estamos organizando los equipos necesarios para desarrollar un proyecto de largo plazo de la ‘Casa nueva’, que consistiría primeramente en esa necesidad que tenemos de democratizar todos los núcleos de la Casa de la Cultura, queremos que entre gente nueva y joven, por eso hacemos nuevos reglamentos de elecciones para que se inscriban otros miembros. Hay núcleos donde los miembros están hace mucho tiempo y todos aquellos jóvenes que tienen expresiones culturales frescas estuvieron apartados de la cultura. Queremos que se acerquen y sientan que la institución es su casa porque pertenece a los artistas, escritores, pensadores, a las personas que reflexionan con el arte y la cultura.
Para que ingrese gente nueva, ¿realizarán alguna convocatoria?
Desde luego. En diciembre nos reunimos en Pichincha con distintos colectivos de jóvenes: teatreros, pintores, músicos, cantantes, rockeros. Quedamos que para fines de enero o mediados de febrero hacer mesas de conversaciones. Me he reunido con varios de estos movimientos en más de una ocasión, no se trata de cargos públicos sino que estén en la Casa, que se sienta que es de ellos. Estamos preparando exposiciones de pintura, de danza y música con estas expresiones que a veces no son conocidas, como las tribus urbanas y demás testimonios culturales.
¿Estas exposiciones se harían en distintos espacios?
El alcalde de Quito me ha ofrecido un terreno en el sur de la ciudad para hacer una extensión de la Casa de la Cultura. Y me parece que debe ser manejada por los mismos artistas, escritores. Una vez con el terreno, esperemos que el Estado nos apoye para crear la Casa de la Cultura del Sur.
¿Se crearán más extensiones?
Eso es algo que no queremos descuidar. Hasta el momento se crearon tres extensiones, una en Rumiñahui, otra en Pomasqui y una en Cayambe. Además queremos mantener la presencia de la Casa de la Cultura a nivel mundial, en mi primera presidencia teníamos núcleos en Nueva York, Madrid y Roma, así que daremos impulso a ese proyecto. Pienso que cuando una persona está fuera de su país y es migrante lo que más duele es perder eso que nos une, que es la cultura. Nos gustaría estar presentes donde hay una gran cantidad de ecuatorianos, durante 8 años se perdió esta iniciativa, pero estamos tratando de rehabilitar esa idea.
¿De qué forma se beneficiarían los ecuatorianos con estas sedes internacionales?
Porque internacionalmente serán apoyados, ya sea de forma económica para que viajen a las extensiones y presenten sus obras. Nosotros desde Ecuador enviaremos los libros a los artistas y los fondos corren a cargo de la Casa de la Cultura. Así trabajamos anteriormente y contábamos con el apoyo de las alcaldías de los otros países.
¿En qué muestras o festivales trabajan actualmente?
Para marzo presentaremos un festival de escultura del mundo en el Patio de la Escultura. Se invitaron a siete escultores de diversas partes del mundo y participarán 5 ecuatorianos. Se hará esculturas de piedras en los jardines de la Casa, que quedarán permanentemente. Para junio planeamos un encuentro internacional de escritores de América Latina. Este mes llega al país el escritor rumano Víctor Ivanovici, quien reside en Grecia, y es experto en Literatura latinoamericana, por lo que dará una serie de charlas y seminarios, además presentará los tomos uno y dos de su libro ‘Disquisiciones y divagaciones’, el 17 de enero en la sala Benjamín Carrión.
Entérate
Raúl Pérez nació en Quito el 11 de mayo de 1941, hijo del Dr. Edmundo Pérez Guerrero, abogado miembro del Partido Comunista, profesor de Código Civil de la Universidad Central, autor de ‘La oración compuesta y etimología’, así como de otras obras, quien falleció en 1946 en un accidente automovilístico; y de Zoila Torres Andrade, oriundos de Ibarra y Quito, respectivamente.
Es el menor de una familia de cuatro hermanos. A los 5 años quedó huérfano de padre, pero su hermano mayor, Lenín, lo tomó a cargo e hizo las veces de padre.
En 1970 comenzó su labor como escritor publicando la colección ‘Da llevando’. En el 2000 fue electo presidente nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, cargo que desempeñó hasta el 2004.