El proyecto es liderado por la nasa
Un astronauta entró por primera vez al módulo BEAM
Un astronauta de la Estación Espacial Internacional (EEI), Jeff Williams, entró por primera al módulo inflable BEAM, desplegado para probar un hábitat con miras a viajes más lejanos en el espacio. El Módulo de Actividad Expandible Bigelow (BEAM) está en “perfecto estado”, informó el astronauta según un comunicado de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA).
Este módulo es parte de experimentos de la NASA para probar durante dos años hábitats inflables más ligeros y menos voluminosos, que podrían un día ser utilizados en Marte o en la Luna. Williams informó que el módulo estaba en “perfecto estado”, que hacía frío pero que no había condensación.
Los astronautas que se encuentran actualmente en la EEI volvieron al módulo 2 días después para probar los sensores y el material, precisó la NASA. La puerta del módulo, que había sido acoplada a la estación en abril, será cerrada tras cada visita.
Durante esos 2 años de prueba, los astronautas revelarán los datos y mediciones de los sensores, en tanto evaluarán regularmente su estado. Esas pruebas permitirán, sobre todo, determinar si el módulo puede ofrecer protección frente a las radiaciones solares y cósmicas así como contra los micrometeoritos y otra basura especial, y las temperaturas extremas. “Los primeros pasos en BEAM van a llevar más allá las fronteras de los hábitats en el espacio”, había tuiteado la ISS antes de esta primera visita.
La NASA logró el 28 de mayo inflar y presurizar su módulo, tras el fracaso de una primera tentativa algunos días antes. Una vez inflado, Williams abrió ocho depósitos de aire dentro del módulo, llevando la presurización a un nivel cercano al de la ISS.
Con una masa de 1,4 toneladas, el módulo BEAM mide unos cuatro metros de ancho por 3,23 metros de largo cuando está completamente inflado con aire respirable. Su volumen se multiplica así por 4,5, lo que produce un espacio de 16 metros cúbicos, el equivalente de un pequeño cuarto. La empresa Bigelow Aerospace construyó ese módulo tras firmar un contrato de $ 17,8 millones con la NASA. (I)