Volvo y Uber se alían para desarrollar vehículos autónomos
El constructor automotriz sueco Volvo anunció ayer una alianza con el servicio de transportes internauta Uber para ofrecer desplazamientos en automóviles autónomos, para lo que prevén una inversión conjunta de $ 300 millones (265 millones de euros).
“Esto implicará que Uber añadirá los sistemas de conducción autónoma que desarrolló él mismo con un vehículo Volvo como base”, precisó el grupo sueco en un comunicado divulgado ayer en sus plataformas en internet.
Uber y Volvo ya se habían aliado en Estados Unidos fundando un ‘lobby’ favorable a los automóviles conducidos mediante ordenador, junto a algunos de sus competidores, Lyft en el caso del primero y Ford en el del segundo, así como junto al gigante de internet Google.
Ambas sociedades se encuentran muy adelantadas en el desarrollo de estos automóviles del futuro, que pemitirán a sus pasajeros desplazarse hasta sus destinos sin necesidad de tomar el volante.
Los ingenieros de Volvo prueban el primer modelo autónomo en las calles de Gotemburgo (suroeste de Suecia) desde 2014, y en 2017 lo confiarán a conductores corrientes en esta ciudad, así como en Londres.
Uber dio a conocer en mayo pasado un prototipo también probado en condiciones reales en las calles de Pittsburgh (Pensilvania, noreste de Estados Unidos).
“Más de un millón de personas mueren en accidentes de tráfico cada año. Son tragedias que las tecnologías de conducción autónoma pueden ayudar a evitarlas, pero no podemos hacerlo solos. Es por eso que nuestra asociación con un gran constructor como Volvo es tan importante”, declaró el presidente de Uber, Travis Kalanick, citado en el comunicado.
“Estamos muy orgullosos de ser socios de Uber, una de las empresas de tecnología de punta en todo el mundo. Esta alianza pone a Volvo en el meollo de la revolución tecnológica de la industria automotriz”, se congratuló su par de Volvo, Håkan Samuelsson (foto).
Sin embargo, esta nueva tecnología no está exenta de polémicas y debates éticos. El pasado marzo, un automóvil Lexus empleado por Google en sus pruebas de conducción autónoma protagonizó un accidente en las calles de California, en las proximidades de la sede de la compañía en Mountain View, al colisionar con un autobús.
El incidente dejó un muerto, lo que generó una discusión sobre los peligros de este sistema. (I)